A comienzos de los '90, en medio de la crisis a nivel mundial en que se sumergía luego de su apogeo durante la década pasada, el Heavy Metal experimenta una serie de procesos que derivarían tanto en la reunión de la alineaciones más clásicas del género como el retorno de integrantes emblemáticos hacia las bandas que los catapultaron a la fama luego del merecido éxito. Black Sabbath y los -efímeramente- reformados Mercyful Fate fueron los pioneros en esta tendencia al unir fuerzas nuevamente con Ronnie James Dio y King Diamond, respectivamente. Concluyendo la década -y el siglo-, Iron Maiden daría el batatazo al repatriar a Bruce Dickinson y Adrian Smith, dos históricos con quienes la Doncella de Hierro reeditaría sus mejores tiempos. Y ya comenzando el nuevo milenio, bien entrada la década anterior, el regreso de Rob Halford a Judas Priest, la banda seminal del Heavy Metal como lo conocemos a partir de los '70, culminaría la tendencia dejando en claro que las 'viejas glorias' estaban más vivas que nunca. En todos los casos, aquellas reuniones fueron respaldadas con trabajos discográficos que, merecidamente, adquirieron la categoría de clásicos debido al impacto generado en su momento, incluso más allá de lo mediático.
Por supuesto, el Heavy Metal criollo también se manifestó bajo esta
tendencia con el regreso del histórico cantante Freddy Alexis a Inquisición, la banda pionera, por
excelencia, del género en su forma más pura durante los '90 en nuestro país. El
combo liderado por el guitarrista Manolo Schäfler, no solo materializó el
regreso de su voz original con presentaciones en vivo, sino también despejó
todas las dudas al respecto a través de Preacher
and Lust, séptima entrega en estudio de la banda y la cuarta con Alexis
luego del fundamental Steel Vengeance
(1996), el recopilatorio In
Nomini (1997) -que incluía material correspondiente al demo editado en
1995 antes del LP debut- y Black
Leather From Hell (1998). Todos trabajos esenciales para comprender el real
significado del Heavy Metal, algo que va más allá de una época determinada o un
cliché.
Con una alineación complementada por la sociedad rítmica del bajista
Rolando Jeldrés y el baterista Ignacio Garcia de Cortázar, Preacher and Lust rememora los mejores momentos de la banda
en sus comienzos, pero a la vez continua la senda trazada en trabajos recientes
como el anterior Codex Gigas (2014),
exitosamente aclamado y catalogado por muchos como la obra cumbre del cuarteto.
Al menos es lo que se vislumbra en la portada -realizada por el reconocido
diseñador Sebastián Castro-, clara referencia al sacerdote chileno Fernando
Karadima, reconocido rostro de la Iglesia Católica en su cara más sórdida y
putrefacta, cuestionada, con justa razón, por los abusos cometidos y
denunciados durante las últimas décadas. Aquel horror propagado al interior de
la institución más antigua del mundo se refleja en gran parte de la placa,
partiendo por la intro que da paso al track homónimo, al igual que su letra,
directa y certera como los riffs que dan forma y músculo a esta encarnación de
Inquisición, siempre fiel a sus identidad ligada al Heavy Metal en su faceta
más tradicional y, al mismo tiempo, comprometido con lo que nos atañe en la
vida cotidiana como lo es la religión. "Chuch
Of Devil" y la más acelerada "The
Serpent's Prophet" no solo se encargan de darle forma concreta a este
trabajo cuyo concepto recuerda bastante a lo expresado en el anterior Codex Gigas, sino también
reflejan la solidez con que los riffs diseñados por Manolo Schäfler generan
estragos gracias a su poder destructivo combinado con las influencias
neoclásicas con que el destacado guitarrista mantiene el sello en el sonido de
nuestros 'Defensores de la Fe' locales.
Si bien Manolo Schäfler es la mente maestra de Inquisición, el
regreso de Freddy Alexis se hace sentir con fuerza en cortes como los cortes
anteriormente mencionados y "Lonely
Fighter", este último donde, pese al protagonismo de las guitarras, el
ex cantante de Witchblade imprime su
sello en base a un registro que intercala lo macabro de King Diamond con la
marcialidad de Rob Halford. Mientras, en pasajes como "Infected", la dupla rítmica compuesta por Ignacio Garcia de Cortázar (batería) y Rolando Jeldres (bajo), si bien denota una solidez
abrumadora en toda la placa, es ahí donde saca a relucir todos los recursos
existentes en el género para aportar en la sonoridad lóbrega propia de
Inquisición. Por supuesto, los coros hechos para ser entonados con puño en alto
abundan en este LP y "Burnin' Metal", el primer adelanto de Preacher and
Lust, es la muestra de la efectividad presente en una fórmula que se mantiene
incólume tanto al tiempo como a las tendencias presentes. Destacan elementos
como la sección final, con la guitarra de Manolo Schäfler prendiéndole fuego a
todo lo que se encuentre a su paso.
El groove acelerado y afilado
de "Power Of Christ"
-tremendo desempeño el de Rolando Jeldrez en las bajas frecuencias- nos
transporta de inmediato hacia algunos pasajes del Black Leather From Hell (1998), evocando aquella ferocidad
con que Inquisición marcó a fuego su nombre en el Metal nacional. El mid-tempo
inicial de "Priest and Reason"
-el coro inicial, cuánto poder le imprime Freddy Alexis, dueño de una voz
privilegiada y una personalidad única dentro del Heavy nacional- derrocha poder en todas sus líneas para
mutar, pasado el minuto y medio, en una furiosa cabalgata de guitarras
flameantes, mientras la sociedad rítmica
Jeldres-Perez de Cortázar conforma una muralla impenetrable en todos sus
flancos.
Y llegamos a la recta final de Preacher
and Lust de la mano de dos tremendos cortes. Primero nos encontramos
con "Fantasma", original de
los icónicos Massakre y con el
histórico Yanko Tolic colaborando con la voz en una versión menos cruda que su
versión original pero que recrea su atmósfera macabra, de manera más clara y
denotando la clara influencia de los Mercyful
Fate noventeros. Y rematando la placa, el groove filoso de "Running on the Chains", mucho
más ligado al Hard Rock que el resto del álbum pero que da cuenta del buen
gusto que posee la banda cuando se trata de concebir melodías accesibles con un
toque bastante vintage, pero manteniendo la solidez propia de un género que, a
estas alturas, no tiene por qué darle explicaciones a la crítica severa.
Preacher and Lust no solo marca el regreso de su voz histórica y original a
Inquisición luego de más de una década, sino también constituye un documento
irrefutable sobre el Heavy Metal como canal de denuncia ante los abusos
cometidos por aquello que los humanos solemos considerar 'sagrado'. Siguiendo
la senda trazada en el anterior y soberbio Codex Gigas, Inquisición vuelve a
arremeter contra la hipocresía y la mentira 'legalmente' impuesta por parte de
quienes, en nombre de Dios, solo buscan satisfacer su propia lujuria y codicia
a costa de la ingenuidad ajena. No se trata solo de una secta, sino de una
institución que durante más de mil años ha actuado bajo plena impunidad. Con un
LP de la talla de Preacher and Lust,
el Heavy Metal pareciera cumplir con todos los propósitos denegados por la
propia justicia humana. Como para preguntarnos cuál será el blanco para un
siguiente álbum. Si el Heavy Metal, al menos a nivel local, tiene un sentido
real más allá de las temáticas ocultistas y las historias de seres mitológicos,
es porque Inquisición nos indica en cada una de sus placas trabajo el camino a
seguir y Preacher and Lust es
la evidencia de que la solidez con que el género impone sus propias ideas
siempre en base a la razón y la fuerza de los riffs más certeros que hayan
podido concebirse durante más de dos décadas. Actitud, categoría y compromiso
por sobre todas las cosas.
CALIFICACIÓN:
TRACKLIST:
1. Preacher and Lust
2. Church of Devil
3. The Serpent's Prophet
4. Lonely Fighter
5. Infected
6. Burnin' Metal
7. Power of Christ
8. Priest and Reason
9. Fantasma
10. Running on the Chains
Banda: Inquisicion
Disco: Preacher and Lust
País: Chile
País: Chile
Año: 2016
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