No todos los días se tiene la oportunidad de ver el lanzamiento de una comunidad Metal Nacional que viene orientándose con una fuerza desmedida en las cavernarias sendas del Metal Underground. CÓDIGO METAL RADIO es un proyecto que abarca al 100% el metal de este largo y angosto país, con el fin de recobrar el soporte a la historia Metalhead de la patria, las bandas quirurgicamente seleccionadas que azotan los subterráneos chilenos de la nueva escuela y que buscan un meritorio lugar en la escena Sudamericana - y por qué no mundial - un nombre, una medalla, una vida artística y un espacio en común con los seguidores de los riffs y misiles percusores.
Aplaudiendo la iniciativa de este espacio ya consolidado, me enteré hace meses atrás de que irían a lanzar una nueva plataforma para el día 3 de Noviembre y cuya celebración se consolidaría ese mismo día en la sala SCD del Mall Vespucio, Santiago. El día llegó y yo estaba ahí, medio bebido, entrando al aposento del placer auditivo, sabiendo que abriría IDOL, la banda del legendario Rodrigo Contreras, guitarrista fundador de la leyenda del Post-Thrash Chileno, CRIMINAL. Llegué tan rápido como pude a presenciar el show en primera fila con una amiga que por motivos maternales tuvo que irse temprano.
IDOL estaba ahí, imponente con un Groove/Thrash sonando a todo lo que daba, con un virtuoso Rodrigo Contreras y un maestrísimo de las cuerdas anchas como lo es Juan Pablo Vallejos, quien se complementaba de una forma exquisita con el amo y señor de los tambores de guerra, Chris Constans y el poderoso vozarrón de Rodrigo Pérez. Tocaron un set list de 10 temas, varios de la banda CRIMINAL como Collide, Victimized e Hijos de la Miseria. "Recordando viejos tiempos", atribuiría esa frase a la presentación del gran prócer del Metal Chileno, destacando el gran sonido envolvente de una bandota que da el 1000% en el escenario que sea, ante la cantidad de público que esté presente. Rodrigo Pérez anunció para fines de noviembre - esperemos que nada los retrase - el lanzamiento de un álbum en el cual llevan trabajando arduamente. No dieron mayores detalles del álbum y siguieron con los 3 temas que les quedaban para irse rapidísimo a tocar al Bar Óxido. En mi consideración siento que dieron un show completo, brutal y bastante animoso, yo me disfruté todos los temas en la más grande de las plenitudes. No todos los días puedes ir por ahí y ver a IDOL tocar.
Un hecho lamentable que quizás condicionó la tocata, fue el hecho de que existiera poco público en la Sala. Acostumbrados todos a ver más sitios desiertos que chascones haciendo remolinos y centrífugas en las tocatas, tratamos de crear un ambiente motivador que se sintiera a pesar de la poca expectación. Las consecuencias de hacer tocatas en fin de semanas largos. En fin, estuve ahí, sacudí la chasca de 'Compadre Moncho' que porto con orgullo, en son de pasarlo bien sin importarme cuantos la pasaban tan bien como yo.
Y puta que la pasé bien conchemimaiden! Cuando veo al Raúl haciendo autogestión para instalar su equipo, prueba de sonido y un micrófono de mierda que no tenía wattage. Aun sin micrófono - prácticamente - la banda compuesta por Raúl Apkalus en los rugidos, Javier Hermosilla y su hermano Sebastián en las 6 cuerdas, el tercer hermano Juan Pablo Hermosilla en las ametralladoras y el Chronos de la banda, un bajista que ni el huracán Sandy movería de su sitio, don Rodrigo 'Vikingo' Salas, lograron el objetivo que siempre se proponen de crear un carnaval de destrucción y éxtasis entre los presentes a tal punto que casi veo un pendejo golpearse la cabeza con la butaca de enfrente. Raúl Apkalus, es un excelente frontman, muy animoso, bestial, con una interpretación que nunca antes había visto y que despierta en el público la adrenalina inquietante que baña las acorazadas mentes y que logra romper cualquier patrón de comportamiento moralista. Así es un show de Rajavana, así es un show de nivel inmenso, con el altruismo de los grandes, la modestia de los humildes y la potencia de una horda de tanques alemanes en cadena. Una banda que desde 1998 viene pateando el culo en sudamérica y ha engrandecido el poder del Metal Chileno a ápices pocos conocidos.
En la última presentación, y luego de una extensa prueba de sonido, subió a destruir lo que quedaba de las ruinas de la Sala SCD la banda Animus mortis, la banda de Nicolas Onfray, el guitarrista de esta banda Black Metal grandiosa del confín patrio junto a su cofradía de hombres a cargo de los sonídos más misántropos y escabrosos de la noche. Ineffabilem en la segunda guitarra, Pablo Vera en el bajo, el reconocido Sidragath a cargo de los aullidos de media noche y Carlos Fuentes en las avasalladoras dobles pedaleras que con un impecable virtuosismo ejecutaba en el transcurso de los tracks. Fue un plenilunio post halloween el vivido con esta última banda en presentarse en el escenario de la SCD. Anunciaron en medio del show un posible lanzamiento de otro álbum el cual prometerá un intrínseco panorama oscuro y mórbido, la fantasmagoría desolación incrustada en un setlist cargado de filosofía. Y creo que la crítica es unánime en cuanto a que son una de las mejores bandas Black Metal con buen sentido y profundidad lírica del continente y - a pesar de la competencia extranjera - del mundo. Consistente espasmo con el que dejó demostrado, al igual que las dos bandas antecesoras, que Chile tiene excelente Metal para regodiarse sin restricciones.
La ceremonia de lanzamiento culminó con las palabras de los trabajólicos a tiempo completo del Metal Chileno, Raúl Apkalus, Cristián Valderrama, Ricardo Riveros y Raimundo Correa. Hablaba Apkalus que se vienen grandes cosas para Código Metal, que se sienten muy gratos por el apoyo del público y amistades latentes que, presentes o no, contribuyen con su apoyo al crecimiento de este tipo de iniciativas. También declararon un setlist de 30 horas de Metal Chileno sonando en Código Metal, cosa que no ha hecho nadie más. Se vienen grandes proezas para el Metal Chileno, tanto a nivel musical como a nivel de fanatismo. Como siempre se agradece a quienes apoyan el Metal nacional, escuchan las bandas, van a las tocatas, crean espacios de difusión, revistas, webzines, radios, espacios de blog, cuentas de Twitter, de Facebook, de Myspace, de Reverbnation, Soundcloud, podcast, livestream, etc, etc.
Finalizo este review con un gran abrazo a todos los que estvieron en la SCD, a quienes trabajaron en la producción, a los amigos de Código Metal, a mi compadre Raúl que es igual a Russ Anderson, a todos los músicos que tocaron esa noche, a todos los músicos que dan la pelea por el Metal y que sabiendo que es una wea difícil de llevar en pié, dan la pelea igual sin trastabillar. ¡Viva el Metal Chileno!