Que hubiese sido de Motörhead sin Lemmy Kilmister, bueno, ahora que Lemmy no está entre nosotros Mikkey Dee lo deja claro "Por su puesto que Motörhead se terminó", sigamos, qué hubiese sido de The Doors sin Jim Morrison, de Iron Maiden
sin Steve Harris o lo que fue sin Bruce Dickinson, si trasladamos este
ejercicio a Chile y más concretamente al mundo del Heavy Metal podríamos
encontrar algunos paralelos como por ejemplo, Pentagram y Criminal sin Anton
Reisseneger -en el caso de Pentagram de alguna manera también hay que citar a Juan Pablo Uribe- o que hubiese sido de Massacre sin Yanko Tolic o Dorso sin Rodrigo “Pera”
Cuadra, creo que la idea se entiende, lo que quiero decir es que hay personas
que son tan importantes dentro de una banda que sin ellos la banda pierde la
esencia por la cual se hizo conocida y reconocida. La esencia de Dorso en gran
medida es la esencia del “Pera”, pero qué duda cabe al respecto, por lo mismo el
libro de DORSO – 30 años de un experimento méntor de Fernanda Mánquez nos cuenta los 30 años de historia de Dorso a
través de la vida de Rodrigo “Pera” Cuadra.
Antes de comenzar con los capítulos
del libro hay una transcripción inicial de una conversación en el 2011 entre
Gamal, Fran y el “Pera” que refleja de manera perfecta parte importante de lo
que es Dorso, parte de su esencia, más allá de su música sino como grupo
humano. Todo parte con Francisco, el actual baterista de la banda, tratando de
hacer una entrevista a Gamal Eltit y Rodrigo “Pera” Cuadra en el marco de la
grabación del último disco de Dorso, Recolecciones Macabras del Campo Chileno,
este ejercicio es finalmente infructuoso en el sentido original, ya que la
conversa, las tallas, las risas y el vino lo impiden, pero que lo anterior no
se mal interprete, toda la interacción denota lo auténtica y profesional que es
la banda:
- GAMAL: Esta hueá… de entrevista no tendrá nada.
- FRAN: Como miembros fundadores, ¿qué diferencias ven en este disco
nuevo?
- GAMAL: Yo soy el miembro más grande.
- PERA: De la parte rajística (risas).
- GAMAL: Me cagaste. Oye, ¿te pago el vino?
- PERA: No sé, hablemos de plata después. ¿Tenís fondo?
- GAMAL: No, no acaba nunca… (risas).
- PERA: Puta la hueá. La verdad es que nos cuesta mucho ser serios e
intelectuales, a pesar de que Dorso puede sonar muy intelectual, ¿cierto? Suena
como que somos músicos súper serios.
- GAMAL: Claro, y suena como si fuésemos músicos experimentados.
- PERA: Si somos experimentados… llevamos 30 años hueviando”.
Imagen extraída del libro
El protagonista del libro es el “Pera”
y como la autora nos dice él es el hilo conductor de la historia de Dorso, ya
que parte en su infancia hasta llegar a lo que hoy él y la banda son.
A lo largo de este recorrido por la vida
del “Pera” vamos conociendo las cosas que lo marcaron y que van formando su
carácter y su esencia, y por consiguiente la esencia de Dorso, el libro está
lleno de referencias a situaciones, personas y “cosas”, como por ejemplo, el
álbum Flora y Fauna de Mundicrom, su “proveedor de libros y
escritores fundamentales -H.P. Lovercraft-”, las hermanas Ondicol, sus amigos,
el apodo de Rodrigo, sus paseos al Quisco, el cine, la música y sus inicios en
ella, sus influencias, su paso por el conservatorio, sus primeras bandas, el
primer casete máster de Dorso… “sonido hippie, progresivo, pero ya entonces muy
Dorso. Su estilo se define”, el debut oficial a través de una invitación a
tocar en la primera Fonda Rock, Dorso en el Festival de la Una, en fin, la
lista es larga pero precisa. Es entretenido todo lo que entrega el libro, ya
que a medida que vas recorriendo las páginas vas viendo –leyendo- como va
creciendo el “Pera”, y eso hace que nosotros vayamos de alguna manera creciendo
con él, vamos conociendo sus travesuras, sus gustos, su carácter, conocemos a
su familia, a sus amigos, es algo así como ver crecer a lo largo de las sagas de
Dragon Ball a Son Goku.
En algún punto las historias del
“Pera” se mimetizan sutilmente con las historias de Dorso, se va formando una
simbiosis entre ambos que si bien conocemos, no la conocemos en detalle, hasta
ahora, ya que la autora nos va develando lo humano y lo divino, lo bueno y lo
malo, y en ese sentido podemos reconstruir por ejemplo el contexto de los
discos, en lo personal me gusta mucho el disco Romance de 1990, aunque para
muchos no es un buen disco y en esa línea está -o estuvo- Anton “No me gustó –
Anton acostumbra ser directo”, pero más allá de mis gustos personales, la
autora nos relata el antes, durante y después del disco Romance -y así con los
demás discos- sin cesgo, sino como lo que es, una narración de hechos concretos.
En el caso del disco Romance para seguir la línea, nos relata el lanzamiento del
disco en el Teatro Providencia, quienes estuvieron presentes en ese show donde
se tocó el disco de manera íntegra más dos himnos como lo es Hidra y Zeus –no
pocos han pedido que se haga de nuevo este show sumando algunos temas más como
Disco Blood entre otros- y como los presentes reaccionaron frente a este show, el después tiene que ver mucho con el frío recibimiento que el público le dio
al disco y lo que esto generó en los miembros de la banda.
Hay mucho más en este libro biográfico
del “Pera” y de Dorso, muchas letras que no he podido plasmar acá por diversas
razones, pero Fernanda Mánquez me la hace fácil y a todos los que tienen el
libro en sus manos, ya que las últimas páginas de este son una recopilación de
fotografías que resumen todo lo narrado, por ejemplo, fotos de los hermanos Cuadra de niños
en la playa, de Gamal con sus padres, de adolescentes con sus guitarras
ensayando o en presentaciones escolares, los afiches de tocatas en donde Dorso
fue partícipe, recortes de periódicos, fotos con otros músicos, de los hijos y
por sobre todo con sus amigos/fans, porque si hay algo que no se le puede desconocer
a Dorso es su cercanía con la gente. Un acertado y personal cierre para un
buen libro.
Imagen extraída del libro
Por otro lado, el libro es una oportunidad para
conocer parte de la historia del metal nacional desde una mirada distinta, ya
que hasta el momento los libros de metal nacional nos hablan de las vivencias
de "los otros", de los protagonistas y en algunos casos también nos
hablan de las vivencias de los autores u otros personajes sin ser
necesariamente estos últimos protagonista de primera línea de la escena
metalera nacional, pero acá es distinto ya que todo lo anterior ahora lo podemos
leer desde las vivencias de uno de sus protagonistas, uno emblemático y quizá
de los más mediáticos y queridos del metal nacional. Por ejemplo cuando Maximiliano
Sánchez y Patricio Jara nos hablan de cómo los jóvenes de clase alta y media
alta fueron los que trajeron el metal al país, el libro nos muestra de manera
natural esas dinámicas, esa génesis, pero ojo! que esas dinámicas no son muy
distintas a las dinámicas de niños y jóvenes de otros estratos sociales, pero
que sí tienen componentes muy diferenciadores y un ejemplo muy concreto, casi
caricaturesco es la primera aparición de Anton Reisenegger en el libro...
"pasa por cuico porque es alto, rubio de ojos claro. Vive arriba, en el
barrio alto. Su vieja le habla en alemán, él se comporta como tal…”, también
queda reflejado como gran parte del desarrollo del libro y por lo tanto las
vivencias del protagonista tienen sus epicentros en lugares muy precisos dentro de comunas muy puntuales como son Las Condes, Vitacura, Providencia y Ñuñoa. Por favor, que
de lo anterior cada lector haga su propio juicio según sus creencias y vivencias, ya que la
idea de esto es sólo dejar en evidencia cosas que son importantes para una
mejor construcción, para un mejor entendimiento del inicio de la escena
metalera nacional y que por mi parte no tienen ninguna carga ideológica, por
muy raro que esto pueda sonar.
Otra forma de decir lo anterior, es decir que el libro es el recorrido sin complejos por la vida de un tipo emblemático, consecuente -en este sentido de la consecuencia me es imposible no notar y comentar cierta similitud general entre el “Pera” y John Carpenter, ambos destacaron desde un comienzo por sus proyectos pero en esa construcción exitosa de sus carreras hubo un momento de “oscuridad”, de perturbación y que viene dada por parte del rechazo o indiferencia del público, en concreto el “Pera” lo vivió con el disco Romance de 1990 y Carpenter con The Thing de 1982, pero a pesar de ese momento de “oscuridad”. de perturbación siguieron fieles a sus convicciones, a sus esencias y filosofías y no me equivoco al decir que hoy ambas obras son revaloradas y están en el sitial que corresponde, obras maestras de la música y del cine respectivamente-, y carismático como Rodrigo “Pera” Cuadra y de una banda trascendente de la escena nacional como lo es Dorso pero por sobre todo, o además de lo anterior, el libro es entretenido, muy rico en historias, con 198 páginas de historias de toda índole y alrededor de 20 páginas con muchas fotografías en donde posiblemente quien vea las fotos se pueda encontrar o pueda reconocer a alguien cercano, en lo personal vi varios rostros conocidos, incluso un par de amigos muy cercanos y que al momento de comentarles, no tenían idea de que aparecían, y lo anterior lo entiendo en cierta medida como parte de la esencia de Dorso.
Otra forma de decir lo anterior, es decir que el libro es el recorrido sin complejos por la vida de un tipo emblemático, consecuente -en este sentido de la consecuencia me es imposible no notar y comentar cierta similitud general entre el “Pera” y John Carpenter, ambos destacaron desde un comienzo por sus proyectos pero en esa construcción exitosa de sus carreras hubo un momento de “oscuridad”, de perturbación y que viene dada por parte del rechazo o indiferencia del público, en concreto el “Pera” lo vivió con el disco Romance de 1990 y Carpenter con The Thing de 1982, pero a pesar de ese momento de “oscuridad”. de perturbación siguieron fieles a sus convicciones, a sus esencias y filosofías y no me equivoco al decir que hoy ambas obras son revaloradas y están en el sitial que corresponde, obras maestras de la música y del cine respectivamente-, y carismático como Rodrigo “Pera” Cuadra y de una banda trascendente de la escena nacional como lo es Dorso pero por sobre todo, o además de lo anterior, el libro es entretenido, muy rico en historias, con 198 páginas de historias de toda índole y alrededor de 20 páginas con muchas fotografías en donde posiblemente quien vea las fotos se pueda encontrar o pueda reconocer a alguien cercano, en lo personal vi varios rostros conocidos, incluso un par de amigos muy cercanos y que al momento de comentarles, no tenían idea de que aparecían, y lo anterior lo entiendo en cierta medida como parte de la esencia de Dorso.
Imagen extraída del libro
Finalmente, el libro fue publicado
por la editorial Pez Espiral y escrito por Fernanda Mánquez Monsalve. En la
labor de “corrección de estilo (y coterráneo)” está Patricio Jara, sí otra vez
aparece su nombre. En su momento dije que sería un habitué por estos lares,
pero mmm… puede ser mucho pensando en que gran parte de los libros reseñados acá en The Resistance son de él, y a modo de adelanto se viene la reseña del libro de Pentagram, el cual también es una crónica escrita por él.
Escrito por: Exequiel Cifuentes R.
1 Comentarios
GRACIAS POR EL REVIEW!
ResponderEliminarREFLEJA TAL CUAL LA ESENCIA DEL LIBRO Y EL CONCEPTO NARRATIVO DETRÁS.
SALUD!!