#CD Review: Black Sabbath-The End (EP)


Han transcurrido más de cuarenta años desde aquel sombrío y estremecedor LP debut homónimo, "Black Sabbath" (1970) y, a estas alturas, el título de "Padres del Metal" no merece debate de ninguna clase. Mucho menos tratándose de una agrupación que en su época dorada, la década de los 70, cimentó las bases de un género que revolucionó a toda una escena musical, incluso más allá del rock. Tampoco podemos dudar respecto a las enseñanzas que nos ha legado la escuela fundada por Tony Iommi, un guitarrista zurdo (como Jimi Hendrix) que, por un accidente que pudo acarrear consecuencias peores, ha pasado a la historia por aquellos monolíticos y siniestros riffs que le dieron la identidad sónica a un género que, hasta fines de los 60, se debía a la psicodelia y al revolucionario e intenso blues-rock británico (Eric Clapton, Jimmy Page, Peter Green), sin imaginar lo que ocurriría durante las próximas décadas. Para qué hablar de la figura de Ozzy Osbourne, un personaje cuyo impacto mediático ha hecho de él y su leyenda, parte indispensable de la cultura popular, dentro y fuera del escenario.

Por estos días, Black Sabbath ha anunciado una gira de despedida bautizada como "The End". Mismo nombre que recibe su "nuevo" material de estudio. Un EP que contiene tracks descartados del reciente "13" (2013), el álbum que, de alguna manera, se convirtió en pretexto suficiente para salir de gira, agotando recintos de gran capacidad en cada parada. Y aquí es necesario hacerse la pregunta: ¿Era necesario que salieran a la luz estas rarezas?

Partamos por la base de que "13" (2013), a pesar de la calurosa recepción entre los fanáticos y el éxito a nivel de ventas, denotaba una suerte de revisión de los mejores momentos de Sabbath en su etapa dorada (1970-1975); un reciclaje de los riffs que hicieron en álbumes como "Paranoid" (1970) y "Master Of Reality" (1971), auténticas piedras angulares de la revolución que, hasta hoy, barre con todos los estamentos de lo políticamente correcto y lo "bonito". Por más que se hable de un próximo álbum con material inédito, hay que asumir la realidad: Black Sabbath no tiene necesidad de ofrecer nada nuevo cuando lo hizo todo.

Obviando los antecedentes recién mencionados, las rarezas que contiene "The End" (2016) dejan en evidencia a una agrupación que, pese a la ausencia del emblemático baterista Bill Ward, se las ingenia para envolvernos en la densidad de la niebla que genera cada riff.

"Season Of The Dead", el primer track, nos transporta, por unos instantes, hacia un paisaje desolado y estéril, con la lisérgica y siniestra voz de Ozzy ejerciendo como luz-antorcha a través de un sendero angosto, con peligro de caer al abismo. Sin embargo, técnicamente hablando, se siente una falta de fluidez en algún momento, como si se intentara generar la mística que hizo único a un LP como el mencionado "Master Of Reality" (1971).

Algo similar ocurre en "Cry All Night", un corte mucho más encendido y acelerado, pero que falla al momento de revivir el dramatismo de himnos pasados como "Megalomania" o "After Forever".

El golpe de entrada en "Take Me Home" es una clara cita al infierno lisérgico del clásico "Snowblind", con Geezer Butler cumpliendo de forma impecable con su tarea de generar esa lóbrega profundidad que caracteriza la música de Sabbath. Un momento interesante a destacar es el breve, pero elegante, solo de guitarra española a cargo de Tony Iommi, un personaje tan fundamental como subestimado por sus contemporáneos que creían que su única "gracia'" era componer riffs.

Y, para terminar, "Isolated Man" es el corte que nos devuelve a los tiempos del "Sabotage" (1975) mediante un riff amenazante y de lo más agresivo. Sin embargo, el desempeño de Ozzy (pésima idea la de incorporar voces dobladas en gran parte del track) termina opacando algo que no pasa de lo correcto.

Además de estos tracks inéditos, "The End" (2016) contiene versiones en vivo registradas en 2013 y 2014, durante la gira promocional de "13" (2013). Desde la épica y lúgubre "God Is Dead?" (evidente lo "afinado" que suena Ozzy), hasta la cátedra de calidad y sentimiento que brinda Iommi en "Age Of Reason", pasando por la clásica "Under The Sun" (corte que cierra el fundamental "Vol.4" (1972)) y el apocalipsis desatado con "End Of The Beginning". Un regalo para los fans de un Sabbath al que los años le han dado valor como un imperdible en vivo. Gran mérito por parte del baterista Tommy Clufetos, un músico que, a ratos, se ve y se siente como un rejuvenecido Bill Ward en cada golpe.

"The End" (2016) se encuentra a la venta solamente en los conciertos de la gira presente.  Un regalo para los coleccionistas y fans que ven en la música de Sabbath un tesoro en el que cada alhaja posee un valor más allá de lo calculable. La necesidad del fanático que no se conforma con esos seis primeros álbumes que aun hacen escuela luego de más de cuatro décadas. Quizás una decepción para quienes esperaban algo más consistente. En fin, ¿qué más podemos esperar de una banda que, hace cuarenta años, lo hizo TODO?

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