En plena temporada estival, los festivales al aire libre son una
necesidad para el alma y los sentidos, sobretodo cuando se trata de reunir
estilos tan diversos como convergentes en un solo propósito, como lo es el
poder reunir en un ambiente íntimo y relajado a un público heterogéneo en
cuanto a preferencias musicales, pero dispuesto a disfrutar y encontrar en la
música una manera de deshacerse del estrés propio de la metrópoli y refrescarse
en las zonas rurales.
Un encuentro como Summer
Live, en su edición debutante, define de manera certera el propósito de la
música cuando se trata de llegar por igual hacia los sentidos. El evento
realizado en la parcela Jamrock no solo cumplió el objetivo mencionado en el
párrafo anterior, a lo que debemos agregar la presencia de marcas como Pedales
Ottone y su stand repleto de productos útiles para el efectivo desempeño en las
cuerdas, sino que también nos presentó una amplia gama de agrupaciones exponentes
de diversos géneros, predominando el Folk, la fusión de ritmos latinos, el Rock
en su faceta más callejera y corrosiva , y la siempre bienvenida mezcla de Groove con sonoridades ligadas al experimento y la psicodelia. Y para quienes,
pese a arrancar del molesto gris de la urbe, pensaban que no había por dónde
contra las altas temperaturas, la piscina ubicada al frente del escenario estaba
lista y dispuesta para hacer de un evento prioritariamente musical en una
experiencia refrescante, en todo sentido. ¿Alguien podría resistirse a algo
así, con una temperatura que bordea, en promedio diario, los 40°C?
La jornada comenzaría de la
mano de Isaboreal, pseudónimo bajo el cual se presenta la joven cantante y
guitarrista Isabelle Moreau sobre el escenario para presentarnos una propuesta
acústica cuya melodía denota la calidez suficiente -y a la vez refrescante,
considerando las altas temperaturas, sobretodo ya pasado el mediodía- como para
cautivar a los asistentes presentes en el recinto ubicado en San Bernardo. Si
bien, en un comienzo se notó el nerviosismo en algunos pasajes de la
presentación -la segunda de la joven cantante-, nada de aquello fue impedimento
para llevar a cabo un desempeño impecable, primando la sencillez y el sentido
profundo de la belleza, aquella cuya esencia resulta invisible a los ojos y, al
mismo tiempo, perceptible al alma.
Los sonidos latinoamericanos
tuvieron su representante en Terrel, agrupación que combina la música de raíz
con una actitud que da cuenta del compromiso con la causa americanista, tal
como se pudo apreciar en varios pasajes de la presentación. Por supuesto,
cuando tamaño discurso es respaldado por un excelso dominio instrumental y una
versatilidad que permite intercalar sonoridades andinas con la fuerza del Rock.
"Alarma", "La Higuera", "Wayra", "Tú Sin
Saber" y "Testamento" fueron algunas de las muestras de una
propuesta que, pese a la inclemencia del sol, nos recuerda que Latinoamérica
unida puede ser una nación más poderosa que cualquier potencia mundial. Terrel,
a través de la música, nos dejó bien claro aquello.
El Rock en su faceta más
pesada, incluso bordeando el Metal, estuvo a cargo los nacionales MATS,
cuarteto que por estos días se encuentra presentando su EP titulado Descerebrado. Liderados por Asiak
(voz, armónica), el cuarteto no tardó en aumentar la temperatura reinante
gracias a su propuesta incendiaria, basada en riffs venenosos y 'mala leche',
ritmos que varían entre el blues, el Hard Rock en su vertiente más callejera y
el Metal de viejo cuño. "Yo soy MATS", "Jerusalén, Cuentos de
Malos", "Descerebrado" y la inédita "Corrí, corrí"
definen en vivo la efectividad del Rock/Metal en su faceta más canalla y
directa, con Asiak presentando todas sus credenciales como frontman y líder de
una agrupación que realmente siente lo que toca, incluso lo personifica en su
ejecución, al estilo de Álvaro, un bajista que no se conforma con su papel de
generador de las bajas frecuencias en MATS, sino también es partícipe
fundamental en la estética de una banda que bebe tanto de la oscuridad de Black
Sabbath como del Rock sucio con sabor a aguardiente de los primeros trabajos de
AC/DC y Motörhead. Por poco más de media hora, MATS impuso sus términos fiel a
su estilo, siempre gritando las cosas como son.
Concluyendo la jornada, y
con la temperatura un poco más baja respecto a unas horas antes, llegaría el
turno de Rigo Rioja, acompañado de The Tutu's band, agrupación con la que el
destacado músico nos ofrece y transmite una propuesta que combina de manera
notable el Ska, la cumbia brava, y el Rock en su faceta más minimalista, con
claros toques New Wave. "Galáctico Ser", "Fénix" y "Fuego"
fueron parte de un set repleto de sabores sonoros para todos los gustos, en
especial gracias al desempeño de Rigo en el sintetizador, instrumento con que
su propuesta musical adquiere múltiples dimensiones en vivo. Por supuesto, el
mérito también va para una banda que se caracteriza por la espontaneidad con
que se desenvuelve en vivo, donde lo que puede parecer elaborado fluye con una
naturalidad escalofriante.
En conclusión, Summer Live
no solo constituyó la oportunidad para disfrutar de la música en sus variadas
ramas en un ambiente ameno y acorde con estas temporadas, sino además ratifica
la excelente calidad expuesta por parte de artistas y agrupaciones emergentes
que, más allá de las diferencias estilísticas, dejan en lo alto el nombre de
una escena que se renueva para bien, siempre sorprendiendo. Lo ideal sería que
esta experiencia se repitiera con más frecuencia, incluso sin tener que esperar
el próximo verano. Para quienes al menos anhelamos con arrancar del estrés
santiaguino, aunque sea por todo un día, Summer Live puede equivaler a una
terapia de relajación efectiva, donde la música en vivo resulta un gran
aliciente, sobretodo para quienes disfrutaron esta experiencia en plena
piscina, dándole un toque refrescante a todo esto. Esperamos con gusto la
próxima edición, el alma y los sentidos lo agradecen.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Tay Martínez
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