Estamos
a solo unos días del regreso a nuestro país de Testament, una de las agrupaciones más icónicas del Thrash Metal de
las últimas tres décadas -24 de Agosto, Teatro Caupolicán, junto a Nile-, esta vez en el marco de la gira
promocional del aclamado LP Brotherhood
Of The Snake, trabajo editado el año pasado y con el cual los
californianos ratifican una vez más su condición de referentes absolutos de un
género que se renueva y adquiere formas cada vez más extremas y refrescantes,
aunque sin sacrificar un ápice de su esencia. A diferencia de la gran mayoría
de sus compañeros de generación, en especial los del llamado "Big 4",
la banda liderada por el guitarrista Eric Peterson y el cantante Chuck Billy ha
forjado su reputación en base a constancia y dedicación íntegra a superarse a
sí mismos en cada trabajo hasta hoy. Por lo mismo, el equipo de Resistance te
presenta 5 razones que explican y respaldan la vigencia de una agrupación cuyo
estreno en grande cumple precisamente tres décadas por estos días:
1.- Firmeza a sus principios por sobre las
tendencias externas: a diferencia de sus colegas más afamados, Testament nunca rozó el éxito masivo,
exceptuando la difusión mediática que obtuvo tras la publicación de The Ritual (1992) su trabajo más
cargado a las melodías 'digeribles' respecto a lo que hubo antes y después. Sin
embargo, los californianos jamás transaron sus principios en favor de la
popularidad, evolucionando su propuesta hacia la mayor brutalidad extrema (im)posible. Al menos esa debe ser la razón
de peso para explicar la patada en las bolas del mundo durante la segunda mitad
de la década de los '90, cuando Low
(1994), Demonic (1997)
y el insuperable The Gathering (1999)
-el equivalente al Painkiller de Judas Priest- dieron cuenta de cómo una
agrupación que parecía relegada a una era dorada arrasaba con todo sin transar
en absoluto sus principios, sobretodo en una era en que los grandes del género
abrazaban el éxito pero, al mismo tiempo, perdían gran parte de la rebeldía
juvenil que los hizo referentes de una revolución como lo fue el Thrash Metal.
Si no lo ven así, pregúntenle a Metallica.
2.- El regreso a la cima después del
ostracismo: 2005 sería recordado como el año en que Testament volvíó a la vida cual ave fénix. Luego del lanzamiento
del contundente The Gathering (1999),
el guitarrista James Murphy –Death, Cancer, Obituary, Lazarus AD- fue
diagnosticado con un tumor cerebral. Dos años después, Chuck Billy también es
diagnosticado con una enfermedad similar, un cáncer testicular que,
afortunadamente, pudo ser tratado con éxito. Luego de una serie de cambios de
alineación y participaciones en algunos festivales de verano, en 2005 el
guitarrista Alex Skolnick y el bajista Greg Christian –quien abandonaría definitivamente
en 2014- componentes de la alineación original, se reúnen nuevamente a tocar
junto a Erick Peterson y el mencionado Billy, con John Tempesta –Exodus, Rob Zombie, Helmet,
actualmente en The Cult- y el
longevo Louie Clemente compartiendo labores en la batería. De esta manera
Testament, con su formación original nuevamente en acción, realiza una gira
exitosa, con una de sus paradas en Londres, donde registrarían en aquel evento
un DVD y álbum en vivo. Tres años después, la banda publicaría el soberbio The Formation Of Damnation,
trabajo con el cual disipaban todas las dudas respecto a una reunión que,
efectivamente logró su objetivo con creces: volver a las grandes ligas
componiendo y grabando música violenta y pesada, tal como en los viejos
tiempos.
3.- Comparación tomada como ventaja: La
aparición del LP debut The Legacy
(1987) dejó perplejos a los seguidores del Thrash debido a la
electrizante rebeldía juvenil exhalada en cada corte y, al mismo tiempo, la
asombrosa experticia técnica con que Testament
se presentaba en sociedad como una agrupación que hacía de la violencia un arte
fascinante y complejo. Precisamente aquellas características, así como el
sonido, recordaban bastante a lo hecho por Metallica
en esos años y las comparaciones no se hicieron esperar. Sin embargo, y
contrario a lo que muchos hubiesen tomado como una observación ponzoñosa, los
de Berkeley tomaron aquellas observaciones como un aliciente para potenciar su
propuesta de manera certera y con la autenticidad propia del género, culminando
bien entrada la década de los ’90 en la sorpresiva evolución hacia el temido y
entonces reinante Death Metal, lo cual simbolizaba el camino elegido por Testament
respecto a sus colegas.
4.- Material fresco e inmune al paso de los
años: Si uno le pone play y oreja a trabajos recientes como The Formation Of Damnation (2008),
Dark Roots Of Earth (2012) y
el más reciente Brotherhood Of The
Snake (2016), resulta sorprendente, de manera grata, por supuesto, el
hecho de que una agrupación con tres décadas de Metal sucio y violento en el
cuerpo publique trabajos totalmente a la altura de los “clásicos”. Prueba de
ello es la recepción por parte de las generaciones más jóvenes hacia lo que han
hecho durante la década en curso, lo cual da cuenta sobre las intenciones
reales por parte de unos referentes que, pese a su larga trayectoria, no
pretenden en absoluto vivir de las regalías y las glorias del pasado. Testament encarna, por lo tanto, el
pasado y presente de un género que, a diferencia de lo que muchos creen, puede
destacar sin necesidad de recurrir a los clichés. El Thrash Metal no envejece,
sino que se transforma y evoluciona hasta donde pocos se atreven, con la
categoría propia de los grandes.
Escrito por: Claudio Miranda.
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Valor General
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