Tras cerca de
dos años de ausencia en tierra nacional, el exvocalista de Judas Priest y Iced Earth,
Tim “Ripper” Owens volvería a
presentarse en Chile. El lunes 8 fue el turno de la “tierra de campeones” y el
martes 9, en la discoteque Blondie, sería el turno para que la fanaticada
capitalina disfrutara del potente show que sólo The Ripper y los suyos saben brindar. Junto a ellos se presentaron
los locales Iron Spell, banda que
encaja a la perfección para abrir un show en donde se busca ensordecer a los fans
con el más potente heavy metal.
Con algo de
veinte minutos de retraso, Iron Spell
salía a encender al público asistente con “Evil
Gipsy”, dando paso a “Night of the
Mothman”, en donde los fans recibieron de excelente forma a los locales.
Cabe destacar aquello, ya que en muchos casos, las agrupaciones nacionales
suelen presentarse ante un público casi deplorable, en donde los pocos
asistentes poco y nada disfrutan de los shows. Por suerte, para la banda y para
quienes presenciamos el evento con las ganas de disfrutar buen heavy metal,
esta vez fue la excepción. Cerca de 200 fanáticos en una Blondie casi a mitad
de capacidad, se deleitaban con la potentísima “Black Candlelight” en donde la excelente calidad y capacidad vocal
de Merciless, deja en claro que Chile posee músicos que no tienen absolutamente
nada que envidiar a grandes del heavy tales como; Dickinson, Halford, el mismo
Tim o incluso hasta el Rey Diamante, una de las principales influencias de Iron Spell. “We Are Legion” sería la
encargada de dar un pequeño break al show, mientras Raiden demostraba su
tremendo manejo en las seis cuerdas, acariciando la flying V como pocos saben
hacerlo.
Continuando con
el estruendo, “Under The Iron Spell”
y “Torches in The Woods” no cesaban
de hacer agitar las cabezas de los maniacos espectadores, quienes además del
headbang, saltaban e incluso coreaban los sonidos de las guitarras en algunas
ocasiones. Junto a esos dos cortes, vendrían “Midnight Fire” y “Heavy
Metal Witchcraft” del demo que lleva el mismo nombre del último tema
mencionado, lanzado en 2013. Cerca de cuarenta minutos de presentación
otorgaron los locales, en donde cabe resaltar, nuevamente, el gran recibimiento
por parte del público. Iron Spell es
sin lugar a dudas número fijo para dar inicio a las presentaciones de los
grandes exponentes del género. No cabe duda de que, pese a tener sólo un demo y
un disco de estudio, son “el gran exponente” de heavy metal contemporáneo
local. Ya han tenido la oportunidad de tocar junto a Paul Diano (Ex Iron Maiden)
y ahora junto a Tim “Ripper” Owens,
por lo que no sería sorpresivo verlos pronto en algún evento de mayor magnitud.
Luego del
estremecedor paso de Iron Spell,
vendría el turno de quien tuviera el honor de ocupar el cargo del “metal god”
Rob Halford. Tim “Ripper” Owens
subiría al escenario a eso de las 22:15hrs. Para continuar con la ensordecedora
noche de heavy metal. La intro del show no estuvo exenta de pequeños problemas,
ya que el sonido se cortó literalmente en dos ocasiones, generando miradas de extrañeza
entre los músicos y los asistentes. Sin embargo, el asunto se pasó por alto y
se dio paso a Las poderosas “Jugulator”
y “Blood Stained” que serían las
canciones encargadas de dar inicio al show de Tim Owens, quien precisamente, continuaría su show con el tema que
le daría su conocido apodo. “What’s my
name?!” A lo que los fans respondieron de inmediato “The Ripper”, mientras
este graba aquel momento con su celular. En este instante, un problema no menor
con el micrófono utilizado por Owens pone en jaque la impecable voz y
presentación que se llevaba hasta entonces, sin embargo, el profesionalismo de
Tim fue mayor y el show continuó, aunque el fallo volviera a repetirse segundos
después. Esta situación hizo ver algo molesto a Tim, quien lanzara el micrófono
al público (afortunado el sujeto que lo tenga). Apenas unos doce minutos de
presentación ya devastaban el recinto al que
los asistentes habían llegado con
enormes expectativas, ya que la presentación de Tim estaría compuesta sólo por
temas de Judas Priest, tanto de la
época dorada de la banda como de la era Owens.
“Jugulator” y “Demolition” son los dos trabajos de
larga duración de los ingleses en donde Ripper se ganó su fama. En ellos estuvo
basada gran parte de la presentación. Los músicos quienes acompañaban al
norteamericano, lograron hacerle frente a lo que significa interpretar temas de
una gran agrupación como lo es Judas
Priest. Esto quedó en claro cuando el joven baterista que acompañaba a Tim
comenzó con la famosa “Painkiller”,
en donde los cientos de asistentes comenzaron a desatar toda la energía
posible. Luego de ello la balada “Lost
and Found” y la que alguna vez les valió una nominación a los premios
Grammy, “Bullet Train” junto a “Burn in Hell” harían que el público
continuara con la característica exaltación de la noche. “Dead Meat”, “Grinder” Y “Hell Bent For Leather” fueron temas que
no dejaron exentos de sorpresa a los seguidores, quienes pudieron disfrutar de
aquellos cortes que Owens no había tenido la oportunidad de presentar junto a Judas Priest.
Un punto a
destacar de la presentación, fueron las divertidas intervenciones que realizó
Tim. Antes de dar paso al clásico “Living
After midnight” que sería coreado por todos, Ripper tomó la guitarra de su compañero y comenzó a divertirse
junto a sus músicos interpretando parte de “Highway
To hell” de AC/DC, “Whiplash” de Metallica, entre otros cortes.
Luego de un
pequeño receso, la banda vuelve para tocar un himno de los ingleses. “Electric Eye” comenzaría sin su clásica
intro (”The Hellion”) pero no dejaría
de causar fervor. “One on One” puso
el broche de oro a la presentación que duró cerca de una hora y veinticinco
minutos, en donde los fans más acérrimos de los oriundos de Birmingham, y los
seguidores de Ripper Owens en sí, pudieron
disfrutar de una excelente noche de heavy metal.
Con un sonido
más que correcto por parte de las dos agrupaciones, los asistentes se retiraron
del recinto más que satisfechos. Se notaba el fervor y la alegría en los
rostros dela gran mayoría. El público estaba mayormente compuesto por adultos,
acérrimos del heavy metal clásico de finales de los 70’s e inicios de los 80’s,
acompañantes idóneos para unos pocos artistas que han dedicado su vida a la
música pesada. Sin lugar a duda, tanto quienes presenciaron el show, como
quienes estaban encargados de brindarlo, recordarán por mucho tiempo la noche
del 9 de mayo del 2017, en donde las guitarras y los tarros de “los chascones”,
evocaron nuevamente los sonidos aborrecidos por las autoridades desde hace más
de tres décadas.
Escrito por: Bastián Gómez
Fotos por: Diego Pino
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