Nada más propicio que una fría noche santiaguina amparándonos para presenciar a una de las bandas más potentes del Death Metal con una dilatada carrera musical en sus hombros, pero con todo un público a sus pies. Los estadounidenses Nile se presentaban por tercera vez en nuestro país, luego de dos exitosos pasos comenzando por el extinto Metal Fest 2013, y ese mismo año en diciembre en el Caupolicán. Sin embargo, la noche del 14 de mayo la cita se concretó en la Kmasú Premiere, un lugar que ya es habitual este tipo de conciertos donde esperamos que todo sea brutal, tanto la arriba como abajo del escenario.
A eso de las 21:00 horas se abrían las cortinas y los nacionales Thy Serpent’s Cult abrían los fuegos. Lamentablemente el sonido no los acompañó mucho, con un sonido pobre y una batería inaudible, aunque no equiparaba su gran puesta en escena y entrega de un Death Metal demoledor que de no haber sido por el pobre sonido habría sido algo majestuoso y un manjar para los oídos. A pesar de todas las falencias acústicas, la banda contiene una propuesta prometedora y muy profesional. No de lo mismo se podría hablar de Melektaus, que poseen una trayectoria más extensa -y esta vez con un sonido mejorado-nos deleitaron con un metal totalmente demoledor, pareciendo que el recinto se iría a venir abajo en algún momento, los tipos sabían ponerle, y el público los vitoreó por su gran presentación y por estar al nivel de un show internacional.
A eso de las 23:00 horas, el recinto se oscurece al son de “Dusk Falls Uponthe Temple of the Serpent on the Mount of Sunrise”, una intro bastante melodiosa que nos deparaba para el sonido más demoledor que puede existir en toda la faz de la Tierra. Lo más oscuro y profano de la cultura egipcia se dio con “Sacrifice Unto Sebek” demoliendo más de un tímpano y provocando la repentina reacción del público creando un moshpit apenas se iniciaba el show de los norteamericanos. Cuántos adjetivos se les podrían asociar las siguientes canciones que se venían durante la noche, ya que ‘demoledor’ no sería suficiente con toda la capacidad que traía la banda, que ha llegado a su apogeo total y con un virtuosismo que ningún otro tiene. Si canciones de su última entrega At the Gate of Sethu ya se han incluido dentro de los clásicos de la banda, “Supreme Humanism of Megalomania” y “The Inevitable Degradation of Flesh” son temas que estuvieron a la altura de clásicos como “The Howling of the Jinn”, “Defiling the Gates of Ishtar” o “Sarcophagus”, que demolieron cráneos y calentaron la fría noche capitalina. Todo transcurrió muy rápido, ya que casi no hubo espacio entre un tema y otro, lo que hizo que el show se hiciera demasiado corto alcanzando casi la hora y cuarto, pero qué más se les puede pedir si estos tipos lo dan todo en el escenario, sobre todo George Kollias, baterista de la banda, que es un espectáculo aparte ver su forma de dominar los tambores. Sin lugar a dudas, un show increíble, una escuela de brutalidad nos traía Nile al país poniendo punto final con “Black Seed of Vengeance” de la forma más sólida posible y dejando a todo el mundo satisfecho en una jornada bastante cargada de brutalidad metalera
Review escrito por: Daniel Arias
Fotos cortesía de: Roberto Llanos.
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