#LiveReview: Blind Guardian: "Viaje al otro lado del espejo"



La cuarta visita de Blind Guardian por tierras nacionales tuvo un sabor de revancha no solo para la propia banda germana, sino especialmente para los fans. Entre el glorioso debut en el antiguo Teatro Providencia (2002) y su segundo encuentro con los fans nacionales en el Teatro Caupolicán (2011), hubo toda una generación que creyó imposible tanto una segunda vez, como, en el caso de los más jóvenes, la oportunidad de vivir esta experiencia en directo. A eso podemos agregar el escaso público que asistió el 2011, como también el set (compuesto por clásicos, en su mayoría) que la banda armó para su performance de 45 minutos durante la primera edición del extinto Metal Fest al año siguiente. Minutaje insuficiente para los fans iniciados, quienes saben perfectamente que, reitero, Blind Guardian en vivo es una experiencia en la que el público se entrega ante la magia y poder de una agrupación cuyo Universo y mística va mucho más allá de la música.


Aquellos factores mencionados se pudieron graficar desde las 21 horas en punto, cuando se apagan las luces y, seguido, la intro que da lasp a ‘The Ninth Wave’, la canción que también da inicio a su reciente LP, el notable “Beyond The Red Mirror”, editado este año. Todo esto mientras aparece la banda alemana en escena, ante la euforia de una fanaticada que se convertiría en protagonista hasta el último acorde del show. Un cuarteto en gran forma tanto técnica como en cuanto a la puesta en escena, en especial Hansi Kurschman, quien luce unos 49 años bien llevados, y un registro que sigue intacto y aún capaz de levantar  a todo un ejército, así como el carisma que lo ha hecho un héroe detrás de su papel de juglar. El sonido fue mejorando con los minutos, pero fue suficiente como para apreciar la calidad técnica de los alemanes y el cómo han sido capaces de evolucionar y expandir sus fronteras sin renegar jamás de sus raíces, lo que quedaría en evidencia con ‘Banish From Sactuary’, rescatada del lejano “Follow The Blind”. La respuesta del público no se hace esperar: desde el moshpit en la cancha hasta todas esas voces entonando cada verso como un himno de toda la vida. El trabajo en las seis cuerdas por parte de los históricos André Olbrich y Marcus Siepen se vuelve un despliegue de poder y técnica contundente, respaldados por la apabullante base rítmica compuesta por el incombustible baterista Frederik Ehmke y Barend Courbois, cuyo desempeño en el bajo, a pesar de ser  “solo” músico de acompañamiento, lo hace un componente más dentro de la comunidad del Guardián.


Luego de la euforia inicial y los saludos de Hansi al público, los primeros acordes de la clásica ‘Nightfall’ marcan el primer gran momento emotivo para un público unido en un solo coro, por lo que el frontman alemán no deja de sonreír. Como diría poco después el mismo Hansi, era una noche para registrarla en un próximo álbum en vivo (esperemos que sea así en el futuro). A continuación, suenan seguidas ‘Fly’ (del extraño y desconcertante “A Twist In The Myth”, ‘Tanelorn’ (del LP “At The Edge Of Time”) y ‘Prophecies’ (del mencionado “Beyond The Red Mirror”). Si bien conforman un tramo enfocado más en el presente, el show no decae jamás su intensidad. Todo lo contrario: la recepción de aquellos cortes por parte del público ratifica la capacidad que tiene Blind Guardian de mantenerse frescos e innovadores sin desteñir respecto a sus años dorados. Los bardos poseen un catálogo que resiste el paso del tiempo y el nivel técnico-creativo alcanzado en sus trabajos recientes llega a ser descomunal.


Luego de una breve incursión por el presente, se vendría una seguidilla de clásicos con el que el fan más duro se puede sentir complacido de por vida. Partiendo por ‘The Last Candle’, cuyo poder en vivo alcanza ribetes monumentales y emotivos, sobretodo en el coro final, ¡con el público cantando a todo pulmón por más de 5 minutos, sin parar! Aquel nivel de devoción se haría notar también en ‘Lord Of The Rings’, presentada por Hansi haciendo referencia, obviamente, al Universo literario creado por J.R.R. Tolkien. La dureza del Heavy Metal con la dosis precisa de sutilidad, suficiente como para generar aquella atmósfera épica que se volvería la marca registrada de los bardos. Efecto similar es el que se hace sentir con los primeros acordes de ‘Mordred’s Song’, cuyos pasajes sonoros evocan el dramatismo y emoción con el que una canción se vuelve un himno, un canto de guerra. Y del drama pasamos a la fantasía real de ‘Imaginations From The Other Side’, aquel trabajo que no solo le da título a su quinta placa en estudio (cumplió dos décadas este año), sino que definió la ambición musical de Blind Guardian, al punto de expandir fronteras desconocidas para quienes le temían a lo que pudiera haber más allá de lo conocido. Un coro que se hace sentir en cada rincón del recinto de la calle San Diego. A destacar en este pasaje el papel de Frederik Ehmke, quien, a pesar de la contundencia demostrada durante toda la performance, es en ‘Imaginations…’ cuando hace gala de sus capacidades como baterista. Una máquina incombustible que domina los tiempos a su antojo sin opacar en ningún momento a sus compañeros.


Luego de poco más de 1 hora, la banda se despide ante un público aún sediento de poder y magia. Y al cabo de unos segundos, vuelve al escenario de la mano de ‘Sacred Worlds’ y ‘Twilight Of The Gods’. Y, luego del último repaso por los tiempos recientes, la fiesta se enciende con el himno de Blind Guardian y del Metal Alemán de los últimos 20 años: la épica y emotiva ‘Valhalla’. Momento perfecto para reafirmar más que nunca la comunión existente entre los bardos y su fiel ‘hinchada’. Porque, a excepción de bandas como Iron Maiden, solo Blind Guardian posee esa virtud de transformar a sus fans en guerreros bravos, dispuestos a morir en pleno campo de batalla. Valhalla, en la mitología germana, es el paraíso de los caídos en combate y sus fans se lo toman en serio. André Olbrich y Marcus Siepen (independiente de que Olbrich sea el encargado de los solos y Siepen el encargado del ritmo y la intensidad) ratifican su fama de incendiarios, incluso sin necesidad de moverse tanto sobre el escenario. El coro entonado a capella por el público en la parte final le saca lágrimas de emoción hasta al menos cercano a la música de los bardos.


El final llega con un pack de ‘grandes éxitos’ con pasajes sonoros diversos en apariencia, pero que remarcan la experiencia de Blind Guardian en vivo al punto de transportarnos a otras dimensiones, otras épocas, donde lo fantástico se vuelve real. Primero con la épica ‘The Script For My Requiem’ y esos coros que se cantan a todo pulmón y con el puño en alto. El trabajo de Siepen en los coros, notable, al igual que la del tecladista invitado Mi Schüren, quien su bajo perfil no le impide ser partícipe fundamental al momento de generar esas atmósferas que conforman una suerte de preludio para la banda sonora ideal de cualquier combate de proporciones dantescas. Luego, a pedido del público, el moshpit en la cancha se convierte en un espectáculo aparte con la más thrasher ‘Majesty’
Aquí hay un punto a destacar: como hemos mencionado, Blind Guardian nunca renegó de sus raíces a pesar de la vocación sinfónica demostrada en trabajos como “Imaginations…” y el conceptual “Nightfall In Middle-Eath”. ‘Majesty’, extraída del debut de 1988 “Battalions Of Fear’ es una clara muestra de Heavy-Speed Metal químicamente puro. Aclaración necesaria tratándose de una banda que, en los ’90, fue encasillada bajo el concepto de ‘Power-Metal’. Gran error: Blind Guardian, desde sus inicios, ha conservado sus principios tanto en su propuesta sonora como en contenido, incluso a pesar de las tendencias que predominaron durante los años en que registraron sus mejores trabajos. De la locura total pasamos a la melancolía de ‘The Bard’s Song – In TheForest’, con un Teatro Cariola entonando al unísono el que, hasta hoy, es un infaltable dentro del set. Momento que confirma la localía absoluta de los alemanes por parte de los fans nacionales. Y el final con la aplastante ‘Mirror Mirror’ (precisamente del mencionado “Nightfall In Middle-Earth”) confirma aquella mística que, con los años ha cobrado cada vez más fuerza entre sus fieles fans. Un broche de oro para poco más de dos horas repletas de himnos cantados a todo pulmón por un público que, por momentos, dejó boquiabierto al mismo Hansi, quien, en cierto pasajes del show, le cedió su condición de voz líder a los poco más de mil fanáticos que se sabían cada línea, cada verso. Un fanatismo cuya fuerza se hace más latente con el tiempo.

Si es el mejor show o no que ha brindado Blind Guardian en territorio nacional, eso quedará para el debate posterior. Lo cierto es que la noche del Viernes 16 de Octubre, un ejército conformado por hobbits y elfos, unidos todos en una sola voz, encontraron el portal que unía el mundo real con el de la Tierra Media, el país de Nunca Jamás. El espejo en cuyo reflejo Peter Pan, Legolás y el Hombre de Hojalata son seres reales, de carne y hueso. Si alguien no lo cree, está invitado a atravesar el otro lado del espejo al anochecer.

Setlist:
  1. The Ninth Wave 
  2. Banish from Sanctuary 
  3. Nightfall 
  4. Fly 
  5. Tanelorn (Into the Void) 
  6. Prophecies 
  7. The Last Candle 
  8. Lord of the Rings 
  9. Time Stands Still (at the Iron Hill) 
  10. Mordred's Song 
  11. Imaginations from the Other Side 
  12. Sacred Worlds 
  13. Twilight of the Gods 
  14. Valhalla 
  15. The Script for My Requiem 
  16. The Bard's Song - In the Forest 
  17. Majesty 
  18. Mirror Mirror 





Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Diego Pino

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4 Comentarios

  1. Si mal no recuerdo, Blind Guardian nunca se presentó en el teatro Providencia. Su primera vez fue en el Estadio Víctor Jara, y teloneo Six Magics.

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    1. Nose a que concierto fue, yo los ví en el Victor Jara (Ex.Estadio Chile), y nunca podré olvidarlo dado que la puesta en escena fue lateral, y así primera vez que se escuchabien ese Gimnasio, fue un Setlist de Antología y ahora esperando quinta vez verlo ojo y la segunda fue en el METALFEST, la tercera en el Caupolican y la Cuarta en el Cariola. El tipo que escribe no sabe absolutamente nada, ademas si no sabe que Googlee.

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  2. Exactamente, nunca fue en el teatro providencia...de hecho ahí creo q aún se llamaba estadio chile

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  3. Que comentario lleno de Ignorancia

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