#Reseña: PENTAGRAM – La Leyenda del underground sudamericano


Hay muchas historias entorno a los inicios del metal nacional, algunas de estas historias son verídicas y otras no, algunas son exageradas y otras se quedan cortas, y cómo no, eran tiempos donde Internet sólo estaba disponibles para fines de investigación y por lo mismo situada en un par de universidades como la Universidad de Chile. Los teléfonos celulares no existían y cuando llegaron a finales de los '80 eran limitados en funcionalidades, además de ser inalcanzables para el 99% de las personas por su alto costo, por otro lado la represión de la dictadura hacía lo suyo y por lo mismo muchas de la historias sobrevivieron gracias al traspaso oral o el “boca a boca”, pero sabemos que cualquier historia, a medida que se va transmitiendo a través de los años, también va mutando -todos le ponen de su cosecha-, ejemplo hay muchos y en este sentido hay uno interesante de dilucidar y es sobre la influencia de Pentagram tanto a nivel nacional como a nivel internacional, cuánto influyó realmente Pentagram en ambas escenas? -obviamente ahora con la masificación de las TICs, los interesados que han seguido los acontecimientos de la banda  sabrán dar una respuesta-, hay que recordar que Pentagram en una primera instancia estuvo activo entre 1985 hasta 1988 y tan sólo sacaron dos demos, demo I y demo II respectivamente, lo que implica en lo concreto 6 temas y algunas presentaciones en vivo, entonces con estos datos sobre la mesa, es válida la pregunta inicial ¿cuánto influyó realmente Pentagram en el plano nacional y principalmente en el plano internacional? Para dar una respuesta sólida, los datos anteriores si bien nos dan alguna luz, están lejos de permitirnos dar una respuesta fundamentada y posiblemente correcta, es por eso que se debe conocer la historia completa y una forma de poder dar una respuesta fundamentada es conocer esa historia y en este caso particular puede ser a través del libro Pentagram – La leyenda del underground sudamericano en una crónica de Patricio Jara.

Antes de entrar al contenido hay una señal de entradita y es que al ver la portada y hojear el libro, te das cuenta que el libro está en dos idiomas, español e inglés, y frente a esta novedad es inevitable no caer en el juego de las suspicacias frente a la pregunta inicial. 

Si bien la historia de Pentagram está asociada a varios nombres a lo largo -o en lo breve- de su historia, hay dos nombres que son claves, esos nombres son Anton Reisseneger y Juan Pablo Uribe. Por lo mismo el libro hace algo interesante con un hito determinante y es que lo presenta y aborda de 2 formas, la primera de ellas nos presenta el hito azaroso entre estos dos jóvenes -Anton y Juan Pablo- y 16 años después estos mismos ya no tan jóvenes se reúnen y plantean la posibilidad de hacer algo que no pudieron hacer con Pentagram en los años que estuvo activa la banda en los ´80, finalmente iban a grabar un disco de larga duración, el grabar un disco conlleva múltiples situaciones pero en el caso de Pentagram se sumaba un elemento distinto y complejo como el de tratar de plasmar la esencia  musical de la banda habiendo pasado tanto tiempo -en rigor 25 años, ya que el disco The Malefice finalmente salió un 6 de septiembre del año 2013-, Anton y Juan Pablo cuentan cómo fue el proceso de grabación y cómo abordaron este elemento adicional del paso del tiempo. La otra forma de tratar la historia de Pentagram es dando continuidad cronológica a lo que pasó posterior al hito azaroso entre Anton y Juan Pablo, y es esta última forma la que finalmente utilizará el autor para narrarnos la historia de Pentagram. La historia no es muy distinta a las de otras bandas de la época, juventud, ganas más que técnica, distintos tipos de carencias, represión, prejuicios, etc. es por estas razones que los detalles que entregan los protagonistas hacen que la historia de Pentagram sea valiosa en el entendido de la reconstrucción, no sólo de la historia de la banda y su importancia a nivel nacional sino de las acciones y situaciones que llevó a la banda a hacerse un nombre en el plano internacional, en este sentido el trabajo periodístico del autor es respaldo no sólo con las historias de los protagonistas, sino contrastado con otras voces y documentos anexados en el apartado de imágenes.

   Imagen extraída del libro

Todo fue muy vertiginoso, Pentagram pasó de juntarse a ensayar, conversar y realizar las primeras revistas especializadas del tema –Censored Heavy Metal 1983-1984 y Blowing Thrash 1985-1986- en un estacionamiento subterráneo de un local llamado Sammy’s Shop con un grupo de no más de 8 amigos a un festival mítico como lo fue el Death Metal Holocaust I (DMH I), festival que se transformó en el primer show de Pentagram en vivo y donde presentaron algunos temas que se transformaron en himnos. Los recuerdos de los protagonistas hacen recordar otros momentos más de corte jocoso como el rumor de que entre el público del DMH I había una mujer, pero en realidad se trataba de Vladimir Oberreuter un joven estudiante de Ingeniería. Citar a esta persona –Vladimir- no es sólo por lo jocoso de la historia ni menos por algo antojadizo por parte del autor, ya que su percepción del festival apunta a lo dicho en párrafos anteriores sobre las historias/mitos entorno a los inicios de la escena, ya que para Vladimir el DMH I “Fue una cosa horrible. El sonido era un desastre. Era un grupo de colegiales tratando de hacer algo en un galpón. Todo era muy caótico. Había más ganas que sustento, con los carteles hechos a mano pero con empeño. Aunque eso bastó para entusiasmar a mucha gente…”, en el imaginario actual uno podría pensar que al hablar del icónico DMH I podemos hablar y recordar un evento brutal, masivo, algo simplemente épico, pero acá como en otras instancias del libro se desmitifican algunos hitos pero que a su vez los pone en perspectiva.

                   Imágenes extraídas del libro
         

Volviendo al tema, este estacionamiento subterráneo que tenía el Sammy’s Shop sirvió para que las bandas como Chronos, Turbo, Feedback y Panzer pudiesen tocar, al ser una escena pequeña, bandas y personajes se cruzan y es en ese contexto donde el nombre de Eduardo Topelberg se hace presente en la historia de Pentagram, de aquí en adelante la historia se centra ya en la banda “consolidada”, ya que lo anterior era algo más general, una presentación para situarnos en el contexto. Ya con los 3 hitos claros, 1.- encuentro azaroso, 2.- Sammy’s Shop y 3.- DMH I, lo que viene es el relato de los ensayos, la grabación de los demos, las redes de contactos -“importantes” en todo contexto y en toda época- y como no, el fin de una banda que efectivamente estaba esforzándose en lograr la consolidación nacional y a su vez obteniendo buenos resultados en el plano internacional.  


El fin de Pentagram se produce en su presentación en el estadio CAP de Talcahuano el 30 de abril de 1988, este sólo es el fin de la primera etapa de Pentagram, el cual da comienzo a una nueva etapa, una etapa de transición que gatilla el nacimiento de la banda Fallout por parte de Anton. Fallout tiene buenas críticas, es una buena banda pero irónicamente termina separándose como respuesta al fin de Pentagram y con esa ironía pasamos a la historia de la otra banda de Anton, Criminal, para luego volver a Pentagram, sí,  ya que Pentagram vuelve!!!.

En 2001 Pentagram vuelve y hacen una presentación en el teatro Providencia, si bien la idea era realizar un show puntual, finalmente fueron las buenas críticas y el interés del público que terminó gatillando varias presentaciones tanto en tierra nacional como en otras latitudes, entre ellas el Wacken Open Air en su versión n°20 de 2009 y el Maryland Deathfest 2012 en Baltimore, Estados Unidos, pero más importante aún es que este retorno sirvió para cerrar un ciclo o saldar una cuenta pendiente grabando un disco de larga duración.

 Imagen extraída del libro

La última parte de la crónica es una pequeña referencia a la grabación del “primer nuevo disco” The Malefice de 2013 en los estudios Sade en donde colaboran Rodrigo “Pera” Cuadra y Álvaro Soms y a continuación una sección con fotografías de la banda, de noticias y de afiches que a su vez  hace de punto de partida para el libro en su versión en inglés.

Imagen extraída del libro

El autor nos relata la historia de Pentagram haciendo de los protagonistas de la historia los protagonistas de la construcción literaria, de hecho el autor escribe a modo de puente pero además “interviene” para aportar algunos datos, otras miradas y la unión narrativa que da simpleza, fluidez y cercanía de todos los que en el libro intervienen. Lo destacable a mi modo de ver sobre el contenido son 2 cosas, la primera es que da respuesta a la pregunta inicial ya que la crónica deja en claro la vigencia y el impacto que tuvo -y tiene- Pentagram en su época tanto en el plano nacional y en menor medida en el plano internacional y lo segundo es la desmitificación o la mirada crítica de algunas historias o ideas respecto de la escena nacional de por aquellos años. Mención honrosa a la historia de la salida de Eduardo Topelberg de la banda.

El libro tiene 85 páginas en la versión en español más las 27 páginas con registros fotográficos de la banda, flyers, revistas, otros. La editorial que publicó el libro es Pez Espiral y fue lanzado en diciembre de 2013 con una tirada de 1.000 ejemplares. 


 Escrito por: Exequiel Cifuentes R.

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