#Cd Review: Steven Wilson-4 ½

"4 ½". Retrospección hacia el futuro.

  
Si hubiera que destacar una virtud que ha hecho de Steven Wilson un personaje fundamental en la escena Progresiva durante las últimas dos décadas, es su capacidad de mirar siempre hacia adelante. Tanto en Porcupine Tree como en su aventura solista (sin mirar en menos sus incursiones en No-Man y Blackfield, entre otros proyectos), el músico originario de Londres ha sabido plasmar su visión respecto a un género que, las cosas como son, se resignaba a los refritos y clichés en torno a las viejas glorias de un estilo que, en algún momento, pierde su objetivo (ir hacia adelante) en favor del 'virtuosismo desmesurado' predicado por bandas de la talla de Dream Theater. Placas como "The Raven That Refused To Sing (And Other Stories)" (2013) y la más reciente obra conceptual "Hand.Cannot.Erase" (2015) se han ganado (merecidamente) de manera automática el rótulo de 'indispensables', de manera inmediata. No es para menos tratándose de un sujeto cuya creatividad y ganas de trabajar parecen no tener límites. Y así como esa mirada hacia el exterior de las fronteras creativas ha forjado la identidad de uno de los genios musicales más importantes de los últimos años, también se siente la necesidad de una breve pero enriquecedora retrospectiva, una mirada hacia un pasado reciente a través de "4 ½", un EP compuesto por material registrado durante las sesiones de los mencionados "The Raven That..." y "Hand.Cannot.Erase", con alguna sorpresa entremedio. Un recurso explotado por muchas bandas, la mayoría con fines netamente comerciales. Steven Wilson, un auténtico renegado de la industria musical, no tiene empacho en regalarnos esta colección de 'rarezas', en donde la creatividad y la relectura de alguna época pasada priman en el trabajo de un tipo que, por razones obvias, no tiene por qué rendir cuentas. Mucho menos a su fans.

El viaje comienza con la espacialidad de 'My Book Of Regrets'. Diez minutos de auténticas sensaciones sonoras que se intercalan de manera vertiginosa y sutil. El solo a cargo de Dave Kilminster (integrante de la banda que acompaña a Roger Waters en sus giras mundiales) denota una fuerza tan inconmensurable como la paz interior que se instala en el alma pasados los cinco minutos. La esencia espiritual y creativa que emana de este corte perfectamente hace de "4 ½" un trabajo recomendable para quienes aún no se inician en el trabajo de Steven Wilson. Tal como ocurre en gran parte de su obra. Y eso es fundamental cuando  se trata de mantenerse vigente más allá de lo que dicte la moda presente.

Hablábamos de material 'descartado' de trabajos anteriores y llega el turno de la melancólica y dulce instrumental 'Year Of The Plague', canción registrada durante las sesiones del aclamado "The Raven That...". Una sensación de vacío espiritual, en que la belleza de la oscuridad va mutando progresivamente en una atmósfera luminosa. Un amanecer rejuvenecedor que saca a flote la sensibilidad del alma. Grata y conmovedora sorpresa por parte de un músico cuyo arte no se mide por la destreza técnica, sino por la capacidad de despertar sensaciones de manera natural. Honestidad pura. El impacto global que ha generado "Hand.Cannot.Erase" se tradujo en el rescate de un par de cortes que, a pesar de no haber formado parte del tracklist oficial, fueron reservados por su creador para un futuro no muy lejano. 'Happiness III' transmite una luminosidad y calidez tan reales como una fogata en plenos días invernales. En cambio, la instrumental 'Sunday Rain Sets In' nos recuerda, con algo de frialdad, la miseria que envuelve al ser humano por dentro. Explícitos ejemplos de la 'Escala de Grises' bajo la cual se rige el genio creativo del ex-líder de Porcupine Tree.

Luego de repasar 'rarezas' escondidas,  "4 ½" continúa con 'Vermillioncore', un instrumental que recuerda en parte a Porcupine Tree. Una base rítmica cuya cadencia e intensidad adquiere ribetes propios de una erupción volcánica, con guitarras tan candentes como la lava.  Y para cerrar el álbum, con una versión interesante de 'Don't Hate Me', original del fundamental "Stupid Dream" (1999). Una interesante relectura a un clásico de sus años con Porcupine Tree, esta vez interpretado a dueto con la cantante israelí Ninet Tayeb, resultando en una versión tan conmovedora como la original. El solo de saxofón a cargo de Theo Travis (encargado de inmortalizar su trabajo anteriormente en el mencionado "Stupid Dream") genera una sensación de calidez y libertad interior que estremecen hasta al más duro.

"4 ½" quizás no sea una placa necesaria si tomamos en cuenta su contenido de manera superficial, como una colección de rarezas y cortes descartados en el pasado. Pero lo que ofrece Steven Wilson va más allá de una fórmula a menudo utilizada en la industria con fines más comerciales que artísticos. Para seguir adelante, a veces es necesario hurgar un poco en lo que se ha dejado atrás, entre medio de aquellos recuerdos que parecían estar enterrados en algún lugar en el tiempo.  La búsqueda a través de aquellos recovecos desconocidos hasta hoy es fundamental para trazar la siguiente ruta hacia lo desconocido. El pasado y futuro se fusionan en un presente fructífero.

CALIFICACIÓN:



1. My Book of Regrets (9.23)
2. Year of the Plague (4.15)
3. Happiness III (4.31)
4. Sunday Rain Sets In (3.50)
5. Vermillioncore (5.09)
6. Don’t Hate Me (9.34)

   











Escrito por: Claudio Miranda

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