9 de Noviembre de 2016: el
magnate republicano Donald Trump, reconocido por su postura fuertemente
anti-latina –o más bien, anti-mexicana-, triunfa en las elecciones
presidenciales de EE.UU. y, tiempo después, asume el poder como gobernante de
la mayor potencia mundial. Por entonces, Brujería
había editado, meses antes, el single “Viva Presidente Trump!”, una suerte de
presagio y protesta ante la inminente llegada al poder de un personaje tan
nefasto como un viejo conocido de nosotros, cuyo apellido empieza con P y
termina con iñera. Adjunto al mencionado single, Pocho Aztlan vería la luz como el primer LP del ejército
guerrillero liderado por el misterioso Juan Brujo en más de 15 años. Argumentos
suficientes para que, en plena gira promocional. El combo regresara en poco
menos de un año a nuestro país luego de su recordado espectáculo en el
desaparecido Club Kmasú, esta vez para hacer valer su presente y reputación
como representantes supremos de la consigna “música violenta para los tiempos
violentos” durante las últimas tres décadas.
Comenzando la jornada, pasadas
las 19:30 horas, Dezaztre Natural se
encargaría de abrir los fuegos ante un público escaso en cantidad pero que no
tardó en responder ante la propuesta de una agrupación que encarna el concepto
de violencia y protesta ante la ignominia que envuelve a nuestra realidad
local. Si bien en un comienzo el sonido no estuvo a la altura, poco importó
aquello ante una presentación que dio cuenta de una fuerza demoledora y una
interacción tremenda con los fans y el público en general presente, destacando
la participación de ‘el Rata’, cantante original de la banda –actualmente en Anarkía Tropikal- en una tremenda
versión de “Marihuana”. Contundente y redonda presentación por parte de una
agrupación que encarna nuestra realidad sociocultural más allá de la música,
como debe ser el HxC.
Poco después llegaría el turno de
una agrupación que, a estas alturas, ha pasado a formar parte de nuestra
cultura popular, incluso más allá del Metal. Dorso, el combo comandado por el querido 'Pera' Cuadra, comenzó a
hacer de las suyas desde el arranque con la clásica "El Espanto Surge de
la Tumba", a través de un set que incluyó un adelanto de lo que será su
próximo lanzamiento, como lo es "Gore n' Roll", generando la
respuesta positiva del público que, en ese momento, empezaba a repletar
progresivamente el recinto. "Panificator", "Marte Horror
Planet", "Vacalaca", "Vampire Of The Night",
"Deadly Pajarraco" y la metralla mortífera de "Hydra"
dieron cuenta de la vigencia con que la agrupación destaca a nivel local luego
de más de tres décadas, con 'Pera' Cuadra agregando el condimento necesario con
frases para la galería alusivas al evento masivo que se estaba llevando a cabo,
al mismo tiempo, en el Parque O'Higgins, Lollapalooza. Correcta presentación que,
a pesar del deficiente sonido en algunos pasajes, logró su objetivo: caldear el
ambiente para lo que sería el siguiente número y el plato de fondo.
Pasadas las 21 horas, y con la intro que daría paso a "The Flames
Of Purification", los nacionales de Torturer
fueron los encargados de poner la cuota de Death Metal con que un repleto
Teatro Teletón se volvió el mismo infierno. Tres décadas como referentes del
género a nivel local fueron reflejadas con una maestría impresionante en un set
que intercaló el presente plasmado su reciente lanzamiento titulado Conjuro IV (2016) con algunos
pasajes de sus primeros trabajos como el imprescindible Oppressed by the Force (1993), LP fundamental para todo
amante del Death Metal químicamente puro. Por supuesto, sobre el escenario todo
es posible con una excelente calidad de sonido -el cual ya mejoraba
notablemente respecto a los dos números anteriores- y una actitud escénica en
que la figura de Francisco Cautín -fundador, voz, bajista y líder- saltando y
corriendo de un lado a otro del escenario resulta clave para entender el por
qué Torturer se mantiene en la
brecha como uno de los grandes referentes de un género que refleja el lado más
doloroso de la existencia humana como lo es la muerte.
Un hecho para la anécdota
resultó, en el entretiempo, la presencia del reconocido Pastor Soto, acompañado
de Sergio 'Panqueque' Domínguez y un equipo de grabación, situados en una de las
plateas del recinto, acaparando la atención del público y de las redes sociales
en se instante. Por supuesto, lo que parecía una humorada, estuvo ad portas de
pasar a mayores cuando una parte de los asistentes decidió emprenderlas contra
el polémico personaje arrojándole latas y botellas, las cuales por suerte
ninguna alcanzó su blanco respectivo. Hilarante y desconcertante a la vez.
A eso de las 22:40 horas, y con la intro que
daría paso a "Brujerizmo", sale al escenario el ejército
revolucionario comandado con Juan Brujo a la cabeza, secundado por El Sangrón y
acompañado por Hongo en el bajo -Shane Embury-, el baterista Hongo Jr -Nick Barker-
y un viejo conocido para nosotros, el Criminal -sí, el mismísimo Anton
Reisenegger- en la guitarra. Suficiente para dar paso a poco más de una hora de
desmadre y machetazos donde el presente y el pasado se conectaron en torno a la
figura venenosa de EE.UU. y sus políticas imperialistas.
"El Desmadre", "Colas de Rata", "La Migra"
y "Hechando Chingazos" cayeron una tras otra como bombas mediante una
ejecución sólida a nivel instrumental y la personalidad con que Juan Brujo y
Sangrón arengan al público que repletaba el recinto ubicado en calle Rosas
respecto a la situación que afecta al mundo con Trump en la Casa Blanca, por lo
que la inclusión en el set de "Viva Presidente Trump!" resultó un
tremendo acierto respecto a lo que significa Brujería en su esencia, la voz de
los oprimidos y de todo un pueblo que se ha mantenido luchando contra los
intereses de los más poderosos durante más de cinco siglos. De igual manera,
"No Aceptan Imitaciones", "Satongo", "Ángel de la
Frontera" y "Plata o Plomo" -todas pertenecientes al reciente
Pocho Aztlán- en vivo generan un efecto demoledor en su fanaticada, siempre
rendida ante el discurso frontal con que la banda desafía a todo lo que sea
políticamente correcto, siempre remeciendo los cimientos del status quo. Recurso
que, por cierto, tomó tintes bastante hilarantes al momento de dedicarle
ciertos "cariños" a Metallica
-en ese instante la banda estadounidense se presentaba en el Pqe O'Higgins-
durante varios pasajes de la presentación, aunque a ratos el asunto parecía
tomar tintes de obsesión por parte de ambos cantantes. Por supuesto, todo vale
sobre el escenario, al igual que el 'cambio' de letra en el coro
"Anti-Castro" por "Castro muerto" -"tráiganme la cabeza de Lars Ulrich!"...¿no será
mucho?"-, dejando en claro que la idea es barrer con todo y con todos. No
hay ideología que valga cuando quienes detentan el poder solo buscan satisfacer
su sed de poder y Brujería aplica aquel principio a su manera, sin rendir
cuentas a nadie.
A nivel instrumental, impresiona la solidez con que funciona la máquina,
con el Criminal desempeñando su tarea en las seis cuerdas de manera magistral,
con una precisión tan abrumadora como el sonido. Impresión similar obtenemos de
la sociedad rítmica formada por Hongo y Hongo Jr, ambos encargados de generar y
deshacer todo a su gusto, dando cuenta del fiato que les ha valido una
reputación incuestionable dentro del
Metal en su faceta más extrema y con la cuota precisa de técnica cuando se
trata de intercalar grooves gancheros con secciones brutales hasta el tuétano (¿les
suena Lock Up?). Quienes conocen de
cerca a Juan Brujo, son fieles testigos de que su ojo y oído al momento de
reclutar a sus músicos resultan infalibles, sobretodo cuando, más allá de la
música, hay una idea que dar forma y propagar, por mucho que las autoridades
vean en ello una ofensa a los valores morales, como ocurrió hace poco en
Honduras cuando, luego de la cancelación del concierto, cierto medio de prensa los
censuró públicamente de una manera tan cómica como patética ("panzones
tatuados"...suficiente).
"Marcha de Odio",
"Revolución", "División del Norte" -con machete en mano, la
postal de lo que encarna Brujería sobre el escenario-, la coreada por el
público "Consejos Narcos" y "No Acepten Imitaciones" culminaron
un set breve en duración pero contundente para quienes saben lo que genera Brujería en vivo. Y para el encore, una
tríada que no dejó títere con cabeza: "Pito Wilson (Raza Odiada)",
"La Ley del Plomo" y la masacre con "Matando Güeros",
suficiente como para terminar acribillando a todo aquel que se interponga en el
camino de los cinco encapuchados, entre ellos a un eufórico Criminal ("Viva México y viva Chile
conch....e!!!"). Y para el cierre, la pista de fondo de
"Marijuana" con que la banda se despide del público y repartiendo
uñetas y algo más entre los fans situados en la reja.
El único punto bajo de la presentación podría ser la escasa pirotecnia
respecto a la presentación realizada el año pasado (con la sensual Pititis como
protagonista, ¿se acuerdan?), aunque también se podría interpretar como una
forma de destacar el verdadero objetivo de esta versión 2017 de Brujería: que la gente tome consciencia
respecto a lo que se nos viene, con un loco tomando el control de la nación más
poderosa del orbe. Algunos dirán que estuvo menos caótico respecto a la ocasión
pasada, pero de alguna manera aquello puede mirarse de manera positiva si
consideramos que el Metal ha recuperado un lugar privilegiado como lo es el
Teatro Teletón, luego de cinco años -por lejos, este evento era la "prueba
de fuego", superada como pocas veces ocurre en contextos de similar
índole-. Lo cierto es que Brujería
una vez más reafirma su causa en contra de las reformas imperialistas con que
EE.UU. pasa a llevar los derechos de México y otras naciones a las que la
potencia del norte pasa a llevar sus derechos en favor de su codicia. Más de 25
años de lucha constante y un discurso que transciende todo tipo de barreras
hablan por sí solas, sobretodo en estos tiempos donde la contingencia genera respuestas
a través de la música. Por cierto, sería lindo ver a Juan Brujo sosteniendo la
cabeza ensangrentada de Trump para una próxima visita. Soñar no cuesta nada.
P.D: Si alguien ve nuevamente al
Pastor Soto, díganle que quien redacta desea entablar un encuentro. Sería
interesante conocer su punto de vista.¿O no?
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Nicolás Soto
0 Comentarios