Es difícil mantener la objetividad cuando uno se refiere a
Kiss. Desde aquellos maquillajes que los hace parte de la cultura popular de
los últimos 40 años hasta la pirotecnia sin igual en cada show. Y en el caso de
sus integrantes, más allá de las preferencias personales, no conozco niño
alguno (entre los que me incluyo) que no se haya dejado intimidar por aquel
demonio que cada noche vomitaba sangre, lucía la lengua con mirada siniestra y
escupía fuego entre medio de toda aquella parafernalia de luces, fuegos
artificiales y Rock n Roll. Detrás de aquel maquillaje y artefactos similares
se escondía (hasta 1983) el rostro de un sujeto cuya habilidad en el bajo era
limitada y no era precisamente un modelo de "belleza", pero cuya
personalidad conquistaría tanto a las chicas como llamaría la atención de los
medios.
Nacido en Haifa
(Israel) el 20 de agosto de 1949, Chaim Witz emigró junto a su madre a Nueva
York a la edad de 8 años. Descendiente de sobrevivientes al Holocausto judío y
en busca de mejores oportunidades en medio de la extrema pobreza, Chaim decide
adoptar el apellido materno y cambia su nombre a Eugene Klein. Años más tarde,
poco antes de empezar su carrera musical, se desempeñaría como editor en una
revista de modas y, meses después, como profesor en un curso de niños de Sexto
Grado. Pero, por entonces, la influencia de The Beatles fue decisiva en la real
vocación del joven Eugene. En pleno auge de la Beatlemania, la aparición del
cuarteto de Liverpool en el show de Ed Sullivan durante la primera visita a
suelo norteamericano, como a muchos niños de la época, provocó un gran impacto.
Aquellos chicos de pelo largo, desde la nada misma (como diría el propio Gene
hace unos años), podían tocar semejante música , y eso es más que revelador.
Sus inicios como
músico no estuvieron exentos de dificultades, sobretodo económicas, al punto de
tener que desempeñar trabajos esporádicos al mismo tiempo que ocupaba tiempo en
las bandas que integraba. En 1970 forma Wicked Lester junto a Stanley Harvey
Eisen (más tarde conocido como Paul Stanley). Disconformes con el sonido de la
banda, y ante la imposibilidad de despedir a los demás integrantes, Eugene y Stanley
deciden renunciar y formar su propio proyecto. Uno que iría más allá de la
música. Es así como el joven Eugene adopta el nombre de Gene Simmons, y junto a
Stanley ("Star Child"), el guitarrista Ace Frehley ("Space
Man") y Peter Criss en batería ("The Cat Man") forman Kiss, un
grupo de cuatro sujetos enmascarados y caracterizados de acuerdo a sus
personalidades. En el caso de Gene, "The Demon" pasaría a ser un
favorito de muchos niños que no se podían creer lo que veían sobre el
escenario: un demonio disparando fuego y escupiendo sangre.
En 1975, Kiss cuenta
con 3 discos de estudio editados y ya se ha hecho una reputación como
espectáculo, al punto de opacar a aquellas bandas teloneadas por ellos. Sin
embargo, las bajas ventas y la pobre calidad de las canciones compuestas tienen
al sello Casablanca en la bancarrota, lo cual se revertiría con
"Alive!", aquel álbum en vivo que marcaría a fuego el éxito que
obtendría el cuarteto a partir de esos años. Si bien Paul era el compositor
principal (a pesar de que en los créditos aparecía la firma Simmons/Stanley),
Simmons era un rostro que atraía a adolescentes y aterrorizaba a los padres,
quienes veían en Kiss una influencia negativa y satánica hacia la juventud
("publicidad" perfecta para muchas bandas en esos años como Black
Sabbath y AC/DC). El camino hacia el éxito se empezaba a abrir para los
enmascarados, pero Gene iría más allá. Su gusto por las mujeres se veía
compensado en su condición de estrella de Rock. A ello, se puede sumar una
"carrera" actoral que lo llevó a participar en peliculas de culto
como Runaway (1983, protagonizada por Tom Selleck) y Trick Or Treat (1986), así
como fue invitado estelar en algún episodio de Miami Vice, la serie policial de
moda por esos años. Gene quería ser famoso y cuando el cuarteto decide sacarse
el maquillaje, se consolida como una celebridad, incluso más allá del Rock.
Sin embargo, todo
aquel éxito le valió (hasta hoy) ganarse una legión de detractores que lo veían
como un oportunista sin escrúpulos, así como el hecho de que se jactara
públicamente de su éxito arrollador con las féminas. Aquel oportunismo que hizo
de Kiss en una marca de preservativos, comida rápida y ataúdes, algo aberrante
para quienes veían cómo el Rock n Roll generaba recursos más allá de la música
y los conciertos. Gene Simmons, era estrella de Rock, actor y, además,
empresario. Y uno, por cierto, bastante exitoso.
Además de lo
mencionado en el párrafo anterior, aquella lengua larga que formaría parte de
su imagen no conoce de protocolos. A sus declaraciones respecto a su record de...
4.600 mujeres con quienes se acostó, se suman aquellas en las que, por ejemplo,
describió el Islam como una cultura vil y retrógrada debido al trato hacia las
mujeres. Pero la más reciente data de hace un año, cuando aseguró que el Rock n
Roll estaba "muerto" debido a que no existe ninguna otra banda capaz
de remover la industria como lo hicieron ellos o alguno de sus contemporáneos. Palabras
que no sentaron nada bien en el medio, sobretodo entre sus colegas músicos como
Dee Snider, quien le "recordó" públicamente a Simmons el secreto del
éxito de Kiss.
Como dije al
principio, es difícil hablar de Kiss y aquello relacionado desde lo
estrictamente musical, pero, más allá de toda esa parafernalia, debemos (por
nombrar sólo unos pocos entre todo el catálogo kissero) aquellos himnos interpretados
por Simmons como ´Nothing To Lose' (oda al sexo anal, pura poesía), la stoniana
'Deuce', el emblemático 'Rock n Roll All Nite' y aquella monstruosa pieza
llamada 'God Of Thunder', en la que Simmons, como cantante se hace sentir como
una gran bestia omnipotente que no deja nada a su paso. Otra interpretación
magistral es la que se despacha en 'I Love It Loud', con un videoclip (el
último con maquillaje y Ace Frehley en
las 6 cuerdas hasta la reunión a mediados de los '90) en el que luce su icónico
bajo en forma de hacha. Mención aparte para la autorreferente 'Calling Dr
Love', con una interpretación y letras que retratan el descaro de un tipo que
no tiene nada que ocultar. Para la anécdota, su debut solista en 1978, con una
propuesta desconcertante: el Demonio, en solitario, sonando como Elton John,
pero sin mucho entusiasmo entre los fans más rockeros del cuarteto neoyorkino.
Podríamos dedicarle
decenas de párrafos a todo aquello relacionado con la figura de Gene Simmons,
por motivos ya expuestos y más. No me referiré a su famoso reality, porque,
simplemente, no lo he visto ni me interesan esos shows televisivos que exponen
la vida privada de los famosos. Se le ama o se le odia por igual, pero pocos
tipos la supieron hacer como el controvertido bajista y vocalista. El niño que
venía escapando de la pobreza de su tierra natal, llegó a EE.UU. en busca de
oportunidades, por supuesto bien aprovechadas y se volvería músico. Y aquel
músico de rostro poco agraciado con mirada demoníaca, sobre el escenario se
volvió un Dios del Trueno, a quien sus devotos fans, cada noche, le piden lo
mejor...y lo tienen.
Escrito por: Claudio Miranda
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