Luego de poco más de cinco años, una de las bandas más emblemáticas
de nuestro país publica un nuevo trabajo, por supuesto siempre fiel a sus
principios y más vivos que nunca, pese a las dificultades a lo largo del
proceso, el cual suele medirse en meses y años. Para Alto Voltaje, la motivación se mantuvo intacta y Contracorriente, su nuevo trabajo
en estudio -el cuarto en todo su catálogo- es la prueba contundente de los
resultados de una lucha sin cuartel librada en un país tan hostil y poco
empático con sus propios hijos, como lo es Chile. Y quizás por eso y muchas
razones más es que lo ocurrido la noche del 16 de diciembre en el Cinearte
Alameda, lo que se anunciaba formalmente como el lanzamiento del mencionado
trabajo, terminó siendo una fiesta inolvidable, a la que todos estábamos invitados.
Una noche de Rock 'n' Roll en su expresión más pura, a la que ningún invitado
se podría negar, donde se incluyó una exposición de fotos de la banda y un
cóctel de recepción. En pocas palabras, un lanzamiento con todo.
Obviamente, si hablamos de
invitados, hubo algunos que se encargaron de abrir los fuegos haciendo lo que
saben hacer, y muy bien. Nos referimos a Priapo,
seguramente una de las agrupaciones nacionales que mejor encarna los principios
del Rock 'n' Roll gracias a su fórmula tan efectiva como espontánea. Desde el
comienzo con "La Ley del
Diablo", y en un recinto que no tardó en repletar su capacidad, el
cuarteto sacó a relucir sus virtudes sobre el escenario. "Es lo que soy", "Una
más" y "Sueño de Gigantes"
adquieren dimensiones gigantescas en vivo respecto a sus versiones en estudio
gracias a una impecable y siempre dinámica puesta en escena. Una cosa es tocar
Rock y otra es sentir lo que tocan, como se pudo apreciar a lo largo del set,
sobretodo en "Quiero Rock"
y "Vida de Perro", ambas
contando con la participación de Rodrigo Basulto en la armónica y el tecladista
Gustavo Albuquerque de El Cruce. Una
versión cañera del clásico "Te
Perdí" -original del cantante de la Nueva Ola, José Alfredo Fuentes, y que forma parte de lo que será el nuevo
álbum- y el groove pendenciero de "Cerrando
Puertas" rematan un set que tardó la nada misma en hacer vibrar a los
asistentes presentes en el recinto ubicado en la principal avenida de la
capital. No solo se trata de calentar motores, sino también desplegar todas sus
virtudes ante un público ávido de riffs afilados, juerga y cervezas. El Rock
'pichulero' de Priapo no necesita de
ningún artificio para valerse por sí mismo. Todo pasa por un asunto de actitud,
como la vida misma.
Poco después de un breve
intermedio, previa exhibición del videclip para "Soy Tu Conciencia", y a eso de las 22 horas, llegaría el
turno de los anfitriones, quienes, en medio de una acalorada ovación pocas
veces vista en nuestro medio, dan inicio a la fiesta de la mano de "Tierra
de Nadie", corte que da inicio al recorrido a través de Contracorriente, seguido del
track que le da título al trabajo recién estrenado de la banda. Perfecto
comienzo para una presentación sólida en todos sus aspectos y cuya intensidad
no parará de aumentar, como se pudo notar desde el redoble inicial de la ya
clásica "Historia", con los
fans abalanzándose hacia adelante -eso de los asientos en un concierto de Rock
n' Roll, da para pensar- y prácticamente adueñándose de los coros, con puño en
alto. Suficiente como para que Víctor Escobar, un tipo que sabe perfectamente
lo que significa jugársela a muerte, sonría alborozado ante tamaña muestra de
devoción por parte de los incondicionales, aquellos que han estado con la banda
en todas durante casi dos décadas.
Tanto el material nuevo,
representado en cortes como "El Gran
Peón" y "Soy Tu
Conciencia", como los clásicos de la talla de "Adiós a la Fábrica" y "Agonía", se
intercalan de manera magistral durante poco más de 90' de Rock en su vertiente
más dura y agresiva. La presencia de Víctor Escobar como voz y rostro de una
banda que ha sabido mantenerse en la brecha es suficiente para recordarnos de
qué se trata el Rock n' Roll y lo necesario para dedicarse a esto, con todas
las vicisitudes que conlleva. Al igual que su eterno compañero de armas, el
bajista Ery Lopez, cuya presencia y desempeño en las seis cuerdas contagia de
energía tanto a sus compañeros como al enfervorizado público. Aquello lo saben
perfectamente los guitarristas José Canales y Jonatan Cáceres, ambos
conformando una pareja de temer cuando se trata de sacar a relucir sus
capacidades en las seis cuerdas, siempre en favor de la poderosa y aplastante
unidad sonora que complementa la esencia de Alto Voltaje. De igual manera se puede apreciar aquello en el
desempeño de Pedro Muñoz en la batería, una máquina que cubre todos los
espacios existentes con una solidez tremenda. Es cuestión de observar en
pasajes como "Rock &
Burdel", "Ponte de
Pie" -del recién estrenado Contracorriente-
y la fiestera "Gato Negro"
-original de otro combo emblemático, Killterry-
la reacción del público ante un desempeño interpretativo que sobrepasa todas
las expectativas generadas. A veces resulta imposible encontrar o hacer
hincapié en puntos bajos rebuscados cuando se impone el llamado a dejar que
todo fluya, el ser testigo y participar en la misma historia que se construye
al instante.
"Empezar de Cero" y "El
Mendigo" concluyen el recorrido a través del fructífero presente, para
luego retroceder solo unos cuantos años, esta vez de la mano de "Despierta" y "Ruda y Sexy", esta última un
himno del Rock surgido desde la calle con todas sus aventuras y desventuras. Y
para cerrar el set y la noche, la melancolía apasionada de "El Fin del Dolor" y el frenesí explosivo de "Alto Voltaje", con los
eufóricos fans arriba del escenario. Perfecto y glorioso cierre para una
jornada que significó mucho más que el regreso discográfico de una de las
bandas más importantes del Rock nacional. Para llegar a esto hubo que luchar
bastante y por ello la alegría de la banda y la euforia de los fans se
comprenden con toda razón. Alto Voltaje
siempre ha estado ahí, al pie del cañón, en plena lucha por mantener vivo un
género que va más allá de la música. Al igual que con los ilustres invitados de
Priapo, el Rock n' Roll suele
premiar a quienes realmente se tomaron el asunto como una forma de vida, donde
nada es regalado y la sangre, sudor y lágrimas derramadas en grandes cantidades
conforman el precio que hay que pagar en esta lucha interminable. Alto Voltaje encarna, en vivo, el
espíritu de lucha que ha caracterizado la historia del Rock chileno durante las
últimas 3 décadas. Siempre mirando hacia adelante y haciendo las cosas con el
mayor profesionalismo posible. La autogestión es una característica fundamental
en un contexto donde el Rock suele ser mirado en menos por los medios masivos,
contra viento y marea. Agradecemos de corazón que el Rock en Chile, a pesar de
todo, se mantenga firme en la resistencia. Alto
Voltaje regresó de manera triunfal con una nueva placa, la cual encarna esa
sensación de triunfo compartida con quienes siempre estuvieron con la banda en
las duras y las maduras. El triunfo de los imprescindibles, los que luchan toda
una vida. Por lejos, una de las noches más electrizantes de las que se tiene
registro en los archivos del Rock chileno.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos cortesía de: Cristian Carrasco (CrisRock Photography)
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