La
relación existente entre el Rock n' Roll y la música negra data desde hace más de un siglo, con la leyenda del
enigmático Robert Johnson. BB King, Muddy Waters y Jimi Hendrix, por nombrar
unos pocos, siguieron su huella y dejaron un legado que perdura hasta hoy en la
cultura popular. Eso es por el lado del blues, porque Earth Wind & Fire y The
Commodores hicieron lo suyo allá en los '70 como íconos absolutos del soul
y el funk como géneros omnipresentes en esos años. Todo aquello le abrió el
paso a nuevos estilos musicales y artistas
Todo
lo descrito en el párrafo anterior es necesario para entender el impacto que
produjo el estreno en sociedad de Living
Colour. Un sonido con apariencia de Hard Rock vacilón, pero que en realidad
correspondía a una de las tantas facetas musicales con que su líder, el
guitarrista Vernon Reid (un guitarrista inglés radicado en USA, al revés de
Hendrix) dejaba en claro que esto iba mucho más allá del color de piel.
"Cult Of Personality", su éxito más reconocible y con el cual
lograron inscribir tempranamente su nombre en la historia del Rock, resume
todas las virtudes musicales con que el
cuarteto terminó haciendo escuela: una técnica exquisita, buen gusto melódico,
coros gancheros y, quizás lo que más llamó la atención en su momento, un sonido
Hard Rock cuyo peso y voltaje poco y nada tenía que envidiar a gigantes como AC/DC o Whitesnake. A aquello sumémosle un sentido del groove que hermanaba
lo mejor de la música negra con el poder de los incendiarios riffs del Metal de
los '80, conformando una identidad sonora única desde su concepción. Suficiente
como para que el mismo Mick Jagger, luego de verlos en una presentación a fines
de 1987, se ofreciera para producir un LP debut que todavía causa furor entre
melómanos y músicos.
Publicado
en 1988, "Vivid" se
puso a la altura de las grandes luminarias del Hard Rock americano de la época
y, a la vez, se desmarcó de aquel piño de manera certera. El inicio con
"Cult Of Personality", mucho más que un éxito radial, fue una
auténtica Declaración de Principios. El sample con el discurso de Malcom X, y
el final con extractos de los de John F. Kennedy y Franklin D. Roosvelt, claros
indicativos de que, a pesar de ser músicos altamente dotados, también tenían
algo que decir. Y en ese aspecto debemos darle las gracias a Corey Glover, uno
de esos frontman cuyo desempeño vocal podía expresar transgresión y diversión
en proporciones iguales, con una maestría a la altura de su arrolladora
personalidad sobre el escenario. "Like Mussolini and Kennedy...", en
una sola línea barre con todo tipo de fundamentalismos e idolatrías propias de
este mundo moderno donde el pensamiento crítico es cada vez más escaso. En lo
musical, sumado a las virtudes interpretativas de Corey y Vernon, no cabe la
menor duda de que una base rítmica como la compuesta por el bajista Muzz
Skillings y el baterista Will Calhoun, es capaz de barrer con todo tipo de
convencionalismos sin caer en la autocomplacencia. Todo gracias a un groove
inconfundible que intercala los mejores pasajes de la música popular sin perder
una pizca de su identidad rockera.
Además
del 'hit' del disco, en Vivid hay de todo, como para deleitar hasta al más
exigente. "Open Letter (To A Land lord)", otro de los singles
extraídos del disco, refleja la orientación multicolor con que Living Colour intercala musicalidad y
sentimiento por partes iguales. Esa emoción con que Corey Glover se consagra
como una de las voces más grandes del género, un deleite y, al mismo tiempo,
inspiración máxima. Algo similar ocurre con "I Want To Know",
""Funny Vibe" y la irresistiblemente bailable "Glamour
Boys", todas canciones repletas de un excelente gusto por las melodías
amigables -la agresividad se mantiene, una virtud que pocos logran de igual
manera-, las guitarras de alto octanaje y secciones rítmicas diseñadas para
mover el cuerpo de manera automática. Y si hablamos de versatilidad y genio
compositivo al servicio de las emociones humanas, "Broken Hearts" se
presenta como una cátedra magistral, con Vernon Reid y Muzz Skilling
protagonizando un dueto guitarra-bajo capaz de estremecer la fibra de cualquier
melómano, sea iniciado o neófito. Son esos momentos los que colocan,
merecidamente, al cuarteto entre lo más selecto del Rock de la mejor cepa,
sorprendiendo de entrada a toda una generación que, hasta entonces, creía que
para tocar Rock duro había que escarmenarse el pelo y lucir como una copia más
de David Lee Roth. Actitud pura.
Es
cierto que la combinación de música negra y Hard Rock era una práctica habitual
a fines de los años '80, por lo que el prejuicio sobre la novedad que implicaba
la aparición de una banda como Living
Colour estaba latente, nada que hacer. Pero lo de "Funny Vibes"
es complicado de asimilar hasta hoy. Aerosmith
había incursionado en ese experimento de mezcla de Heavy Metal con rap con un
éxito arrollador en su momento, pero lo que genera el track 6 de "Vivid"
resulta tan demoledor como mágico. Buen gusto, ante todo, dejando en claro que
la propuesta de los neoyorkinos es inclasificable, al mismo tiempo que nos
damos cuenta de que, por muy cliché que suene, hay un estilo propio, un
distintivo destinado a hacer escuela y reencantar a quienes pensaban que todo
se reducía, entonces, a la mundanidad de la cultura pop "made in
USA". Por ende, el clima fiestero de "Glamour Boys" no es más
que una burla elegante hacia los estereotipos impuestos por los medios de
comunicación (Barbie y Ken, les suena?), como se refleja en su videoclip. El humor
es pura inteligencia y es esa clase de virtudes la que hizo de Living Colour una banda sólida e
innovadora en todas sus líneas. El arte eleva la consciencia y los neoyorkinos
lo aplican con la sabiduría propia de los experimentados.
Luego
de tres décadas, y a pesar de una reducido pero rico catálogo discográfico, "Vivid" se mantiene
igual de innovador y sorprendente. Y no, no tiene nada que ver con la
nostalgia, mucho menos con esa entelequia de lo "clásico". Todo lo
contrario: Living Colour impuso
términos a través de su LP debut con una clase inusual. Podríamos poner el
disco a la misma altura del explosivo LP homónimo con que Van Halen, en 1978, cimentó las bases de un estilo que haría furor
en sus contemporáneos y generaciones posteriores, y con justa razón. Por otro
lado, cada revolución tiene sus propios colores y "Vivid" grafica aquello con una categoría que
sigue generando réplicas hasta hoy.
Escrito por: Claudio Miranda
Los tickets para ver a Living Colour en Chile están disponibles bajo sistema Ticketek y en los puntos de venta autorizados de la ticketera (Centro Ticketek y tiendas Hites). Las entradas físicas sin cargo por servicio (pagando en efectivo) se encuentran a la venta en The Knife (Eurocentro) y Kmuzzik (Edificio InterProvidencia).
Valores:
- Preventa 1 $20.000.- (Hasta agotar stock)
- Preventa 2 (Hasta el 10 Junio de 2019) $25.000.-
- Día del Show $30.000.-
Valores:
- Preventa 1 $20.000.- (Hasta agotar stock)
- Preventa 2 (Hasta el 10 Junio de 2019) $25.000.-
- Día del Show $30.000.-
0 Comentarios