Durante los últimos 10 años, la escena Progresiva a nivel local se ha consolidado hasta forjar un presente del que disfruta y saca provecho del aprendizaje obtenido luego de un largo recorrido. Una de esas agrupaciones fundamentales al momento de hablar del excelente estado de salud que presenta el género ha sido Aisles, cuya propuesta sonora (clara influencia de Pink Floyd, Marillion y Porcupine Tree, entre otros) se ha ganado merecidamente la recepción de los fans más exigentes del género, así como de los que tienen claro que esto va mucho más allá del virtuosismo y la elegancia.
La noche del Miércoles 23 en MiBar (ubicado en Avenida Santa Isabel), repleto por un centenar de entusiastas fans, pasadas las 21:30 horas, el sexteto se subió al escenario para presentar "4:45", su tercer LP en estudio editado el año pasado y que reafirma una propuesta artística que solo se rige bajo sus propias reglas. Una puesta en escena sobria y elegante a la vez, con los seis integrantes dando cátedra, desde el primer minuto, de una sonoridad envolvente y una técnica exquisita pero siempre al servicio de la música por sobre las individualidades. Desde la dulce y potente voz de Sebastián Vergara hasta la sutil maquinaria rítmica que conforma la dupla de Daniel Baird-Kerr (bajo) y Felipe Candia (batería y percusión), pasando por el papel fundamental que desempeñan Rodrigo Sepúlveda y Germán Vergara en las seis cuerdas junto al eximio Juan Pablo Gaete (teclados, sintetizador), responsable de generar y reproducir aquellas texturas envolventes que le dan a Aisles su propia identidad al momento de llevar la experimentación hacia terrenos más armónicos, todo aquello sin perder el hilo conductor ni por un solo instante.
Yendo de plano al set presentado, la jornada marcaba la presentación en sociedad de '4:45', una placa que le ha valido al combo nacional una excelente acogida a nivel local y, sobretodo, internacional. Porque más allá de que las letras sean escritas y cantadas en inglés (hay que asumirlo, es el idioma 'universal' de todo lo que sea Rock) da gusto encontrarse con una banda cuyo nivel de ejecución y química genere una sensación de paz y vitalidad en directo, como se pudo apreciar en cortes como '4.45', 'Shallow and Daft' (con clara 'dedicatoria' a quienes sus acciones las mueve el 'Poderoso Caballero') y 'Back My Strenght'. Y del mismo material destacaron las instrumentales 'Gallarda Yarura' y 'Hero', con la agrupación haciendo gala de una versatilidad de primer nivel cuando se trata de llevar la experimentación hacia terrenos poco habituales incluso dentro del mismo estilo. Quienes hayan puesto atención a la estructura de la placa se habrán dado cuenta de la intención que presenta Aisles al momento de componer, en especial quienes gustan de esta clase de performance de clase internacional, algo importante a destacar en el caso de una agrupación con gira confirmada en Europa.
Si bien "4:45" era el álbum protagonista de la velada, tampoco se podía pasar por alto el material perteneciente a las dos placas anteriores, también fundamentales como lo son "The Yearning" (2005) e "In Sudden Walks" (2009). 'Clouds Motion', 'Shrill Voice', 'Summer Fall', 'Grey' y 'Revolution Of Light' fueron algunos de los pasajes que se hicieron presentes al momento de repasar la carrera de una banda que, a estas alturas, se ha forjado un nombre como referente en la escena nacional. Incluso más allá del formato tradicional eléctrico, pues mediante un pequeño pero emotivo set desenchufado, la sensibilidad y la emoción envolvieron a todo un local rendido ante la sublime interpretación de piezas como 'The Scarce Light Bright' y 'Uncertain Lights', y la más reciente 'The Sacrifice', muestras notorias por parte de una agrupación que tiene clara la idea de que la música, más allá de la etiqueta, debe llegar directo al alma de quienes encontraron el sentido dentro de la aparente complejidad.
En casi 2 horas, Aisles ratifica sobre el escenario la importancia de la música como remedio para el alma, un espejo de nuestros sentimientos. Más allá de haber presenciado un show de primer nivel, la sensación que a uno le queda es que, mientras para muchos la exigencia se basa en dominar el instrumento como si se tratara de un deporte de alto rendimiento, para Aisles significa expresar aquello que nos cuesta encontrar las palabras indicadas como referencia. Y ese es el mensaje de Aisles que se transmite con fuerza en vivo: la música debe llegar al corazón más que al cerebro. Directo a la sensibilidad humana.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Diego Pino
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