Si la jornada del día viernes 6 de noviembre quedó marcada por la variedad y la actitud de un género que se resiste
a los convencionalismos, la jornada del día sábado 7 quedará para
la posteridad por la descarga de poder e intensidad por parte de tres agrupaciones
nacionales cuya huella en la escena nacional ya es indeleble, no solo dentro
del progresivo, sino también dentro del rock y el metal nacional. Hidalgo,
Crisálida y los ariqueños Egregor fueron los elegidos para clausurar la tercera
edición de un festival que ratifica la vigencia de un género que no tranza sus
principios.
HIDALGO: CATEGORÍA
INCUESTIONABLE
Con una carrera de
poco más de 20 años, que incluye su recordado paso por SixMagics, Gabriel
Hidalgo eligió dedicarse plenamente a su carrera solista, la cual se conforma
de 3 LP en estudio, siendo "Lancuyén" (2015) su más reciente producción. Sería, precisamente, esta placa la que el connotado guitarrista nacional dedicaría a
presentar en su gran parte como número de apertura en la Sala SCD de Vespucio, con la colaboración de un equipo de lujo conformado por la destacada
guitarrista Cler Cañifrú, el carismático y excelente bajista Mauricio Nader y
Pablo Stagnaro, un baterista cuya calidad técnica le ha valido un lugar
merecido dentro de la escena musical en nuestro país.
Cortes como "Wara", "Lancuyén" y "Sempuray" dan cuenta de una performance intensa, con Mauricio
Nader demostrando una actitud comparable con su exquisita y contundente técnica
en el bajo, mientras la dupla Hidalgo-Cañifrú hace gala de una química que
conmueve al público.
En poco menos de una hora, Hidalgo demostró toda la
categoría que, desde hace muchos años, lo ha hecho un referente para quienes
buscan mejorar su técnica en las seis cuerdas sin caer en la redundancia y, de
paso, darle a la guitarra eléctrica su propia identidad.
Hace un mes, Crisálida presentó en sociedad "Terra
Ancestral" (2015), cuarto LP en estudio, cuyo concepto está basado en las culturas
precolombinas que poblaron América hasta la llegada de los conquistadores
españoles. Ahora, en su segunda participación en Andes Prog, el cuarteto
nacional dedicó su show a repasar íntegramente el álbum, lo que denota el
presente de una banda que ha sabido forjar durante 20 años un punto de
encuentro entre la elaboración de diversos pasajes sonoros y un contenido que
llama a tomar conciencia acerca de lo que ocurre con nuestra sociedad y el
medio ambiente que nos alberga y proporciona la vida.
"Cabo de Hornos", "Kawesqar" y "Bosque Triste" grafican aquel presente cuyo secreto radica en la
honestidad sin dejar de lado la calidad técnica de la totalidad de sus
integrantes, en donde sobresale el carisma y el discurso por parte de Cinthia
Santibañez, cuya voz y desplante forman una combinación seductora.
Un momento
importante se dio en "Violeta Gris", cuya dedicatoria a la figura histórica de
Violeta Parra da cuenta de una inspiración incuestionable para quienes ven en
el arte una forma de expresión sin caer en excesos superficiales; lo mismo sucede en el final con "Hidromachi", corte con el que respaldan, en público, su compromiso
con la causa indígena.
En poco menos de una hora, Crisálida ratificó un presente
que está dando los frutos suficientes como para pensar en un futuro en grande.
Durante este 2015,
los ariqueños Egregor aprovecharon esta edición del Andes Prog para lanzar su reciente trabajo
titulado "Karma" (2015), una placa que confirma la propuesta progresiva con tintes
góticos que caracteriza la sonora y estética del quinteto, cuya
influencia por parte de referentes como The Gathering es innegable.
Desde el
inicio con "Ritual", el público, que repletaba extasiado el recinto ubicado en
la comuna de La Florida, fue testigo de una muestra de poder y calidad técnica
complementados por la calidad vocal y desplante de Magdalena Opazo, quien
reluce como una luz en medio de la oscuridad y melancolía que caracterizan la música de Egregor.
Pasajes de la talla de "Karma", "Metamorfosis" y el single "Chunyata" son suficientes como para envolver al
público en una atmósfera repleta de un misticismo único, generada por la unión
de cinco músicos que no necesitan recurrir a muestras desmesuradas de
virtuosismo-técnica al momento de componer y ejecutar.
"Menos Es Más", reza la
fórmula propia de los grandes. Fórmula ratificada hacia el final con las
colosales "Inflexión" y "Máscara", con un público, a esas alturas, totalmente
rendido ante semejante clase. Broche de oro perfecto para una jornada
caracterizada tanto por la intensidad de un género poco convencional como lo es
el prog, como también el hecho de que jugó a favor la presencia femenina por parte de tres
personalidades a quienes se les ha reservado un sitial de honor en la escena
musical chilena.
Y, por supuesto, cierre perfecto para una edición que ya tiene
asegurada la edición 2016 y, por qué no decirlo, para muchos años más. El prog nacional no solo goza de buena salud, sino que también tiene algo que decir, una
sensación que transmitir.
Galería:
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Review escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Ivette Barría y Negra Ho
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