Una de las bandas ícono del metal gótico volvió a nuestro país por cuarta vez en promoción de su nuevo disco "Tragic Idol" que fue lanzado el 23 de Abril del presente. Esta vez la cita era en el Club Kmasú (ex-Cadillac) donde al ojo se deben haber albergado por lo menos más de mil personas en el recinto, que a la vez, no decepcionó.
Todo empezaba con los nacionales Poema Arcanvs y Mar de Grises, a los que lamentablemente me perdí por problemas de tiempo, pero por lo visto dejaron la vara muy alta por ser las bandas más emblemáticas dentro del genero en ámbito nacional.
A eso de las 21:30, media hora de retraso, las luces en el escenario se vuelven a un tono rojizo oscuro para darnos la intro "Desolate" en la que iban pasando uno por uno los integrantes de la banda; el último de ellos, Nick Holmes y se abren los fuegos con la muy cabeceable "Widow" en la que el sonido no era prácticamente perfecto, pero dentro del transcurso del concierto fue mejorando. Todo siguó adelante con "Honesty in Death" de su último álbum, que tiene una atmósfera que nos recuerda a su época de mediados de los 90's, totalmente distinto al caso del siguiente tema "Erased", un tema demasiado ganchero marcado por un sonido más moderno y así se abrió paso a "Enchantment" del imponente "Draconian Times" que sonó de maravilla y nos hizo un viaje en el tiempo por la era más dorada del quinteto británico, lamento que haya sido el único tema tocado del disco mencionado, pero no fue un factor que opacara la noche ya que fue todo una seguidilla de temas míticos de la banda, así como "Pity the Sadness", "As I Die", "One Second", "The Enemy", entre otros.
"Soul Courageous" fue un tema que extrañamente estuvo dentro del set list y que ha estado en toda la gira, a pesar de ser un tema vacilable, no es uno de los más relevantes de la época más electrónica de la banda. "No Celebration" fue una especie de "sorpresa" dentro del set, ya que en vez de este tema, en toda su gira interpretaban "Praise Lamented Shade", pero simplemente me pareció consecuente que le hayan dado pasó al tema de "Symbol of Life", un tema demasiado de radio que a mi gusto, es uno de mis favoritos de aquel disco. "In This We Dwell" y "Tragic Idol" fueron los temas de su nuevo disco que tocaron, en la que por experiencia personal, su canción homónima fue una de las que más canté y la que vi cierto reflejo de mi banda en aquella canción como una especie de influencia.
Todo se vuelve oscuro para que los británicos se den un respiro y den inicio a uno de los himnos de la banda: "Embers Fire" del "Icon" (1993) donde la guitarra de Greg se lució en medio de tappings y buenos solos efectos "wah- wah" que caracterizan el tema, sin duda, uno de los más gozado de anoche. Pronto se une su último single "Fear of Impending Hell" que se caracteriza por tener una atmósfera demasiado oscura y doomera, un gran acierto de la banda. Pronto vendría "Faith Divides Us- Death Unites Us", de su anterior disco del mismo nombre, que marcó la melancolía y la euforia de los fans al gritar VANQUISH THE PAIN!!. Todo termina, como se hacía esperar, con "Say Just Words" del "One Second" poniendo punto final a la noche.
Primero que nada, quisiera decir unas palabras con respecto a esta bandaza y su (a mi juicio) gran concierto que dieron anoche. Todo fue emocionante, ver a la banda más activa que nunca, marcando su potencial como verdaderos pioneros del género goth metal, que simplemente pateó cráneos en muchos de nosotros. Paradise Lost no es una banda de renombre aquí en Chile, pero la recepción que le dio el público anoche, demostró que aquí la escena Doom no defrauda, con un público totalmente europeo, donde cada uno gozaba teniendo su espacio cuadrado, sin empujones y sin mala onda, cosa que me di cuenta en el concierto de Therion, el público se está volviendo más europeo con respecto a esta área músical, en Chile ya no somos los desadaptados de antes, como sucedió cuando Paradise Lost vino en 1995 al Monster of Rock donde los tapizaron en pollos. Esos tiempos se han acabado, lo de anoche fue simplemente espectacular, estas son las verdaderas bandas de metal, las que se mantienen a un margen y no dejan de ser sorprendentes y que no dejan de ser "mainstream" como muchas bandas thrash y heavy. A mi juicio, hay que llegar a un cierto nivel de madurez para poder escuchar este tipo de bandas y es por eso que con el paso del tiempo se vuelven más y más grandes en su margen y llegan a ser de culto. Ahora podré morir feliz el 21 de Diciembre.