Hace ya un par de meses la confirmación del show de Epica con su gira "The Ultimate Principle", causó bastante ruido entre los fanáticos. La gira que los traía a promocionar su nueva placa "The Holographic Priinciple" (2016) incluiría además la participación de la nueva banda de Anneke Van Giersbergen, Vuur, por lo que las expectativas no eran para nada menores. Fue por esto que este 3 de marzo, cientos de fanáticos hicieron fila desde temprano en el Teatro Caupolicán -como de costumbre- para ser parte de la velada que tendría como protagonistas a dos de las féminas más laureadas del metal.
Junto a un imponente telón con el nombre de la banda y muy puntuales -al más puro estilo europeo- Annie y los suyos subieron al escenario a las 20:00hrs. "Time - Rotterdam" da inicio de forma potentísima a la presentación de Vuur. Uno de los temas más sólidos de la aclamada placa enfervoreció a los fanáticos. Cargado de rock progresivo y cambios de tiempo, es uno de los grandes batatazos de los holandeses quienes sorprendieron a todos sus seguidores y a los medios especializados con el producto final lanzado el año recién pasado.
"My Champion - Berlin" sería la segunda canción interpretada por Vuur. En sólo cosa de minutos los asistentes se rindieron ante el encanto y talento de la banda. Más aún cuando Anneke gritaba el "chi chi chi" que ya es parte casi esencial de su repertorio cada vez que visita nuestro país, ya sea con sus proyectos solistas o con cualquiera de las bandas que integra.
La noche recién comenzaba cuando la -por ahora- rubia cantante incluía la emotividad al show interpretando "On Most Surfaces", tema perteneciente a "Nighttime Birds" (1997), cuarto álbum de The Gathering, banda de la que Anneke formó parte por largos años, donde cosechó enormes éxitos y además, junto a ellos, grabó incluso un DVD en Chile. Luego continuaron con "The Storm" track del recién pasado proyecto de Anneke junto a Arjen Lucassen (The Gentle Storm) en el que participaron también la mayoría de los músicos que componen Vuur, tales como Ed Warby (batería), Johan Van Stratum (Bajo) y Ferry Dujisens (Guitarra). Con tal calidad de músicos, todos con larga trayectoria en bandas como Stream Of Passion, Ayreon, entre otras, cortes como "Days Go By - London" se transforman en un verdadero deleite de ver en vivo, pues así lo dieron a entender los asistentes quienes ensordecieron a la banda con fuertes gritos y aplausos.
Tras breves interacciones entre Annie y su fanaticada -casi- personal, era el turno de "Your Glorious Light Will Shine - Helsinki", tema que precedió al esperado "Sail Away - Santiago", el que lleva especial dedicatoria para nuestra capital y que los fans recibieron con algo más de energía que las anteriores canciones. Ambiente idóneo para que "Fallout", track de Devin Townsend donde Anneke colabora con su dulce voz, se oyera a través de los amplificadores del Teatro Caupolicán.
Tras montones de agradecimientos, enormes muestras de cariño hacia Chile y un par de frases en español por parte de Anneke, la cantante vuelve a invitar al público a oír un tema más de The Gathering: "Strange Machine". Este último tuvo un enorme recibimiento, ya que es uno de los himnos más grandes de la banda, perteneciente a "Mandylion" (1995) probablemente el trabajo mejor evaluado por los críticos y los seguidores de las ya mencionadas agrupaciones holandesas.
Si bien Vuur no centró en un 100% su presentación hacia sus propias composiciones, mostraron realmente de qué están hechos. Las cinco canciones interpretadas pertenecientes a su disco, fueron más que suficiente para creer que los próximos trabajos de este quinteto serán más que arrolladores, cosa que se está volviendo habitual en las bandas provenientes de los países bajos.
Luego de un breve break de no más de media hora, era el turno de la atracción principal de la noche. Sin desmerecer a Vuur, cabe mencionar que no existe punto de comparación entre una y otra banda al momento de brindar un show de tal calidad. No hay ninguna mejor que la otra. Es complicado a la hora de decidir cuál conjunto es el favorito de la noche estando en presencia de una banda más que consagrada, y otra que recién emerge, pero que posee en sus filas a un montón de músicos con una tremenda carrera, y que -más encima- incluso dejando de lado todos los argumentos recién leídos, brindan un espectáculo digno de cualquiera de los festivales más grandes de metal que se realizan en el mundo. Notable lo de Vuur.
Jansen, De la Haye, Van Der Loo y compañía suben al escenario ante un respetable más que exacerbado por la reciente presentación de sus compatriotas. Simone sale a escena luego de un breve saludo de sus compañeros hacia la fanaticada con "Eidola" de fondo. Los primeros trallazos de "The Holographic Principle" (2016) comenzaban a hacer temblar el recinto. "Edge Of The Blade" dejaba sentir la voz de Simone acompañada por los potentes guturales de Mark Jansen. Impecable también el sonido del bajo de Rob Van Der Loo. Punto a favor para Epica que comenzaba sonando notablemente en todas sus líneas. Con un inicio más que avasallador, los neerlandeses hicieron un repaso por su primera placa interpretando "Sensorium" perteneciente a "The Phantom Agony" (2003).
Tras el brillante comienzo, volvían a su último trabajo con "Fight Your Demons" en donde se dejaron sentir los primeros blast beats por parte de Ariën van Weesenbeek, acompañados por un Mark Jansen que estuvo más que impecable tanto con las cuerdas de acero como con los guturales. Luego de tanta algarabía, se dio paso a "Chasing the Dragon" casi balada que logró calmar un tanto la euforia, pero que de ninguna manera haría calmar las sensaciones transmitidas hasta hace cinco minutos atrás, mucho menos si se trata de un tema que de un momento a otro cambia bruscamente de un perfecto metal sinfónico con una bella voz de mezzosoprano, a un potente montón de tarros y riffs al más puro estilo del death metal europeo.
Intercalando exitos junto a sus nuevas composiciones, Epica logró hacer de los primeros veinticinco minutos de show algo casi mágico. "Ascension", uno de los tracks más potentes de su última placa, fue lo que desató uno de los primeros intentos de moshpits de los asistentes. "Dancing in a Hurricane" aportó ese toque casi arabesco-exótico que tuvo el show. Una Simone brindando un concierto más que espectacular tanto con su voz como con su delicado desplazamiento en el escenario, le daban un toque especial a dicha canción.
Lo que fue el anterior intento de mosh no fue nada en comparación al que se pudo ver en "Victims of Contingency", track que pertenece al antecesor de "The Holographic Principle", "The Quantum Enigma" (2014) Esta fue solo la antesala de lo que sería uno de los momentos más especiales de la noche, cuando la pelirroja cantante mira hacia el público a través de un corazón formado por sus manos para interpretar uno de los exitos más grandes de la banda. Todos los asistentes comienzan a corear el inicio de "Cry For The Moon", haciendo de ese instante algo realmente bello de presenciar (incluso con Jansen cantando al más puro estilo de Alexi Laiho (Children of Bodom)).
Tras ese mágico momento, los holandeses continuaron con la arremetida tocando "Storm The Sorrow" junto a Anneke Van Giersbergen, quien a estas alturas estaba prácticamente jugando de local, luego de su presentación con Vuur y sus NO pocas visitas anteriores a Chile. Luego con "Unchain Utopia" se da uno de momentos en donde uno puede deleitarse en todo momento sólo escuchando la hermosa voz de Simone, donde las revoluciones en los riffs y los tarros disminuyen de cierta forma para dar mayor protagonismo a la frontwoman de la banda. Sobre todo cuando dichos temas preceden a "Once Upon a Nightmare" (interpretado bajo un hermoso vaivén de flashes de celular) otra de sus nuevas composiciones en donde Simone se luce junto a Coen Janssen, el carismático tecladista de la banda, quien se robó la película en más de una ocasión.
Luego de un breve encore, Coen continuó mostrándose activo (y gracioso) sobre el escenario. A su vez, Isaac Delahaye salía a escena junto a los demás músicos para dar paso a "Sancta Terra", tema que finalizaron tocando frente a la reja tocando junto al público, y grabando historias de Instagram, Facebook o quién sabe qué con su celular. Lo cierto es que algo grabaron mientras estaban entremedio del mar de brazos de sus fanáticos.
Previo al inicio de los dos últimos cortes, Simone garantiza a los asistentes a disfrutar cada momento del show para otorgarles como regalo otro tema adicional si es que se cumplía lo que ella pidió. Era que no. Apenas comenzó a sonar "Beyond The Matrix" la algarabía se desató completamente y todo el mundo, tanto banda como asistentes, comenzaron a saltar al ritmo de la música. Simone cumplió con lo prometido y Epica le brindó a los fans lo que querían. Tanta fue la euforia desatada, que previo a tocar la última canción, la cantante les pide a los asistentes separarse entre sí. Dividir la cancha de un lado a otro para realizar un wall of death. Lógicamente pocos quisieron quedarse fuera del asunto y de forma veloz todos se acercaron al centro dejando un enorme agujero, para que tras un conteo de tres se diera un brutal inicio a "Consign To Oblivion", desatando lo que sería el mosh más grande de la noche.
Cerca de dos horas de presentación por parte de Epica, más una hora que brindó Vuur, hicieron de este espectáculo un show que difícilmente se vuelva a repetir al menos en Chile. Una consagradísima banda de metal sinfónico (probablemente la más grande y popular del género) junto a una que emerge junto a la vanguardia que exige la música hoy en día, fueron los protagonistas de uno de los eventos de metal más grandes que Chile tendrá la suerte de presenciar este año. Ojo. Ambas bandas sólo tocaron juntas en Europa. Sudamérica tiene el honor de recibir nuevamente a Epica, pero en esta larga y angosta franja de tierra, se tuvo el honor de presenciar a dos de las voces femeninas más destacadas del rock y metal del último tiempo.
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