Respecto a Read in Blood 1986 – 2016 / 30 años del clásico de Slayer, es un popurrí de "cosas” relacionadas con el disco desde la vivencia de la banda, rankings, anécdotas, algo de contexto histórico con el fin de situar el disco en un contexto internacional, algunos datos “fundamentales”, el arte de la caratula, así como la vivencia del escritor del libro y de otros personajes que tienen alguna voz dentro de la escena metalera y por lo cual pueden hablar con cierto grado de propiedad, aunque todo aquel que genere alguna emoción por el disco puede hablar con toda propiedad, para este punto en particular Patricio comenta y puntualizando en una entrevista hecha por Grinder Magazine que en la segunda parte del libro titulado Lado B (más adelante hablaré de ello) son sólo músicos los que reseñan, ya que era más pertinente por sus experiencias y vivencias. Volviendo al libro es interesante como está estructurado, al estilo de un casete, ya que la idea tanto de forma como de fondo es rememorar justamente cómo las cosas se hacían antes, de hecho el escritor define que escribir el libro y quien lo lea lo hará viajar al pasado, a los recuerdos y con todo lo nostálgico que eso significa también hace alusión a que el material recopilado que usó es a partir de documentación impresa, disponible en su mayoría en inglés, obviamente es válido, tiene sentido, es consecuente pero en el fondo como lector quiero un libro bien documentado, entretenido y si la información la consiguió escrita en una piedra o en formato digital, en idioma portugués o francés realmente no me importa mucho.
El lado A del libro está dividido en 4 “tracks” que en general nos habla del popurrí que comenté al inicio, partiendo con la entrada al estudio de la banda para grabar Reign in Blood, cómo y quiénes escribieron las letras, la alimentación de los músicos, la duración del disco (recordar que no alcanza los 30 minutos), la polémica detrás del sello discográfico, algunas entrevistas a integrantes así como algunos datos de los inicios de la banda, rankings y una lista de las palabras más y menos usadas en los temas que componen el disco Reign in Blood, esto último no se puede encasillar en datos “fundamentales” pero sí en una anécdota rebuscada para los más “busquillas” y que se enmarca en un planteamiento sobre las letras en el metal. En un plano más local se nos relata la historia de cómo el escritor conoció el disco, su historia con el metal desde Iron Maiden a Slayer y la impresión de algunas personas relacionada con el mundo del metal como Sebastián Puentes guitarrista de Nuclear, Pablo Gudiño de Torturer Chamber Studios o Ricardo Roberts vocalista de Sadism frente a las distintas aristas de este disco hito del metal.
El lado B del libro está dividido en 10 “tracks”₁ que son los 10 tracks que componen el disco Reign in Blood, cada canción del disco está a cargo de ser reseñada por un músico reconocido en el círculo del metal nacional, por ejemplo Juan Pablo Baquedano de Cerberus, Rodrigo Zepeda de Recrucide, Rolando Vásquez de Conflicted, Enrique Zuñiga de Atomic Aggressor, Anton Reisenegger de Pentagram, Criminal, entre otros que comentan desde lo técnico a lo emocional, y con eso no hay mucho más que agregar, sólo léanlo.
Imágenes extraídas del libro |
Casi al final del lado A del libro hay un punto alto que quiero destacar y que tiene relación con la letra, la evolución que ha tenido Slayer en este ámbito y la opinión de algunas personas vinculadas al mundo del metal. La introducción para entrar a este tema es interesante ya que el autor nos plantea lo secundario que es el mensaje, que prevalece la música, el título, el arte del disco por sobre la letra, lo cual es interesante y nos lleva posiblemente (y que bueno que sea así) a pensar respecto de la verdadera importancia de la letra, por ejemplo el thrash metal y su crítica social, el descontento con una realidad que por largos momentos se hace desgarradora, pero al parecer no es más y como dice el autor “una pizca de esa entelequia llamada “crítica social”, de hecho va más allá y nos refuerza esa visión a través de la opinión de Kurt Folch profesor de la Escuela de Literatura Creativa de la Universidad Diego Portales y blablablá el cual dice: “Las letras se escuchan bien, pero al leerlas sin música la cosa cambia: pierden sentido y fuerza. Slayer no es la excepción. Me importaba más la música y cómo la voz empalmaba bien o mal. Las letras eran y son algo secundario”. Se me viene a la mente el caso del asesor comunicacional (creo que era el asesor comunicacional, los asesores abundan en política así que no recuerdo qué tipo de asesor era con exactitud) del presidente Richard Nixon que para saber si un discurso de Nixon era bueno o malo, miraba el discurso sin audio y si al final del discurso le dejaba una buena sensación, era por consecuente un buen discurso, acaso acá nos pasa lo mismo?, estamos siendo poco críticos con el todo?, estamos viendo o escuchando sólo una parte del todo?, la puesta en escena por sobre la música? La música por sobre la letra? La letra por sobre la acción? La acción por sobre la consecuencia? da para discutirlo (medio curao con los amigos en algún bar), es un buen ejercicio y es de lo que más puedo rescatar del libro.
En lo personal creo que es un libro que no es ni tan contundente en lo que debiese ser el relato de Slayer y el disco Reign in Blood, si bien hay un hilo conductor este se pierde, no es continuo, además no es tan entretenido, la opinión de los que en el libro participan no es más que eso, una opinión como la de cualquier otro que le guste o no el disco, se le trata (o eso siento) de dar un valor adicional a estas opiniones y darles una importancia mayor que la que realmente tienen, presentando en algunos casos sus “pomposos” curriculum vitae que al parecer para el autor son importantes de mencionar en este contexto de lo que yo creo es validar más que el disco de Slayer, sino que el libro de él, me llama la atención y puede ser sumamente rebuscado y que no debiese influir mayormente en la sensación después de haber leído el libro, pero en el apartado de Referencias a parte de ser pocas, no hay ninguna de los años 90 y tan sólo 3 de los 80. Ahora sí recomiendo el libro, obviamente, recomendar a la gente que lea siempre es positivo, que se publiquen más libros de metal también es positivo, reconozco que a mí no me gustó mucho ya que esperaba otra cosa, demás está decir que Patricio Jara tiene una trayectoria en las letras incuestionable, pero como en todo hay momentos altos y bajos y este libro tiene más momentos bajos que altos a mi parecer y por lo mismo para acotar un poco esto, quien podrá disfrutarlo más, es aquel que le gusta leer lo que llegue a sus manos sea bueno, más o menos o malo, al que le guste leer sobre música o a ese fan de Slayer y/o metal en general que le gusta saber hasta el último detalle. Mención honrosa a la historia 2811423 Música para gente enojada de Carlos Costas al comienzo del libro.
El libro contiene 173 páginas y fue lanzado por la editorial Planeta, el año de lanzamiento está demás decirlo, un dato curioso es que para la portada, lomo y contraportada del material usado es algo así como un cartón reciclado lo que hace que los bordes, dobleces se estropeen con facilidad, así que ojo para aquellos que gustan de tener los libros impecables.
Escrito por: Exequiel Cifuentes
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