En poco más de 15 años de carrera, la propuesta artística de Truckfighters ha sabido traspasar todo tipo de barreras, incluyendo, las del género que ellos representan, como lo es el stoner rock. Es evidente la influencia del sonido desértico californiano imperante durante los '90 y comienzos del siglo presente (Kyuss, Fu Manchu, Queens Of The Stone Age, Earthlings?, etc.) en la identidad sonora de los de Örebro (Suecia), remarcado de manera magistral en trabajos como el LP debut "Gravity X" (2005), "Phi" (2007), "Mania" (2009) y el más reciente, "Universe" (2014). En todos, denotando una ambición musical comparable a una espontaneidad que pocas agrupaciones logran transmitir desde el estudio.
Al trío conformado por Ozo (bajo, voz), Dango (guitarra) y El Danno (batería) lo que más les sobra es imaginación y, de pronto, las ganas de explotar aquel elemento son irresistibles. Porque lo que los suecos venían insinuando en sus trabajos anteriores lo hacen realidad en su quinto LP, titulado solamente "V" (2016) y cuya portada refleja un amplio y nutrido sentido de la creatividad a través de la aparente simpleza característica de una propuesta que, quizás teniendo menos, puede generar más.
Quizás hubo que sacrificar parte del sonido pedregoso y áspero con que Truckfighters revivió los mejores momentos del movimiento surgido en Pam Desert (condado de Riverside, California) a comienzos de los '90. Pero sería injusto quedarse en una nimia pérdida cuando la explosión creativa arrasa con todos los dogmas existentes. Bien lo sabe Josh Homme, quien no por nada, se declaró fan acérrimo de los suecos, como si de alguna manera visionara en ellos un recambio similar al protagonizado por QOTSA a comienzos de la década pasada.
Desde el comienzo, con "Calm Before the Storm" (clara reminiscencia a Pink Floyd, a estas alturas una influencia universal, incluso más allá de la música) queda remarcada la capacidad para generar todo tipo de atmósferas sonoras, emulando, en este caso, esa sensación de estar inmersos en medio del océano mientras la tormenta comienza a tomar forma hasta que la naturaleza desata toda su furia, la cual se traduce en una base rítmica que de a poco aumenta la velocidad y, sobretodo, la intensidad reflejada en la percusión, con cada vez más frenesí (aunque siempre dejando espacios para el quiebre oportuno antes de la explosión final), mientras la guitarra de Dango, algo tímida y sutil en los primeros tres minutos, no tiene empacho en expresar la ira del mar hasta adquirir ribetes de un posible tsunami. El desempeño de Ozo en el bajo y, sobretodo, la voz, despeja dudas respecto a cómo aquella imaginación desbordante se vuelve real, sin necesidad de recurrir a ningún tipo de aditivo externo a lo que se busca expresar en vivo.
Un corte como "Hawkshaw" siempre será necesario (y bienvenido, por supuesto) para recordar que la imaginación y la fuerza de los más afilados riffs van de la mano. Con El Danno imprimiendo su experiencia técnica con toda la categoría de un Ginger Baker y un John Bonham, Truckfighters despeja todo tipo de dudas respecto a su orientación artística por sobre cualquier etiqueta existente. "V" (2016) no solo es un álbum, sino una experiencia que consolida una propuesta, cuya paleta de colores permite extender su propio universo hasta el infinito sin apartarse de las raíces.
"The 1", en tanto, es la prueba inefable de que, en las cosas más simples, existe todo un universo de posibilidades. Tremendo lo que hace Dango en las seis cuerdas. Imposible resistirse ante melodías tan certeras como seductoras en medio del sofocante calor del día y las gélidas brisas nocturnas. Así es la vida en el desierto, con la muerte rondando en todos los rincones de manera invisible.
Para los seguidores de Monster Magnet, "Gehenna" resultará una sorpresa agradable, con el trío reafirmando la simpleza de su propuesta y amplificándola hasta introducirnos en el hiperespacio. Magistral el desempeño de Dango en la guitarra, no solo como responsable del sonido característico de Truckfighters; desde Adam Jones (Tool) hasta Steve Von Till (Neurosis) se hacen presentes todas las influencias que hacen del sueco un guitarrista que ha sabido pulir sus virtudes creativas, al punto de permitirse recurrir a un sonido más pulcro, pero siempre desbordando la pasión transmitida en los trabajos anteriores.
Otro elemento presente en "V" (2016) es la emoción: el poder conmover hasta el alma más petrificada. "The Contract" nos recuerda el sentido que adquiere la música cuando lo que se hace con el corazón llega de lleno. Si bien el desempeño vocal de Ozo es impecable en toda la placa, resulta casi terapéutico el poder apreciar una interpretación cuya línea melódica penetra en la mente humana para no irse jamás. Y si antes nos referíamos a la espontaneidad como factor fundamental, "The Contract" lo refleja al pie de la letra, específicamente, a parir del quiebre pasados los 3 minutos y medio en una jam cuyo efecto hipnótico nos permite abrir los ojos de la mente, hasta descubrir aquello que, citando a Antoine De Saint-Exupéry (escritor francés, autor de "El Principito"), es totalmente invisible a los ojos humanos.
El Universo que creemos conocer en su totalidad, no conoce de límites, y si los hay, Truckfighters barre con ellos, o simplemente los expande hasta donde parece no haber rastros de civilización alguna. El groove sensual y sigiloso de "Fiend" le da la razón a referentes como Josh Homme, cuya devoción por el power-trío sueco se puede resumir en este track. Tan hipnótico como "The Contract", pero con más dinamismo, hecho para hacerte mover el cuerpo de manera automática.
Y para cerrar el álbum, el riff monolítico y refrescante al mismo tiempo de "Storyline", un corte que define el sentido terapéutico que puede hacer de la música un remedio omnipotente, más aún cuando hay una orientación que obedece totalmente a la inquietud interior. Un detalle singular es el mismo final, cuando el aparente fade-out con que termina la canción deriva a una breve sección de guitarra acústica, cuyos acordes son reproducidos posteriormente por el bajo, que culmina estos casi 50 minutos de sonoridades envolventes y emociones que, incluso de manera indirecta, logran acariciar el corazón, incluso al del más duro.
"V" (2016) marca la consolidación artística de una banda que, tanto en vivo como en estudio, siempre se mantuvo reticente a un solo estilo. Pulcro, diverso y lisérgico, el quinto LP de Truckfighters es la evidencia irrefutable de que en la simpleza se encuentra un tesoro invaluable. A los tres chicos de Örobro puede que la música sea el "único" motor de sus vidas y, por lo mismo, es que resulta grato para los sentidos toda esa honestidad transmitida en el estudio, lo que los hace únicos. Quizás es temprano para hablar de madurez o conceptos similares, pero una cosa es segura: se pudo dar el paso antes insinuado en sus trabajos anteriores. Con este quinto trabajo, Truckfighters se atrevió a dar el paso hacia el umbral que separa al producto del generador. A su manera, sin necesidad de aditivos, solo rock n' roll y una imaginación a prueba de fronteras.
Un corte como "Hawkshaw" siempre será necesario (y bienvenido, por supuesto) para recordar que la imaginación y la fuerza de los más afilados riffs van de la mano. Con El Danno imprimiendo su experiencia técnica con toda la categoría de un Ginger Baker y un John Bonham, Truckfighters despeja todo tipo de dudas respecto a su orientación artística por sobre cualquier etiqueta existente. "V" (2016) no solo es un álbum, sino una experiencia que consolida una propuesta, cuya paleta de colores permite extender su propio universo hasta el infinito sin apartarse de las raíces.
"The 1", en tanto, es la prueba inefable de que, en las cosas más simples, existe todo un universo de posibilidades. Tremendo lo que hace Dango en las seis cuerdas. Imposible resistirse ante melodías tan certeras como seductoras en medio del sofocante calor del día y las gélidas brisas nocturnas. Así es la vida en el desierto, con la muerte rondando en todos los rincones de manera invisible.
Para los seguidores de Monster Magnet, "Gehenna" resultará una sorpresa agradable, con el trío reafirmando la simpleza de su propuesta y amplificándola hasta introducirnos en el hiperespacio. Magistral el desempeño de Dango en la guitarra, no solo como responsable del sonido característico de Truckfighters; desde Adam Jones (Tool) hasta Steve Von Till (Neurosis) se hacen presentes todas las influencias que hacen del sueco un guitarrista que ha sabido pulir sus virtudes creativas, al punto de permitirse recurrir a un sonido más pulcro, pero siempre desbordando la pasión transmitida en los trabajos anteriores.
Otro elemento presente en "V" (2016) es la emoción: el poder conmover hasta el alma más petrificada. "The Contract" nos recuerda el sentido que adquiere la música cuando lo que se hace con el corazón llega de lleno. Si bien el desempeño vocal de Ozo es impecable en toda la placa, resulta casi terapéutico el poder apreciar una interpretación cuya línea melódica penetra en la mente humana para no irse jamás. Y si antes nos referíamos a la espontaneidad como factor fundamental, "The Contract" lo refleja al pie de la letra, específicamente, a parir del quiebre pasados los 3 minutos y medio en una jam cuyo efecto hipnótico nos permite abrir los ojos de la mente, hasta descubrir aquello que, citando a Antoine De Saint-Exupéry (escritor francés, autor de "El Principito"), es totalmente invisible a los ojos humanos.
El Universo que creemos conocer en su totalidad, no conoce de límites, y si los hay, Truckfighters barre con ellos, o simplemente los expande hasta donde parece no haber rastros de civilización alguna. El groove sensual y sigiloso de "Fiend" le da la razón a referentes como Josh Homme, cuya devoción por el power-trío sueco se puede resumir en este track. Tan hipnótico como "The Contract", pero con más dinamismo, hecho para hacerte mover el cuerpo de manera automática.
Y para cerrar el álbum, el riff monolítico y refrescante al mismo tiempo de "Storyline", un corte que define el sentido terapéutico que puede hacer de la música un remedio omnipotente, más aún cuando hay una orientación que obedece totalmente a la inquietud interior. Un detalle singular es el mismo final, cuando el aparente fade-out con que termina la canción deriva a una breve sección de guitarra acústica, cuyos acordes son reproducidos posteriormente por el bajo, que culmina estos casi 50 minutos de sonoridades envolventes y emociones que, incluso de manera indirecta, logran acariciar el corazón, incluso al del más duro.
"V" (2016) marca la consolidación artística de una banda que, tanto en vivo como en estudio, siempre se mantuvo reticente a un solo estilo. Pulcro, diverso y lisérgico, el quinto LP de Truckfighters es la evidencia irrefutable de que en la simpleza se encuentra un tesoro invaluable. A los tres chicos de Örobro puede que la música sea el "único" motor de sus vidas y, por lo mismo, es que resulta grato para los sentidos toda esa honestidad transmitida en el estudio, lo que los hace únicos. Quizás es temprano para hablar de madurez o conceptos similares, pero una cosa es segura: se pudo dar el paso antes insinuado en sus trabajos anteriores. Con este quinto trabajo, Truckfighters se atrevió a dar el paso hacia el umbral que separa al producto del generador. A su manera, sin necesidad de aditivos, solo rock n' roll y una imaginación a prueba de fronteras.
Banda: Truckfighters
Disco: "V"
País: Suecia
Género: Stoner Rock
Año: 2016
Disco: "V"
País: Suecia
Género: Stoner Rock
Año: 2016
Tracklist:
1 - Calm before the storm
2 - Hawkshaw
3 - The 1
4 - Gehenna
5 - The Contract
6 - Fiend
7 - Storyline
Escrito por: Claudio Miranda
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