Luego
de poco más de dos años alejados de los escenarios, el regreso de los
nacionales Delta tuvo un par de condimentos con los que se sintió un sabor
especial en su regreso. El ingreso de Rodrigo Varela por el saliente Felipe del
Valle y el cumpleaños del virtuoso de las seis cuerdas Benjamín Lechuga (quien
estuvo enfocado en su proyecto solista durante el receso del quinteto) marcaron
una jornada en la que uno de los referentes fundamentales del Prog-Metal local
nos e guardó nada. No solo en cuanto a repertorio, sino también por el ambiente
que se vivió en la SCD de La Florida. Porque, a diferencia de lo que muchos
suelen mirar por afuera, el virtuosismo, la técnica y el trabajo compositivo
también con compatibles con el desenfado. El hacer entretenido lo complicado.
Que la técnica congenie con la actitud.
Pasadas las 21 horas, y con la intro 'Fatal
Error' anunciando el comienzo, ingresan, uno por uno, el tecladista Nicolás
Quinteros, el líder e ideólogo y el mencionado Benjamín Lechuga, fácilmente
considerado un héroe de la guitarra, de aquellos que intercala el sentimiento
con la técnica por partes iguales. Junto a ellos, la sociedad rítmica
conformada por el bajista Marcos Sanchez y el baterista Andrés Rojas. y con los
primeros acordes de 'Over and Over Again', hace su aparición Rodrigo Varela,
cuyo registro vocal y puesta en escena se hicieron notar de inmediato,
resultando en un espectáculo de primer nivel, incluso en la misma música, con
cada componente adquiriendo protagonismo por partes iguales. Todo en su orden,
denotando profesionalismo y experiencia propias de un referente a nivel
nacional e internacional.
Seguida de 'Over and...' inmediatamente se
deja caer 'Crashbreaker', el corte que le da título a su tercer LP. El
'headbanging' se da de manera automática ante semejantes riffs, ante el Metal
que expele Delta más allá de lo meramente técnico. Al igual que en 'New
Philosophy', manteniendo la energía, la intensidad por parte de una agrupación
que lo da todo en el escenario sin necesidad de sacrificar la habitual
precisión milimétrica o en 'Who I Am?', con Nicolás Quinteros ejerciendo de
manera impecable su papel como responsable de generar esas atmósferas
tridimensionales que hacen de la música de Delta una llave hacia el interior de
nuestra propia existencia. Mientras que en otros momentos como 'Black &
Cold', la dupla Sanchez-Rojas alterna el protagonismo individual con un fiato
casi telepático, resultando en una base rítmica tan aplastante como rica en
versatilidad.
'God or Science' y 'Perfect Insanity'
retumbaron con una fuerza incuestionable mediante una ejecución sobresaliente y
fluída, suficiente como para apreciar a una banda que, en ningún momento sintió
el receso. Algo similar podemos afirmar del 'debutante' Rodrigo Varela, cuya
interpretación en vivo es un claro ejemplo de entrega y personalidad. El
nerviosismo inicial se diluyó rápidamente gracias a una performance
arrolladora, al punto de establecer un feedback asombroso con el público, a
quien el propio Varela cedía el protagonismo en algunos coros, como ocurrió en
'Doors Keep Spinning' y 'Burning Soul'. En una palabra: EXTRAORDINARIO. Calificativo
similar se le puede aplicar a los restantes componentes, quienes nos deleitaron
con una sección instrumental, en la que cada integrantes exhibió sus dotes
técnicas por igual, por supuesto siempre en favor de la música más allá del
lucimiento personal. En especial la pareja que conforman Lechuga y Quinteros,
cuyos 'duelos' de guitarra y teclado en 'Let's Reach The Sky' llegan a ser
indescriptibles debido a la calidad técnica derrochada en cada nota, en cada
fraseo. Las palabras sobran ante semejante muestra de clase y virtuosismo.
Explosión de notas digitadas como si se tratara de algún conjuro.
El final llegaría con 'Regrets' y 'Darkened
Skies', rematando así un show redondo, en el que el entusiasmo se hizo notar en
proporciones gigantescas. Más allá de la calidad intacta, fuimos testigos
de una renovación de votos por parte de
una agrupación cuyo regreso aspira a mucho más que los escenarios. Con la
promesa de un nuevo álbum dentro de este año y la energía desplegada durante
los 90' de show, podemos afirmar que la filosofía se mantiene vigente,
renovándose una y otra vez. El regreso de Delta apunta hacia lo más alto que
podemos imaginar, incluso más allá de la oscuridad de los cielos.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Diego Pino
0 Comentarios