Es el álbum de Thrash Metal más esperado del año, con amplias expectativas luego de algunos lanzamientos oficiales de su single homónimo "Repentless" y "You against you". Puede que Repentless signifique para Slayer convertirse en la real leyenda del Thrash Metal más sádico y violento de la historia. Aun no sabemos cual será la recepción del público, pero tengo mi propia percepción.
Este no es cualquier disco que lanza una banda, esta es la maldita perfección drenando por las venas de todo el mundo. ¡Esto es Slayer tomando el control! Con su undécimo álbum, a su vez, el primero sin Jeff Hanemann (Q.E.P.D). Tenemos una alineación original compuesta por Tom Araya, Kerry King y Paul Bostaph junto a la contundente participación de Gary Holt en las guitarras líderes.
En la temática del disco encontramos líricas que cubren perfectamente los desastres terrenales del mundo real, con la ausencia de un Dios generoso, o la intención de un Dios despiadado. Slayer juega con esos dos papeles de Dios, al igual que en God Hate Us All, solo que aquí de una forma mucho mejor. Slayer nos tiene acostumbrados a letras despiadadas de deshumanidad o de ingenuos cristianos. Bien, aquí se pueden encontrar las 2 temáticas en una misma canción y eso es algo impactante.
El sonido es lo mejor del disco. La composición de los temas nos remonta a tiempos del Hell Awaits, junto al sonido moderno y bien manufacturado que intencionadamente agudiza algunos temas para manifestar el caos, profundiza el sonido de otras canciones para manifestar un infierno en guerra. El juego con los tonos es impresionante y está dentro de lo técnicamente sádico que destacamos.
La participación de Gary Holt en el disco es increíblemente notoria y contundente, con solos particularmente veloces acuñados a su estilo en Exodus, junto a un Kerry King que distorsiona en segunda posición los solos más despiadados. Gary ya lleva tiempo tocando junto a Slayer, lo que inclusive ha dado pie para que se especule acerca de su integro oficial.
Con respecto a Paul Bostaph, se expeculó mucho de que no alcanzaría el nivel de Lombardo en la participación de Slayer. En cierta medida esto fue cierto, pues Paul Bostaph hizo algo totalmente distinto a Dave, por lo que no hay más punto de comparación entre ellos. Paul Bostaph en este disco dejó su alma, quiso ser el baterista más pesado de Slayer, y se siente como si sus baquetas fueran de acero de carbono. Es realmente un deleite su participación. Ve el vídeo de Paul Bostaph grabando Repentless.
La estructura del disco transcurre canción por canción sin dar respiros ni pausas. Slayer les enseña a las bandas de la nueva escuela cómo se diseña un álbum de Thrash Metal con cojones. Prácticamente es un referente de nivel y este disco ha dejado la vara muy alta.
En términos concretos, Slayer ha superado sus barreras, creando un disco que aturde, repesenta el panorama mundial y además lo hace con su característica agresión moral y violencia lírica. No es en nada parecido a los discos que ha venido haciendo desde el Diabolus in Musica hasta el World Painted Blood. Esto es como el cáliz de la sangre de Satán, y, en el peor de los casos, un charchazo de King Kong en tu nuca. Yo recomiendo este disco, así que si tienen dinero guardado, inviértanlo en adquirir esta pieza de 42 minutos de duración, que será lanzada oficialmente el 11 de Septiembre (buena fecha, ¿no?). El arrepentimiento está en no escucharlo. Repentless, seguramente, es el mejor disco de Thrash Metal del año.
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