#Especial: Los Seis Capítulos del Diario de un Hombre Loco



Se ha afirmado de todo respecto a la figura de John Michael 'Ozzy' Osbourne. Desde sus tiempos como componente de Black Sabbath que el controvertido cantante ha dado que hablar tanto por su puesta en escena como los excesos que, increíblemente, aún no han podido con él. Desenfrenada adicción a la cocaína, historias de animales ensangrentados en el escenario (la anécdota del murciélago, una leyenda urbana a estas alturas), violencia intra-familiar, el famoso reality... Sin embargo, en un nuevo cumpleaños del natalicio del 'Principe de las Tinieblas' (nacido un 3 de Diciembre de 1948 en Birmingham) decidimos hacer justicia a su aporte real, el que le significó, desde hace más de 40 años, un lugar como referente absoluto en el Rock y su título honorífico como el 'Padrino del Heavy Metal'. Títulos merecidos en base a una selección de trabajos (Sabbath y solista) que han marcado a fuego tanto su carrera como la evolución e impacto dentro del Metal en todas sus variantes.

BLACK SABBATH

1.- Paranoid (1970): Luego del impacto generado por el debut homónimo editado a principios de 1970, Black Sabbath da el golpe a la cátedra con su segundo LP editado el 18 de Septiembre del mismo año (Dato importante: la misma fecha en que Jimi Hendrix daba el paso a la inmortalidad). Un notorio alejamiento de sus raíces más bluseras, composiciones mucho más trabajadas y una producción a cargo de Rodger Bain, determinante para configurar la identidad de un grupo conformado por cuatro jóvenes desgreñados que se sentían marginados del fenómeno hippie que, por entonces, daba sus últimos estertores. 'War Pigs',' Paranoid' y 'Iron Man' pasaron a conformar la selecta lista de clásicos de todos los tiempos. Álbum obligatorio para los no iniciados.



2.- Sabbath Bloody Sabbath (1973): Hacia 1973, Black Sabbath se encuentra en una preocupante situación. Con cuatro LPs bajo el brazo, los de Birmingham sufren de un bloqueo creativo causado por el excesivo consumo de drogas (Tony Iommi alguna vez reconoció que no podía siquiera crear un solo riff decente). Pero el cuarteto supera la situación y, luego de arduas sesiones de composición y grabación, se despacha un trabajo magistral, en el que la evolución técnica y compositiva ha sobrepasado todo límite. El desempeño de Ozzy en esta placa se puede describir en una sola palabra: insuperable. Una voz cuya elasticidad se extraña. Más allá de eso, el quinto trabajo de Sabbath sería una clara demostración de que no estábamos ante un mero fenómeno.


3.- Sabotage (1975): El sexto trabajo de Black Sabbath marcaría el cierre de su etapa clásica. Si con "Sabbath Bloody Sabbath" la banda había sobrepasado sus límites compositivos, en "Sabotage" se la jugó por endurecer su sonido como en sus inicios pero aplicando lo aprendido y demostrado en su trabajo anterior. Desde el veneno letal de 'Symptom On The Universe' hasta los pasajes envolventes que componen 'Megalomania' y la fuerza aplastante de 'Hole In The Sky', para muchos será el último gran trabajo de Sabbath, en especial por Ozzy, cuya voz parece darlo todo en cada verso. Una placa magistral que pasará a ser una influencia decisiva en el desarrollo del Heavy Metal desde fines de los '70. Después de esto, nunca más volvería a ser lo mismo.


EN SOLITARIO

1.- Blizzard Of Ozz (1980): Unos meses después de su abrupta salida de Black Sabbath, Ozzy se ha sumergido en una preocupante depresión agudizada por sus problemas con el alcohol. En contra de su voluntad (papel fundamental el de Sharon Arden, su manager y futura esposa), el controvertido cantante forma una banda para iniciar una nueva aventura musical, pero la llegada de un joven guitarrista llamado Randy Rhoads será fundamental para encontrarle el sentido a su vida. El resultado: un debut potente, explosivo. El 'Madman' en su mejor forma, iniciando su carrera en solitario de manera contundente y Randy Rhoads instalándose inmediatamente entre los grandes de las seis cuerdas. 'Crazy Train', 'Mr. Crowley' y 'I Don't Know'  forman parte del catálogo clásico y, obviamente, siguen presentes en los set en vivo desde hace más de 30 años.


2.- Bark At The Moon (1983): En 1982, en medio de la gira promocional de "Diary Of A Madman", Randy Rhoads fallece en un trágico accidente aéreo. La lamentable pérdida agudiza la depresión que envuelve a Ozzy, al punto de plantearse el retiro definitivo. Pero la llegada del guitarrista Jake E. Lee le da un giro a la situación y en 1983 se edita el tercer trabajo en estudio del 'Madman'. "Bark At The Moon" marca el regreso glorioso de Ozzy a la música y el corte que le da título a la placa se adjudica automáticamente el rótulo de 'himno', no solo por la interpretación de Ozzy, sino también por el potente riff inicial creado y ejecutado por Jake E. Lee. Para muchos, lo mejor que ha hecho el controvertido cantante durante los años '80.


3.- No More Tears (1991): Con la llegada de Zakk Wylde, Ozzy comienza una etapa de absoluta renovación luego de unos turbulentos años '80. Una renovación graficada en el notable "No More Tears", un LP que llegó de manera sorpresiva, cuando muchos creían que la carrera del príncipe de las Tinieblas ya no tenía nada que ofrecer. Pero la llegada del blondo y joven guitarrista le devolvió a Ozzy la vigencia que ha sabido mantener hasta hoy como referente dentro del Rock. Una placa musculosa con algunos pasajes tan sutiles como envolventes. Para muchos, con el permiso de placas posteriores como "Ozzmosis" (1995) o "Down To Earth" (2001), se trata de su último gran álbum en estudio. Pronto a cumplir 25 años, contiene hits como 'No More Tears, 'Road To Nowhere', 'I Don't Want to Change the World' y la emotiva balada 'Mama I'm Coming Home'.



BONUS TRACK


- Live & Loud (1993): Registrado durante la gira promocional del renombrado "No More Tears", este album doble constituye un contundente testimonio del arrastre que generaba el 'Madman' entre sus incondicionales fans, así como el desempeño desplegado por sus músicos, como Zakk Wylde, el bajista Mike Inez (posteriormente en Alice In Chains) y el sorpendente baterista Randy Castillo (fallecido en 2001). Una auténtica colección de clásicos en vivo que cobran una fuerza descomunal respecto a sus versiones originales de estudio. Un momento sublime de aquella gira fue la breve pero emotiva reunión con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Aquel momento quedará enmarcado en el álbum a través de una aplastante versión de 'Black Sabbath'. Documento testimonial de la experiencia en vivo con el Príncipe de las Tinieblas y su historia.

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