A menos de un año del debut del cuarteto de
Portland en Chile, Red Fang vuelve a
nuestro país, aún presentando su más reciente álbum “Only Ghosts” (2016), que traería más de alguna sorpresa. En
Resistance entonces nos pusimos
nuestras armaduras de latas de cerveza y
fuimos al Espacio San Diego a esperar la
horda de zombies cerveceros para presenciar la segunda mordida del colmillo
rojo.
Ésta vez, de teloneros teníamos a
los los locales de Wild Parade,
quienes en poco más de media hora fueron capaces de encender a los presentes
con su Rock puro y duro, propuesta muy inspirada en lo mejor de Hard Rock de
los noventas con guitarras contundentes, un bajo energético y un ritmo más bien
acelerado, llegando también a coquetear con el Thrash Metal, regalándonos
incluso algunos riffs de la inmortal "Peace
Sells" de Megadeth. Los Chilenos
repasaron todo su material discográfico y temas como “Suicide Politics” y “Line Of
Control” fueron cantados por más de un entusiasta, mientras el bajista no
dejaba de moverse como un maníaco y pedir la participación del público vez que
podía dando un espectáculo intenso y con carácter.
Ya eran las pasadas las 20:30 y los
de Oregon se toman el escenario con cautela, instalando sus equipos y hablando
con el staff, realizando las pruebas de sonido pertinentes. Lo que parecía el trámite de rigor, nivelar
micrófonos e instrumentos, terminó siendo bastante largo, aunque fue amenizado
por los integrantes que no dejaban de hacer participar al público de tanto en
tanto, mención aparte para David Sullivan, que siempre estuvo cercano con la
gente. Tocan un par de riffs y Aaron explica que “eso no era parte de set”.
Pasados unos de unos 20 minutos Bryan pareció cabrearse y se va con Aaron
también, sumándose luego el resto de la banda. La tensión bajo el stage crecía
y luego de un par de minutos el grupo vuelve, juntan manos, se arengan y se
posicionan.
“Blood
Like Cream” abre (finalmente) el repertorio de los estadounidenses con un
sonido más bien desbalanceado pero que no mermó la energía del respetable, que
coreó “cut it up, cut it up, cut it up”
a todo pulmón, “Malverde” continúa
casi sin respiro, el público de a poco empezaba a animarse y ya para “Crows In Swine” era el recinto completo
el que cantaba a coro. Luego de unas palabras de saludos más formales, Aaron
sigue cachureando el amplificador de su bajo y “Not For You” continúa
calentando a los presentes, y es que tiene uno de los riffs más
poderosos de la discografía de Red Fang,
“No Air” e “Into The Eye” fueron tocadas con tanta energía que a la mitad de
ésta última Aaron rompe la cuerda de su bajo, rápidamente hace gestos a su
equipo que de forma expedita le dejan una cuerda a mano, por lo que tuvo que
improvisar el termino de la canción con un resultado extraño, sin arruinar la
misma.
Mientras Aaron se tomaba su tiempo
cambiando la cuerda de su Bajo, Bryan Giles se pone a contar chistes, que
fueron rematados por el clásico “Badum-Tss!” hecho en batería por Sherman, la
distracción fue suficiente y luego de que Aaron vuelve a tomar la palabra para
decir lo increíble que había sido la recepción del público, nos lanzan una
sorpresa “Antidote” canción nueva que
seguramente será parte de su próximo álbum y que ya nos habían adelantado el
año pasado. “Wires” es uno de los
temas emblemáticos del cuarteto y lo saben, eso se nota en el juego previo de
Sullivan en guitarra previo al riff principal, nuevamente el público cantaba
dejando el corazón en el Domo. “Sharks” nos
lleva a su primer disco con una potencia muy superior a la placa grabada diez
años atrás, a estas alturas los problemas de audio ya estaban solucionados y el
grupo estaba en su punto. De su última placa nos entregan juntos la fiestera “Cut It Short” y la más introspectiva
del set: “The Smell Of Sound” que nos
sumergió en aguas profundas con su ritmo hipnótico.
Luego de unas palabras donde Aaron nos contaba
anécdotas de la visita pasada a Santiago, nos dice que quedaban tres canciones
más, “Dirt Wizzard” abre esta etapa
del set nuevamente subiendo la energía y el publico que saltaba y armaba un
pequeño mosh en la parte central de la pista. “Flies” también fué vitoreada y el ritmo seguido con los
infaltables “eh eh eh”. “Prehistoric
Dogs” es la carta de presentación de Red
Fang y el Espacio San Diego casi se vino abajo, ¡qué energía es la que
tiene esa canción! La banda se toma un par de fotos y procede a retirarse, sin
embargo bajo el escenario nadie siquiera parecía querer moverse de sus puestos,
y era sólo cosa de tiempo para que volvieran. Aaron toma la palabra nuevamente
y dice que no sabe qué más decir aparte de “gracias”, toma su bajo y “Hank Is Dead” vuelve a mover
cervicales, cosa que se repite de forma más enérgica en “Throw Up” que cierra finalmente el repertorio de Red Fang.
Más allá de los problemas técnicos
que podrían atribuirse a una falta de prueba de sonido previa a su ingreso al
escenario, es meritorio lo de los norteamericanos, ya que habían llegado esa
misma tarde a nuestro país y tenían que
irse en la madrugada, poco faltó para que la banda llegara en paracaidas
directo del avión al recinto (cosa que en el universo videográfico de Red Fang podría ser totalmente
probable) , sin embargo, perdonándoles algunas fallas técnicas que no son de su
exclusiva responsabilidad, lograron montar un show muy superior al del año
pasado, con más canciones y más cercanía con la gente, demostrando así que los
más de 10 años de carretera que tienen no son en vano, y que su rock es más que
su música, su rock es su actitud.
Escrito por: Pablo Madrid
Fotos por: Tay Martinez
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