La primera historia se titula “El
ensayo”, y nos muestra a tres amigos en lo que será su primer ensayo y como
este se ve retrasado por algunos factores, donde el principal es que uno de los
miembros de la banda reconoce que no saber tocar, después de la sorpresa otro
de los miembros de la banda le da una “clase magistral” en el momento para
luego lanzarse finalmente a ensayar, esto dura poco ya que la policía en una
actitud fascista se harán presentes en la casa donde los amigos estaban ensayando, más adelante la banda
tendrá la posibilidad de presentarse por primera vez en vivo, la ilusión se
apodera de ellos y si bien la presentación en vivo no resulta como ellos
imaginaron, esto no impidió que estos 3 adolescentes sintieran que arriba del
escenario todo había sido perfecto.
Imagen extraída del cómic
La segunda historia se titula
“Falsos Dioses”, dos amigos de provincia fanáticos de la banda “Monos con
Navaja” rayan la papa con verlos tocar algún día en la ciudad, y si bien no
pierden la esperanza saben que en una ciudad como la de ellos -Arica
concretamente- es difícil que vayan artistas de buen nivel, pero por cosas del
destino o del mercado se enteran casualmente de que el sueño se hará realidad,
que lo imposible puede ser posible, y que podrán ver contra todo pronóstico a
la banda de sus amores en vivo en el estadio de la ciudad. Los amigos se lanzan
en una campaña para recolectar el dinero para las entradas, acampan la noche
anterior en las puertas del estadio, una vez dentro los chicos han disfrutado
del show, ha sido una velada de ensueño pero no conformes con esto deciden
escabullirse tras el escenario para conseguir el autógrafo de sus ídolos, pero
se llevaran una gran decepción.
Imagen extraída del cómic
La última historia se titula “La
última canción”, y es por lejos el más melancólica
de las 3 historias, es donde se deja sentir toda la fuerza de la realidad del
sistema imperante, se refleja con claridad
que los sueños si no van en línea con las necesidades del sistema no es
fácil de llevarlos a cabo y en algunos casos simplemente se tienen que
reestructurar completamente. La historia nos habla de una banda con cierta
estabilidad y proyección que ve cómo se van cumpliendo paso a paso los
objetivos; tocatas en vivo, grabación y promoción de su demo, el cual tiene
una buena aceptación, el contexto es bueno para la banda, hasta que uno a uno
los miembros van dejando la banda, uno se va de la ciudad porque su padre no
encontró trabajo y por lo mismo migran a otra parte, otro miembro se va becado
a estudiar a Australia y otro se ve en la necesidad de generar dinero para
mantener a su familia lo que lo hace vender su batería y buscar un trabajo
donde tenga mayor estabilidad económica. Lo anterior no impide que el único
miembro que queda siga adelante, “… sueñan que luchas por un camino que ninguno
siguió mientras tanto, se apagan poco a poco entre trabajos de terno y horarios
eternos. Dentro de su torcida fantasía sienten envidia de ti y de lo que estés
haciendo, desean que te lleve la muerte… pero si esta te encuentra… te
encuentre tocando”.
Imagen extraída del cómic
El cómic está mayoritariamente en
clave manga; los personajes, las situaciones y las reacciones son tan típicas
del estilo japonés, en ese sentido Alex hace un trabajo muy bien logrado,
aunque si hay algo que agregar, es que a los escenarios les falta más trabajo,
más detalle, lo mismo se puede decir sobre el desarrollo de los personajes y el
patrón narrativo ya que son muy acotadas en un sentido amplio y estricto de lo
que se refiere a historias que enganchen al lector y que quieran ser recordadas
en el tiempo; siendo que todo tiene gran potencial para revertir lo anterior,
de hecho por momentos mientras leía Historias
de Rock sentí una leve sensación de estar leyendo algo similar a Scott Pilgrim de Bryan Lee
O’Malley (Lost at Sea, Scott Pilgrim, Seconds), me imagino que alguna influencia debe haber tenido
Alex del gran O’Malley... o tal vez no.
Es verdad que las tres historias
tienen potencial, ya que todas comparten la base de una aventura, que es comenzar
a recorrer un camino, es el inicio de algo y eso se refleja bien en las tres
historias a pesar de lo breve y poco profundas de estas. Quizá al ser historias
que todos conocemos no haya sido necesario tener que profundizar en los
personajes o en el contexto de estos, ya que es cosa de que miremos un poco al
pasado y recordemos historias similares a las del cómic. Cuántos de nosotros
soñamos con formar una banda, cuántos de nosotros nos conseguimos instrumentos y
con algunos amigos ensayamos sin saber tocar un acorde, cuántos de nosotros
soñamos con ver la banda de nuestros sueños en vivo, cuántos de nosotros
soñamos compartir escenario con una banda importante, etc, en ese sentido quizá
profundizar en las historias no sea más que un trabajo redundante para
el lector.
Para mayor información sobre el
trabajo de Alex Rivero pueden entrar a https://alexlapiz.deviantart.com/
Escrito por: Exequiel Cifuentes R.
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