La temporada 2015 fue fructífera en cuanto a lanzamientos nacionales, de los cuales uno llamó poderosamente la atención dentro del circuito independiente, debido a su cuidadosa producción y una propuesta que intercalaba la brutalidad propia del Metal extremo europeo con melodías cálidas con tintes dramáticos. Dollmination (2015) significó el debut en sociedad de The Inferno Doll, proyecto fundado y liderado por la prestigiosa cantante Laura Vargas -ex Sacramento-, quien dio vida a un trabajo exquisito en cuanto a texturas sonoras, combinando pasajes pesados con atmósferas tan tenues como envolventes. Por supuesto, la colaboración del reputado guitarrista Gabriel Hidalgo fue fundamental para plasmar en la música, con categoría, una placa cuya temática abarca conceptos como el ocultismo, los misterios del vampirismo y el amor trágico. Y es sobre el escenario donde The Inferno Doll duplica el poder seductor de su propuesta, en base a una puesta en escena en que predomina la teatralidad y la calidad interpretativa de una voz que intercala melodías dulcemente tristes con guturales siniestramente bestiales.
La jornada empezaría
pasadas las 20 horas con Mano Humana,
agrupación que combina la brutalidad demoledora del grindcore con la experticia
técnica de luminarias actuales como The
Dillinger Escape Plan, a lo que se suma una puesta en escena en que prima
la actitud ante todo, fundamental luego de un comienzo accidentado debido a la
rotura de una de las cuerdas de la guitarra, demorando el inicio durante unos
minutos. Pero sobre el escenario está claro que es solo el comienzo, por lo que
hubo que apelar a la experiencia para demostrar de qué están hechos. Es así
como a través de cortes como el single “Jueces”,
“Desintrospección” -con la
participación de Sergio 'Panqueque' Domínguez como invitado- ”Larga Vida al Rey”, ”Pigmentos de Vacío” y ”Demencia”, Mano Humana sacó a relucir sus capacidades técnicas e
interpretativas de manera soberbia, con Osvaldo Guzmán remeciendo todo con sus
arranques de locura -al estilo de Barney Greenway- y su iracundo registro vocal,
mientras el bajista José Guzmán y el guitarrista Felipe Valenzuela reflejan
sobre el escenario la desquiciada y atrevida esencia del sonido de la banda.
Nota aparte para el baterista Diego Valenzuela, quien refleja mediante su solo
de batería la tridimensionalidad con que la propuesta extrema de Mano Humana logra expandirse más allá
de una etiqueta.
Poco después, a eso de las 21 horas, y luego de un extenso
intermedio, llega el turno de The
Inferno Doll, desenvolviendo su
propuesta teatral desde el inicio. Una caracterizada Laura Inferno, en compañía
de un enmascarado Gabriel Hidalgo, da inicio a una presentación en la cual
impondrá toda su clase como intérprete. Desde el inicio con ”Crushing Me”, nos introducimos en un viaje
a través de diversas sensaciones, todas girando en torno a lo oculto, lo
prohibido para el mundo exterior susceptible a la superstición. Cada track
contiene un momento especial y aquello se pueden apreciar en pasajes como ”Conciencia”, en un encendido dueto con Paula
Barouh y ”Nemesis Within”, donde
destaca la abrumadora perfomance de la bailarina Macarena 'Nysa', importante a
destacar en el concepto llevado al escenario.
”Dollmination”, ”Asylum”, ”Broken Inferno” y ”The Awakening”, sin desmerecer en lo absoluto la imponente puesta
en escena, dan cuenta de una calidad técnica e interpretativa fuera de serie. Resulta
escalofriante el cómo Laura dicta cátedra de versatilidad en base a un registro
vocal ilimitado cuando se trata de moverse libremente entre la bestialidad del
Death Metal y la calidez melódica con que invita al espectador hacia los
misterios reservados solo para unos pocos.
Todo aquello adquiere forma y color completo gracias a la labor que
ejerce Gabriel Hidalgo en las seis cuerdas, no solo como intérprete, sino
también como partícipe y generador del sonido característico de The Inferno Doll. Respecto a la base
rítmica, resulta fundamental la presencia del eximio baterista Guillermo
Pereira (VPS, Knell, Entrospect) y el
bajista Juan Pablo Vallejos (Hueso),
este último aportando la cuota de personalidad suficiente para recordarnos que
detrás de una propuesta escénica en que predomina la figura vampírica y
seductora de su cantante, estará siempre la actitud propia de un género que,
históricamente, ha generado sensaciones encontradas pero que jamás generan
indiferencia. Y precisamente ahí radica la gran virtud de The Inferno Doll sobre el escenario. Porque para Laura Inferno, no
solo se trata de su proyecto personal, sino también una suma de fuerzas -tanto
en estudio como en vivo-, donde cada componente aporta de manera fundamental a
que el embrujo de una placa de la talla de Dollmination
adquiera forma real, al punto de sorprendernos mediante cada gesto y
movimiento, complementando de manera magnánima una propuesta musical fresca e
innovadora y, al mismo tiempo, fiel a sus principios artísticos.
El final con ”Carmilla” -original de Theatre Des Vampires- deja en claro la
categoría con que The Inferno Doll
impone su propuesta en vivo, lo que se traduce en una experiencia atractiva
para los sentidos, desenvolviendo su propia identidad con fuerza descomunal,
aunque sin sacrificar en absoluto la sutileza con que el espectador es
cautivado. No es para menos, la unión de fuerzas fue determinante para que The Inferno Doll tradujera lo hecho en
el estudio a la grandilocuencia propia de un proyecto que, desde su gestación,
aspira a traspasar todas las fronteras existentes, siempre bajo sus propias
reglas. Categoría mundial sobre un escenario, proveniente del mismo infierno
fielmente descrito por Dante Alighieri en su Divina Comedia. Para enmarcar en
el recuento de esta temporada y, por qué no, de la vida/muerte misma.
Galería en Facebook
Galería en Flickr
Galería en Facebook
Galería en Flickr
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Diego Pino "Wildcard Dreamer"
0 Comentarios