#CD Review: Midnight - No Mercy for Mayhem.

PURE ROTTING NOISE!



Huevos. Banda con actitud, superioridad, creatividad, desplante y crudeza. Me dije “esta mierda es Metal” y cabecee el álbum completo.
Conocí a Midnight hace un par de años con su primer LP Satanic Royalty. Escuché un tema que colgaron en una página de Facebook llamada Metal Maniacs, de la que formo parte y prendí. Creo que el tema fue “Black Rock n’ Roll”, proveniente de uno de sus innumerables EPs. Midnight es una banda-de-un-solo-hombre que fue formada como proyecto paralelo en solitario de Athenar (Jameson Walters), cuando este aun tocaba en Boulder. Se dedicó netamente a la producción de EPs y splits, con el fin de alcanzar una amplia cobertura de sus canciones, que no eran pocas. Ser un one-man-band te da ciertas ventajas a la hora de producir: No tienes que coordinar con demás miembros para una grabación, ni tampoco se presentan esas diferencias de opinión acerca del sonido que debe tener un disco o una canción. Tan solo vas y grabas lo que te sale del alma esteparia.



Athenar es un tipo con experiencia en bandas que siempre se han destacado por su velocidad. Es por eso que cuando hablamos de Midnight no hablamos de Doom ni boleros, sino que de relampagueantes sonidos crudos hechos como se deben. El 2014 Midnight lanzó su más reciente LP “No Mercy for Mayhem”, obra de calidad pareja con su trabajo anterior, aunque distinta en sonido. Athenar no apostó por algo muy distinto a sus trabajos anteriores, sin embargo su propuesta tiene algunos giros en cuanto a estructura del disco y de gestión del caos (esa es nueva) que lo ponen en un plano mucho más equilibrado y a la vez complejo. Su propuesta de Black Rock n’ Roll sigue intacta,  y su espíritu maligno es digno de orgullo del propio Lucifer. Sin embargo esta vez mezclo – para bien
más que para mal – influencias de otras bandas menos tóxicas como Ghost (pero con violencia) y cortes fenomenales rockeros a cagar.


The Mercy Curse y Evil Like a Knife, un intro afilado y una intervención de velocidad relampagueantes apetitosas. Rock and Roll crudo y bastardo, como Venom manda, al comando de una abrumante sensación de frenesí. La violencia (la “Mayhem” de la hueá) se estampa con Prowling Leather, temazo cuyos cortes de sonido son existenciales, se viven como si fuera fuego interno, exasperación silenciosa. Es más galopante, pero heavy y blasfemo, como nos gusta a los fans de lo oscuro. Luego viene el homónimo No Mercy for Mayhem, y ese sí que es un vals de la muerte. Lento, heavymetaleado pero oscuro, como una caminata de la mano con la polola por una fosa común, hueón. Es divertido, hasta placentera aquella pausa que hace distinguir este disco de otros que recurren sólo a la velocidad y prepotencia. Midnight con este tema deja en claro que no hay que depender de los blast beats ni la velocidad para sonar brutal y violento.


The Final Rape of Night es uno de los temas que más me gustan del disco. Es coreado, rápido, majestuoso, hasta tiene ese aire de camadería que te hace correr cura’o y abraza’o a un chascón que no conoces ni en pintura por el mosh. Además que es cortito y te prende, te trae de vuelta a ese mundo maldito en el que te has estado sumergiendo durante 10 minutos. Degradation es otro tema que viene de golpe al terminar el anterior: harto grito, harto solo de guitarra. “Pure rotten noise falls for your tongue” (Aplíque al gugul traductor), algo así refleja el tema en cuestiones de líricas, dentro de un ritmo más cargado al HardRock, al igual que su sucesor Woman on Flames, que es de la misma cepa. Este último no es un tema que me guste mucho. Try Suicide es tan sexy como una Suicide Girl. Es más Rock n’ Roll de carretera, calza su ritmo como Johnny Cash en los camioneros de la Pampa. El solo de esta canción es meritorio, para nada una muestra mediocre, sino más bien un pasaje complementario como el porno en el motel. Cómo el disco no es conceptual para nada y tampoco pretende dar descanso a las pailas, viene en una tonalidad distinta e incómoda, pero buena, la canción Whiplash Disaster.


A estas alturas estoy quemando los últimos restos de humanidad que existen en mí, y cada célula de mi cuerpo sufre una necropsia (esto es metafórico por si acaso). Igual extraño los sonidos impunes del velocímetro que al comienzo se aprecian. En su lugar disfruto de las guitarras distorcionadas que hacen bocetos de maldad. De Agressive Crucifixion sólo me gusta la letra, poética de lo blasfemo, un dedo en la herida, un recuento del sufrimiento por el Nazareno, cruel y violento, denso, como pasta de yeso. También el final de este tema es exquisito, no les haré spoilers, escuchen la hueá. El último tema, pero no menos importante es un epílogo de fuerza y destrucción: Destroy Tsunami’s Power. El tema favorito de Bachelet (chiste político) es también mi tema favorito, aunque no sé si es porque es realmente bueno o si es porque no escuchaba un tema veloz desde hace 5 canciones. De todas formas es un tema muy histriónico que incluso tiene un interludio de guitarras como las de una sirena de alarmas. Bien pensado. Avasallador remate, ahoga tu sed de violencia.





Concluyendo, tremendo disco en estructura y fuerza. Midnight hace Rock n’ Roll a la antigua: Crudo, blasfemo y bien charrasqueado. Actitud, aquí hay lecciones completas de cojones en 36 minutos. Este disco está en formato CD doble. En el CD 1 vienen todos los temas que les comenté, en el CD 2 está un compilatorio de temas antiguos de Midnight. PURE ROTTEN NOISE!