Estamos a solo días del regreso
de los padres de todo lo que se llama Metal a nuestro país, esta vez en el
marco de "The End", la gira que marcará la despedida definitiva de
Black Sabbath de los escenarios, luego de más de 45 años en la carretera. Por
esta razón, en The Resistance hemos comenzado la previa para el evento más
importante del año con una serie de especiales relacionados. Esta vez,
realizamos una breve selección de trabajos que no cuentan con la participación
del emblemático Ozzy Osbourne pero que han dejado huella en sus seguidores más
fieles. Porque sabemos que las coincidencias no existen, aquí presentamos nuestros
recomendados para iniciados en el legado de Tony Iommi y compañía.
1.- “Heaven And Hell“ (1980): A fines de los ’70, Black Sabbath se
encontraba en los tumbos. “Technical Ecstasy” y “Never Say Die”, editados en
1976 y 1978, respectivamente, denotaban una crisis creativa que no tardaría en
derivar en el quiebre interno, culminando con la salida de Ozzy Osbourne,
despedido por sus serios problemas relacionados con las drogas y el alcohol. Es
así como hace su aparición un ‘veterano’ llamado Ronnie James Dio (proveniente
de los Rainbow de Ritchie Blackmore), cuyo ingreso a la banda liderada por Tony
Iommi pasará a la historia gracias a un trabajo que no tardará en ganarse la
categoría de ‘fundamental’ para los fans y la crítica por igual. “Heaven And
Hell”, publicado en abril de 1980, marcaría el comienzo de una nueva era,
gracias a una propuesta cercana a la de las jóvenes bandas británicas que
formaban parte del estallido producido en Gran Bretaña (Iron Maiden, Saxon,
Diamond Head), pero siempre manteniendo la identidad sonora que hizo de los de
Birmingham una institución del Rock duro en su estado más puro durante la
primera mitad de los ’70. ‘Neon Knights’, ‘Children Of The Sea’, ‘Lady Evil’,
‘Die Young’ y ‘Lonely Is The Word’ reflejan esta segunda juventud con que
Sabbath iniciaba la década de los ’80, con un Tony Iommi desplegando sus
cualidades como compositor e instrumentista al tope, mientras el Enano Maldito
hacía olvidar a Ozzy gracias a su deslumbrante desempeño vocal, a lo que se
suma su don para escribir letras repletas de fantasía y oscuridad, dejando en
claro que lo hecho en Rainbow no fue casual. Para muchos, “Heaven And Hell” es
el único trabajo de Sabbath que se para de igual a igual con la era 1970-1975. El
corte que le da título al álbum, se volverá inmortal gracias a ese glorioso
riff inicial con que Iommi se ganará un puesto merecido en el Olimpo de los
guitarristas de Rock/Metal, así como la sublime interpretación de Ronnie James
Dio, a quien le deberemos su presencia en los set en vivo, tanto dentro como
fuera de Sabbath. Imprescindible en toda colección.
2.- "Born Again" (1983): la década de los ’80, pese al
auspicioso inicio, estará marcada por la irregularidad a nivel creativo y
comercial. Dentro de aquel lapso verá la luz un trabajo que tardará años en
ganarse el cariño de los fans, el discreto pero llamativo “Born Again”.
Publicado en 1983, el trabajo número 11 en el catálogo de Black Sabbath cuenta
con la participación del momentáneamente retornado baterista Bill Ward y el
polémico ingreso de Ian Gillan, cuya identificación con Deep Purple y su
interpretación de ‘Jesús’ en la Opera Rock “Jesus Christ Superstar” a comienzos
de los ’70 poco y nada encajaban en una banda con la reputación de Sabbath,
según los fans. Sin embargo, “Born Again”, pese a a ser una placa ninguneada en
su tiempo y la pobre producción, se convirtió en una pieza de colección para
los seguidores más acérrimos gracias a cortes como ‘Trashed’, ‘Disturbing The Priest’
y ‘Zero The Hero’. Fans ilustres como Lars Ulrich, Chris Barnes y Bill
Stevenson (Black Flag, Descendents) erigen la placa del ’83 como un favorito.
Puede que no forme parte de su etapa dorada, pero la esencia sabbathica, hasta
entonces, se mantuvo intacta.
3.- "Seventh Star" (1985): Tony Iommi decide incursionar
como solista y recluta a los mejores músicos que dispone a su alcance. Sin
embargo, Warner Bros, el sello discográfico encargado de la distribución en
EE.UU. presiona al ya veterano guitarrista para que el álbum lleve el nombre de
Black Sabbath debido a razones meramente comerciales. Iommi accede a
regañadientes, insertando el texto ‘…featuring Tony Iommi’ en señal de
rebeldía, aunque la sola mención a su ex banda agudiza una crisis iniciada tres
años antes con el anterior “Born Again”. A pesar de la reticencia inicial por
parte de los fans mal momento de su lanzamiento, “Seventh Star” es un trabajo
repleto de buenas canciones, en las que el blues y el Heavy Metal de la época
se encuentran en una mezcla tan exquisita como certera. Gran mérito por parte
del cantante Glenn Hughes (otro ex-Deep Purple, como lo fue Ian Gillan), cuyo
desempeño en este trabajo sobrepasa todas las expectativas, incluyendo las del
propio guitarrista y cerebro de la banda originariamente fundada en Birmingham
a fines de los ’60. Destacan momentos notables como la cabalgata inicial con el
furioso riff de ‘In For The Kill’, el Speed-Metal de ‘Turn To Stone’, el blues
lascivo y apasionado de ‘Heart Like a Wheel’, y la sufrida balada ‘No Stranger
To Love’, cuyo video reflejaba el bajo momento artístico y personal por el que
atravesaba entonces el padre de todo lo que se llama riff. Por cierto, “Seventh
Star” marcaría el inicio de una serie de colaboraciones entre Iommi y Hughes en
el futuro, durante las próximas décadas. Recomendado totalmente tanto para los
fans del guitarrista como para quienes siguen la carrera del cantante e
instrumentista cuya carrera se ha expandido más allá de la denominada ‘saga
púrpura’.
4.- "Headless Cross" (1989): Al momento de preguntarnos
cuál es el cantante que ha estado más tiempo en Black Sabbath después de Ozzy Osbourne
-y, obviamente, ha grabado más álbumes en ese lapso-, la respuesta llega de
manera automática a la mente de todo fan acérrimo que se declare tal: Anthony
Philip Harford, conocido por el pseudónimo que le valdrá un lugar merecido en
la historia del Metal: Tony Martin. Con el cantante británico en sus filas,
entre 1987 y 1995, Sabbath registrará cinco álbumes en estudio, pero solo uno
alcanzará la categoría de clásico: “Headless Cross”, trabajo publicado en 1989
y segundo con el eximio cantante luego del auspicioso debut en el anterior “The
Eternal Idol”. Cuando todos pensaban que la década de los ’80 concluiría de
manera nefasta para la agrupación originaria de Birmingham, Tony Iommi se
despacha un trabajo de antología a nivel técnico y compositivo, recreando de
manera magistral la atmósfera oscura y
amenazante del mejor Sabbath, por supuesto adaptando su sonido a la época.
Notable el desempeño de Tony Martin, un cantante cuyo timbre recordaba bastante
l ya legendario Ronnie James Dio, pero dotado de una personalidad única,
suficiente como para devolverle a la banda un lugar privilegiado al menos en
toda Europa. Destacan de esta placa momentos memorables como 'Headless Cross'
-una suerte de 'hermano menor' de la emblemática 'Heaven and Hell'-, 'Devil
& Daughter', 'Black Moon' y 'When Death Calls', esta última una soberbia
pieza que cuenta con un electrizante solo de guitarra a cargo de Brian May -el
hombre de las seis cuerdas en Queen-, el único guitarrista que ha participado
como invitado en un trabajo de Black Sabbath -el segundo instrumentista después
de Rick Wakeman en el fundamental "Sabbath Bloody Sabbath" de 1973- y
con quien Tony Iommi sostiene hasta hoy una fuerte amistad iniciada en los '70.
"Headless Cross" no solo será el mejor trabajo registrado con su
cantante de entonces, sino además el único a la altura de los clásicos seis
primeros con Ozzy y lo registrado con Ronnie James Dio a principios de los '80.
5.- "Dehumanizer" (1992): Una década después de la
aparición de los categóricos "Heaven And Hell" y "Mob
Rules", Ronnie James Dio se reúne con sus antiguos compañeros Tony Iommi y
Geezer Butler, a quienes se sumaría el baterista Vinny Appice -responsable de
la batería en el ya clásico "The Mob Rules"- reformándose de esta
manera una alineación de oro, la cual hará sentir todo su poder en todo el orbe
con la publicación en 1992 de "Dehumanizer", placa que marcará un
regreso bombástico a las grandes ligas luego de una década irregular. Conceptualmente,
a diferencia de los trabajos anteriores, marca un sentido de consciencia social
y espiritual al abordar temáticas como la idolatría hacia la tecnología, el
negocio de los televangelistas, el misterio de la vida después de la muerte y
el individualismo. Musicalmente, no sería exagerado si nos referimos a uno de
los trabajos más pesados en la carrera de Black Sabbath, con un Tony Iommi
dejando en claro que no solo es un pionero en lo que se refiere a riffs, sino
también sabe aplicarlo de manera fresca, aflorando su creatividad como nunca.
Todo aquello mientras la sociedad rítmica Butler-Appice barre con todo a su
paso y Ronnie James Dio se erige en lo alto como leyenda viviente gracias a su
prodigiosa voz y la entrañable personalidad con que se ha ganado -con justa
razón- el cariño de los fans y la admiración por parte de la prensa
especializada. Si bien esta 'nueva' etapa no durará mucho -diferencias
personales entre Dio y el resto de la banda, culminadas con la idea de abrir
los shows de Ozzy a fines de ese mismo '92, significando la renuncia automática
del pequeño gigante-, "Dehumanizer" es el testimonio aún latente de
cómo una agrupación aparentemente condenada a vivir de su pasado glorioso
siempre se mantuvo vigente en la escena que ayudó a crear gracias a la
constancia de su líder Tony Iommi, el motor y la mente creativa de Black
Sabbath y el apoyo de aquellos fans que jamás se conformaron con las
coincidencias y las 'rivalidades' entre los emblemáticos Ozzy y Dio. Debe ser,
por lejos, el último gran trabajo de la banda.
Bonus Track
Heaven & Hell - "The Devil You Know" (2009): A
mediados de 2007, el mundo del Metal y el Rock duro en todas sus vertientes se
paraliza ante una noticia que alegrará a millones de fans de todo el mundo:
Ronnie James Dio, Tony Iommi, Geezer Butler y Vinny Appice se reúnen
nuevamente, primero para efectuar una gira y grabar tres canciones que
aparecerán en el recopilatorio "The Dio Years" de Black Sabbath. Pero
una serie de trabas legales impiden que la reunión se efectúe bajo el nombre de
la banda y deciden bautizar el proyecto con el nombre de la placa que
inmortalizó esta alineación un par de décadas antes. Luego de una exitosa y
maratónica gira -registrada en el DVD "Live at Radio City Music Hall"-
Heaven & Hell publica a comienzos de 2009 "The Devil You Know",
un soberbio trabajo en estudio que recrea los mejores momentos de Black Sabbath
pero con un peso y oscuridad nunca antes presentes en el pasado. Desde el aura
siniestra de 'Atom & Evil' hasta el final apocalíptico con 'Breaking Into
Heaven', "The Devil You Know" simboliza una nueva etapa, con una
alineación que jamás ha dado un paso en falso en cada una de sus creaciones.
Desgraciadamente, esta alineación tendrá un trágico desenlace: Ronnie James Dio
muere en 2010, víctima de un agresivo cáncer. Sin embargo, "The Devil You
Know" significó, a la vez, una despedida en grande no solo de una de las
voces más fundamentales del Heavy Metal, sino además la evidencia de cuán letal
pudo ser esta alineación, donde primó la identidad artística y la creatividad
ilimitada por sobre todo.
Escrito por: Claudio Miranda
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