#Cd Review: Motörhead-Bad Magic




Cuarenta años en la carretera. 20 de ellos con una alineación que no siente el paso del tiempo. Y su líder, Ian Fraser Kilmister, el jefe de la pandilla, no se ha dejado avasallar por los constantes problemas de salud que, incluso, lo alejaron de los escenarios durante gran parte del año pasado. Ad portas de llegar a las 7 décadas, cuando muchos piensan en el retiro, lo de Lemmy es un ejemplo de que la edad no es excusa para dejar de lado un estilo de vida que va más allá de la música. Y qué mejor manera de graficarlo que con "Bad Magic", trabajo de estudio número 22 en el catálogo de un trío cuya reserva de energía se mantiene inagotable.

Producido por Cameron Webb, colaborador de la banda desde aquel notable "Inferno" (2004), "Bad Magic" suena a Motörhead donde se le mire. Apenas pasaron dos años desde el reciente "Aftershock" y a pesar del delicado estado de salud del Jefe, no hay tiempo que perder cuando la energía y la inspiración siguen latentes. El resultado: una descarga eléctrica de alto voltaje, en la que el Rock n Roll, el Metal y el Blues forman una combinación altamente inflamable. Más aún cuando se trata de una agrupación que logra semejante efecto de manera espontanea, natural, sin necesidad de sorprender. Un álbum hecho para los fans: Rock n' Roll 'mala leche', con olor a calle, para disfrutaren compañía de una cerveza bien helada y con los parlantes retumbando al punto de hacerte vibrar los huesos.

'Victory Or Die', el corte inicial, se deja caer como un martillazo sobre el cráneo. Sabemos que a Lemmy le desagrada que los cataloguen como Heavy Metal, pero con semejante riff principal (cierto aroma a los Judas Priest de inicios de los '80), imposible no desconocer la influencia de Motörhead en el género por más de 40 años. Un despliegue de energía que quisiera cualquier adolescente, así como un título y letras que reflejan el pensamiento de Lemmy ante la sugerencia del retiro por parte de los médicos: si le van a bajar de los escenarios, que sea en una urna de madera.A matar o morir. Luego, el single 'Thunder & Lightning', una mortífera descarga de metralla que no deja títere con cabeza. Brutal, veloz, letal como un rayo que golpea la tierra y la hace arder. Además de la voz incombustible de Lemmy, la labor del eterno Phil Campbell en las seis cuerdas es tan sencilla como efectivam minimalismo puro, no sobra ni falta nada.

Bajamos un poco las revoluciones, pero sin bajar el nivel, con 'Fire Storm Hotel', un mid-tempo con un riff musculoso y amenazante. Un corte ganchero y "vacilón", hecho para tocar y disfrutar en vivo. El que le sigue, "Shoot Out All of Your Lights", sigue en la misma línea que el corte anterior, pero más agresivo, con Mikkey Dee luciéndose con el doble pedal, ejecutando una sección rítmica que nos recuerda claramente a 'Sacrifice', el track que le dio título a aquel memorable trabajo que cumple 20 años por estos días, pero con un sonido que permite apreciar cada golpe dentro de todo aquel caos sonoro. A sus 51 años, el sueco exhibe una energía fuera de lo común, así como una técnica inspirada en referentes de la talla de Ian Paice y el legendario Cozy Powell

La intro de 'The Devil' recrea el sonido de un bombardero en picada y da paso a un corte con clara inspiración en AC/DC, con la participación especial de Brian May (Queen), quien se despacha un solo breve pero electrizante. El voltaje sube desmesuradamente con 'Electricity',una descarga precisa y vital de Rock n' Roll equivalente a una dosis de cafeína por vía intravenosa. Pura actitud canalizada, dejando en claro la importancia de Cameron Webb como productor en los últimos 10 años. El Rock n' Roll sucio de Motörhead no acepta grises; lo amas o lo odias. Y esa suciedad es la que sale a relucir en ‘Evil Eye’, con una intro tribal por parte de un Mikkey Dee que saca a relucir sus pergaminos como uno de los bateristas más contundentes de los últimos 30 años. Notable la voz de Lemmy en los coros; el registro vocal más bajo en lo posible, pero denotando esa actitud despiadada y callejera que se convirtió en la marca registrada de los “cabeza de motor” por casi 4 décadas. La carnicería sigue con ‘Teach Them How to Bleed’, previa una breve y blusera intro de bajo que da inicio a otra descarga de metralla. Vuelvo a destacar a Mikkey Dee, un baterista completo, no sólo en el lucimiento personal, sino también como complemento perfecto en la sección rítmica conformada junto al eterno Lemmy, mientras la guitarra de Campbell se vuelve un lanzallamas que hace arder todo a su paso . En la parte final de la canción, una sección de blues, suficiente para entender la raíz del sonido de una banda que solo pretende hacer Rock n Roll en su estado más puro, pero con la mayor distorsión y volumen (im)posible.

‘Till The End’ marca el momento “romántico” del álbum. Una balada melancólica y sentida, pero manteniendo el volumen al tope. El solo de Phil Campbell se puede describir en dos palabras: PURO SENTIMIENTO. En ‘Tell Me Who To Kill’, el trío vuelve a pisar el acelerador mediante un riff poderoso  y aplastante. La voz de Lemmy da la impresión de que se le arrancara el alma en cada verso, sobre todo en los coros y la parte final del tema. Eso es Rock n Roll en toda su definición: pasión, actitud, sangre, graficado en el estudio como suelen hacerlo las leyendas por mérito propio. 'Choking on Your Screams' nos muestra el lado más "oscuro" de la máquina infernal liderada por un Lemmy cuya voz se siente amenazante y sombría. Pero las nubes amenazantes se despejan para dar paso a una radiante y movida 'When he Sky Comes Looking for You', una autentica muestra de "Heavy-Blues", con ese toque “vintage”que ZZ Top dejó extraviado en alguna parte de los años '70 y que ha intentado recuperar sin éxito en sus recientes trabajos. Comparación necesaria si tomamos en cuenta que Motörhead es una máquina de Rock n' Roll en su estado más puro, incólume ante lo que dicten las modas. Y llegamos al final con una particular versión de 'Sympathy For The Devil' (original de The Rolling Stones), con Phil Campbell reescribiendo, de manera sustancial, el trabajo de su influencia más directa, el “mito viviente” Keith Richards.
Si es lo mejor que han hecho los londinenses durante los últimos años o no, es algo que no vale la pena debatir a estas alturas. "Bad Magic" es un ejemplo claro de que Motörhead es una banda que se debe a sus fans, quienes pueden disfrutar, por un tiempo más (¿Unos meses? ¿Un par de años? Debemos ser realistas),de la capacidad destructiva de esta Máquina Infernal. Puede que Lemmy haya dejado el Jack Daniel's (después de 30 años), pero sigue siendo un canalla de bajatalante.Después de 40 años, aún permanece esa esencia venenosa a laque la gente "de bien" tanto teme. Rock n' Roll, un veneno letal a prueba de antídotos.

Tracklist:
01. Victory or Die
02. Thunder & Lightning
03. Fire Storm Hotel
04. Shoot Out all of Your Lights
05. The Devil
06. Electricity
07. Evil Eye
08. Teach Them How to Bleed
09. Till the End
10. Tell Me Who to Kill
11. Choking on Your Screams
12.When the Sky Comes Looking For You
13. Sympathy for the Devil (The Rolling Stones Cover)

Escrito por: Claudio Miranda

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