Son contadas las veces en que el Metal nacional ha sabido de reuniones dobles, en las cuales la gloria del pasado interactúe de manera certera con la frescura del presente (aunque eso de que ‘el futuro es hoy’ no puede ser más cierto). Por estos días, el Heavy nacional parece renovar sus votos mediante regresos históricos y recientes lanzamientos de placas destinadas a la inmediata inmortalidad. Ante un ritual en que el pasado y el presente conspiran entre sí mismos para hacer gala de su colosal poderío, imposible permanecer indiferente. Menos para quienes nacimos y nos criamos como ‘hijos de Caín’, con el Acero impregnado en la dermis y parte de nuestro ADN.
La Batuta fue el local escogido para este ritual doble que congregaría cerca de un centenar de headbangers que serían testigos y partícipes de una jornada en cuya intimidad radicó la fidelidad a muerte hacia nuestros próceres de ayer y hoy. Y en el caso de un referente como Inquisición, aquella devoción se manifiesta como una erupción apenas se dejan caer los primeros acordes de 'Innocent Sinner', el corte que inaugura el ya legendario debut "Steel Vengeance", trabajo que, por estos días, cumple dos décadas, por lo que, sumado, a su condición de 'fundamental' en la historia del Metal nacional, aportaría también al set con 'Pagan Rites', 'Fate Was Sealed', 'Into The Labyrinth', 'Ancient Light' y 'Mensaje Oculto' (originalmente titulada 'Message In Black'). Todas interpretadas de manera magistral, con Manolo Schafler desempeñando su tarea en las seis cuerdas con la maestría inconfundible que le ha valido inscribir su nombre en el Olimpo de las guitarras nacionales incluso más allá de las fronteras del Metal. Respecto al retornado Freddy Alexis, si bien se le notó su voz algo apretada en un comienzo, de a poco fue soltándose, por supuesto manteniendo siempre la pasión y la espontaneidad tanto a nivel de interpretación como en la puesta escénica.
Ya que hacíamos alusión a los regresos de nombres históricos como el mismo Freddy, la velada también marcó el retorno del bajista Rolando Jeldres, quien, luego de poco más de 20 años, reapareció sobre el escenario desarrollando un fiato impecable con sus compañeros, en especial con el baterista Ignacio García de Cortázar, conformando una pareja letal en la ejecución rítmica. Es importante recordar que Jeldres participo en la grabación de aquel demo de 1995, del cual extraerían 'Mayday's Eve' y 'Bats In The Bellfry'. Para final, la épica furiosa de 'Dragonslayer', cerrando así una presentación excelente, quizás con menos efusividad que en ocasiones anteriores, pero que da cuenta del excelente estado de salud del cual goza el Heavy chileno.
La jornada que se llevó a cabo en el recinto ubicado en la Plaza de Ñuñoa marcaba el encuentro con la historia y también con el presente. Y el presente que vive Iron Spell corresponde a otra página de la historia del Metal nacional que perfectamente corresponde a un nuevo capítulo. Aquel capítulo marcado por el reciente lanzamiento del LP debut "Electric Conjuring", una muestra brutal de Heavy Metal en su estado más puro, con una producción fresca, suficiente como para despertar la atención hasta de los escépticos respecto a las raíces tradicionales del género.
Uno a uno, luego de la intro 'Ave Zulbah', se dejaría caer una ráfaga de riffs punzantes y asesinos de la mano de 'Torches in the Woods' y 'Night of the Mothman', trallazos contundentes de Heavy Metal en su máxima expresión, a lo que se suma una puesta en escena arrolladora, con el cantante Merciless K.co dando cuenta de un sobrenatural desempeño vocal, comparable a una actitud en la cual parece mimetizarse con leyendas de la talla de Rob Halford y Geoff Tate, todo de manera espontanea, lo cual se hace más evidente en pasajes como 'The Witch'. Respecto a la ejecución instrumental, 'Under The Iron Spell' fue la indicada para apreciar con detalle la unidad destructora que conforma la pareja de guitarristas conformada por Jason Ghost y Fire Jack, mientras la sociedad rítmica integrada por el bajista Rock Van Roman y el baterista Steelhammer dio cuenta de un desempeño en el cual la simpleza se vuelve un arma letal cuando lo que importa es mantenerse constante y firme en sus principios, sin necesidad de malabarismos inútiles. Honestidad pura.
'Black Candle Light', 'Evil Gypsy' y 'Stormrider' continuaron el show, con el público asistente cantando los coros con puño en alto, cuales clásicos del Metal de todos los tiempos. Es increíble el nivel de fanatismo generado en solo un par de años, algo que no se ha dado precisamente por casualidad. La interacción con el público y la honestidad (punto importante en el cual radica el éxito de cualquier banda en el género) se hacen notar de manera natural, con Merciless ejerciendo de 'showman' en un local repleto de fans. No solo del Metal, sino también de Iron Spell, lo que define, de alguna manera, el lugar ganado en el sitial de honor que podría ponerlos en el futuro entre los nombres legendarios, incluso a nivel sudamericano (Riff, Bloque, V8, Dorsal Atlántica, Rata Blanca, nuestros Inquisición, etc). Imposible hablar de coincidencias y exageraciones cuando el profesionalismo y la pasión, dentro y fuera del escenario, conforman una mezcla tan explosiva como revitalizante.
Para cerrar la presentación, llegarían 'I've Had Enough (Into the Fire)' (a estos chicos les apasiona Kiss y eso se nota a kilómetros de distancia) y el himno 'Heavy Metal Witchcraft', con el público ya rendido ante semejante descarga de poder y pasión por parte de una agrupación que sabe perfectamente de qué se trata el Heavy Metal: pasión, profesionalismo y, sobretodo, espectáculo. Cuando el pasado y el presente se dan cita bajo esas condiciones, podemos ver claramente el futuro, incluso vivirlo en un abrir y cerrar de ojos. Inquisición forma parte de la historia por derecho propio. Iron Spell la escribe de igual manera, con claro propósito de renovación, siempre con lealtad a sus principios. El Acero Chileno renueva su pacto con la sangre de los Hijos de la Espada.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Nicolas Soto
0 Comentarios