El
pasado viernes 15 de diciembre, aterrizó en nuestro país la mítica banda Lacrimosa, grandes exponentes del
sonido oscuro y el estilo gótico. Los Europeos nos visitaron en el marco de su gira mundial "Testimonium World Tour 2017" dando
a conocer su nuevo trabajo y también, interpretando grandes clásicos de su
extensa discografía.
Lacrimosa, es una de las
agrupaciones más importantes de la escena gótica mundial, con más de 20 años de
trayectoria y más de 10 álbumes consagrados, Tilo Wolf comenta que su último
trabajo es especial ya que se trata de un réquiem dividido en cuatro actos en
memoria de los músicos que murieron en 2016, sus héroes y maestros, quienes con
sus acordes lo han influenciado profundamente.
El
regreso de la banda a Chile es esperado por muchos fanáticos quienes agotaron
la primera y segunda preventa de tickets en un par de horas. Nadie podía estar
fuera de este evento, la razón es simple. Lacrimosa
no es solo un show musical, es una experiencia de vida y un reencuentro de
muchas generaciones de personas asiduas a este estilo, los góticos de los años
90 y los nuevos adolescentes se fusionan para dar vida a esta reunión. La
cita es en el Centro de Eventos Blondie, un lugar emblemático que acogió este
tipo de música, y se encargó de expandirla rompiendo las fronteras geográficas
y comunicacionales de esos años, para mostrar algo nuevo y diferente, algo que
era desconocido para la gran mayoría.
Tilo
Wolff comenzó a crear música con fuertes conceptos que van desde el amor hasta
la soledad, en 1990 da vida a su primer trabajo Angst y luego forma su propio sello discográfico "Hall
Of Sermon" para que nadie pudiera limitar sus creaciones artísticas. Desde
aquel año fue componiendo en todo ámbito sus obras, con un hilo conductor que
hasta el día de hoy esta vigente, una atmósfera de melancolía a través de
sonidos minimalistas y lentos. Cabe
destacar que las ilustraciones de todos sus discos tienen una historia,
representada por un arlequín que atraviesa diferentes situaciones que reflejan
el concepto general de cada álbum y una supuesta historia a través del tiempo.
Unos
años más tarde llega Anne Nurmi a formar parte de la banda en voz y teclados para consolidar y dar forma a las ideas
que Tilo Wolf crea en cada una de sus composiciones, que van desde voz hasta
guitarra, baterías programadas y sintetizadores, gritos desgarradores y una
gráfica capaz de enaltecer todo lo anteriormente dicho.
La
puesta en escena y el magnífico trabajo de los músicos de sesión de Tilo Wolf
dan comienzo a una formación musical que traspasa barreras. La estética de Tilo
y Anne tampoco se deja de lado, con cada año transcurrido asumen una madurez
que es la representación mas exacta de todo lo que conlleva ser parte de este
movimiento el día de hoy, son los forjadores y padres absolutos de un sonido
que si bien ha evolucionado, jamás ha cambiado de dirección.
El
show de Lacrimosa nos convoca a las
9 de la noche en Discoteque Blondie, pero los preparativos empezaron muy
temprano para poder organizar a los fans que llegaban ansiosos al lugar. Entre
tiendas y comerciantes empieza a llegar lo más selecto del público asistente, lentamente
empiezan a formarse grupos de personas con grandes ropajes negros, camisas
voluptuosas, maquillaje extravagante y un sin fin de accesorios confeccionados
especialmente para la ocasión, sin importar el caluroso clima del día, se
vistieron de gala para vivir esta jornada inolvidable, el reencuentro de años
de amistad se hace visible entre el público.
Pasadas las 9 horas y con
el recinto completo, todo es rápido, se apaga la luz y comienza la expectación,
la gente comienza a gritar y agitarse. Finalmente, aparece en escena el gran
Tilo Wolf con su sobria pero no menos implacable apariencia, junto a Anne Nurmi que nos sorprendió con un atuendo lleno de detalles que hicieron resaltar aún
mas su belleza. Ellos reciben el cariño del público, y comienza el espectáculo
con su primera canción "Wenn unsere Helden sterben" primera pista también del álbum Testimonium. Todos cantaban con euforia.
Por suerte el show se desarrollo de manera tranquila y sin problemas. Después
de los 3 primeros temas (de su nuevo álbum) se logró solucionar algunos
desajustes de sonido. La voz de Tilo Wolf se mezclaba con los bajos haciéndola
invisible, todo se soluciono rápido. Hasta que abrieron paso
a los clásicos de la banda, temas como "Der Morgen danach" (Fassade, 2001), “Not Every Pain Hurts” (Stille,
1997), “Lichtgestalt” (Lichtgestalt, 2005), “Schakal” (Inferno, 1995), entre otros. La
emoción de todo el recinto se hizo presente cantando con una entrega única.
La puesta en escena es
sin duda fenomenal a diferencia de lo que uno pudiera esperar. Los bailes y
movimientos de Tilo, su coordinación y performance, lograron una experiencia
fuera de lo común. Su dinamismo en el escenario, su ojo crítico sobre los músicos,
y la interacción casi romántica con Anne hicieron la velada muy entretenida
visualmente. Lograron totalmente una experiencia fuera de lo común, mas aún si
agregamos que Anne interpretó algunos temas mientras que Tilo la apoyaba
tocando guitarra y teclados. En el transcurso del
show, se notaron muy cercanos a la gente y muy agradecidos, su alta calidad en
la ejecución musical de canciones que tienen más de 10 años de antigüedad
encantaron a todos. Desde sus expresiones hasta sus movimientos corporales
fueron claves para compenetrarse con sus fans.
Llegamos al primer
descanso de la banda, para volver a verlos renovados y alcanzar el punto máximo
de la noche. La velada continuó con piezas clave como "Stolzes Herz" (Stille, 1997), “Ich bin der brennende Komet” (Stille,
1997) y “Alles luge” (Satura, 1993). Entre ellos, se encontraba "Alleine zu zweit" (Elodia, 1999) y este fue el
momento más significativo de la noche, acá se unieron todas las generaciones de
seguidores de Lacrimosa cantando con
fuerza, algunos con lágrimas en los ojos, otros con mucha vitalidad. El oscuro lugar
temblaba ante el poder de cientos de personas cantando con tal fervor.
El show ya estaba
finalizando, la banda volvió a tomar un descanso para salir y entregarnos la última
canción de la noche "Durch Nacht und Flut" (Echos, 2003).
La característica principal de este momento
es que Tilo cantó una parte de la canción en español, el lo define como "un regalo al público de habla hispana".
Causó
tal conmoción que mucha gente gritaba y los mas acérrimos fans cantaban sin
perder ningún detalle de este importante momento.
Ya
finalizando el show, la banda se despide. Sonríen, agradecen y también alzaron
una bandera de Chile. Con una gran satisfacción bajan del escenario, y la gente
pide que vuelvan una vez más. Pero ya todo acabó, eran cerca de las 11:30 y ya
todo había terminado. Fueron un poco más de dos
horas de éxitos y alegría por parte de los asistentes. Sin duda, un espectáculo
increíble, pasando por todas las composiciones más relevantes de la historia de
esta singular banda.
La gente comenzó a
abandonar el lugar, todos tranquilos y en calma, comentando lo acontecido con
gran entusiasmo. Unos iban hacia el merchandising oficial, y otros a sus casas,
pero claramente todos estaban de acuerdo en una sola cosa: “¡Lacrimosa debe volver a Chile y estaremos todos atentos a su regreso!”
Escrito por: Jennifer Cid
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