El libro Massacre – 30 años de Thrash
Metal de Maximiliano Sánchez, es el rescate de la historia
de “otra de las bandas importantes en los orígenes del metal nacional”, lo
anterior lo coloco entre comillas ya que el autor del libro tiene una mirada
algo distinta. Para Maximiliano, Massacre no es otra banda importante, es “sin
duda la banda más importante y trascendente del Metal en Chile”, la
argumentación de Maximiliano para sostener lo anterior lo puede explicar obviamente
el contenido del libro, pero también lo puede explicar el Teatro, Aristóteles y Bertolt Brecht. Para Aristóteles el
teatro tenía el objetivo de ser un acto de catarsis para los asistentes, y esto
se lograba a través de la identificación del público con las vivencias
de los protagonistas, el dolor, la alegría y todas las emociones que
pasaban en el “escenario” debían llegar al espectador como propias, tiempo
después Brecht, apostó por un modelo más épico que si bien no rechazaba las
emociones, si las consideraba una “estética vulgar, según la cual las emociones
solo pueden ser producidas por la vía de la identificación”, Brecht apostaba
por algo más profundo, una construcción psicológica del personaje que
permitiera al espectador entender las funciones sociales en un contexto de
relaciones sociales jerarquizadas, en ese sentido Brecht postulaba un teatro
político en donde las obras pudieran entregar un entendimiento de las dinámicas
sociales y no sólo contar una historia, en otras palabras un teatro para
pensar, no sólo para sentir.
Podemos usar lo anterior expuesto por Brecht cambiando
la palabra teatro por música, y nos quedaría “música para pensar, no
sólo para sentir”, y bueno
Massacre seria eso, “sus letras son claros ejemplos de reivindicaciones y en las
cuales han declarado abiertamente los horrores e injusticias de la época más
aborrecible de Chile, La Dictadura Militar”, a diferencia de lo que estaban
haciendo las otras bandas, "por su parte los músicos no compartían
aquellos ideales transgresores y anti sistémicos de heavy metal, sino más bien
su música representaba una liberación de un sentimiento de angustia que había
marcado a toda una generación, temáticas urbanas de la vida cotidiana más bien
evasivas, eran la tónica de sus letras.”. Lo anterior no es menor ya que esta
diferencia con las otras bandas icónicas de la época sería elemento importante
en el desarrollo de la historia de Massacre. Pero, ¿quién está detrás del la
banda Massacre?, la respuesta es: Yanko
Tolic, él es el personaje que a través de su música y de sus letras
posibilitó en gran medida la formación de una escena metalera nacional, así
como lo hizo la gran Violeta Parra,
Yanko en alguna medida abrió ese camino/escena por donde las bandas de metal puro
y duro transitarían.
Imagen extraída del libro. Massacre en el Death
Metal Holocaust.
Si bien se habla de los 30 años de la banda, la
historia comienza mucho antes, comienza en 1978 en lo que se define en el libro
como la -Capítulo 1- “Prehistoria” y de ahí no para la historia por lo menos de
Yanko, un hecho interesante a destacar en la construcción psicológica de Yanko es
su relación con los libros, cuenta el hermano -Yerko Tolic- “Nosotros desde muy
niños nos involucramos con la literatura, el cómic. Yo recuerdo que Yanko leía
muchísimo, yo destaco mucho eso en él. A mí me costaba la lectura cuando niño.
Si no era por mis problemas de visión, no sé, me cansaba, pero Yanko se devoraba
los libros y mi papá nos pagaba porque leyéramos libros. Cada vez que leía un
libro mi papá ponía plata en la mesa y Yanko se compraba un disco”, la
literatura ha acompañado a Yanko y Massacre y un ejemplo súper concreto es la
adaptación musical del poema “Fantasma” de Pablo Neruda y “Altazor” de Vicente Huidobro.
La escena metalera tiene un primer hito
incuestionable como lo es la primera tocata de metal extremo en 1985 organizada
justamente por Massacre que se llamó Death
Metal Holocaust(DMH), esta tocata nace por una necesidad de tener un
espacio donde hacerlo, ya que si bien Massacre contaba con un cierto prestigio
y una fanaticada que iba en aumento, las puertas se les iban cerrando en igual
medida, esto atribuible a la brutalidad de su música, el desenfreno del Bestial Fucker y que además era
considerada una banda comunista, por lo mismo la idea del DMH era generar “un
ambiente fraterno, donde se diera rienda suelta a la libertad de expresión”.
Para esa primera versión del DMH se presentaron además de Massacre, Pentagram,
Belial, Cript, Rust y Nimrod.
1986 en adelante Massacre daría paso a nuevos
hitos para la banda y la escena nacional como una segunda versión del DHM donde
se repitieron el plato Rust y Belial, Pentagram sólo se repitió el plato en el
afiche ya que no tocaron en esa oportunidad y se sumaron dos bandas nuevas
Vastator y Tormentor. 1987 en adelante está marcada por la internacionalización
y el auge de la banda, se transformaron en la primera banda nacional en tocar
en Brasil, Argentina, Uruguay, la banda más publicada y reconocida en los
medios de comunicación tradicional y no tradicional en Chile, la banda que
ayudó a otras bandas que venían más rezagadas, la banda que siempre supo su
lugar y objetivo dentro de la sociedad y que por lo mismo tocaban donde otros
simplemente por miedo o clasismo no lo hacían. Todo lo bueno que consiguió la
banda a lo largo de su carrera siempre estuvo acompañado por la otra cara de la
moneda, la rotación de integrantes, que hacía tambalear la continuidad de la
banda en varios pasajes de su historia, su relación con el satanismo, la
relación polémica con otras bandas como Necrosis, y los clásicos elementos el
alcohol, el ego y la muerte… como no han de estar presentes, y todo lo anterior
materializado en muchas nombres, Eduardo Vidal, Alfredo Torres, Los hermanos
Nacrur, Nicolas Aedo, Mauricio Yañez, René Mundaca, Claudio “Comanche” Muñoz y
su hijo, Marco Carreño, Manuel Castro, entre tantos otros, tema aparte es Diego
más conocido como el Bestial Fucker,
todo un personaje este último.
Un capítulo interesante de la banda está dado
por un cambio sorpresivo en el sonido de Massacre, sorpresivo por tratarse de
algo tan distinto a lo que venían haciendo ya que a finales de los ’90 las
tendencias en materia de metal estaban siendo lideradas por el Black y Death
metal y por lo tanto un cambio en esa dirección era lo más lógico, pero
Massacre siempre rupturista comenzó a experimentar con la sicodelia, por lo
mismo es que interpretan el tema “todos juntos” de Los Jaivas y lo agregan a
ese disco, será el mismísimo Mario Mutis quien colaborará en dicho tema. La
banda inevitablemente se va deteriorando y si bien el nuevo sonido es exitoso
en términos musicales no es más que alargar forzadamente la existencia de la
banda. Ya por los años 92/93 Massacre termina finalmente desapareciendo de la
escena nacional. Yanko y los demás miembros siguen sus caminos. 1998 Massacre
volvería a la vida.
Imágenes extraídas del libro. Izquierda:La
prensa destaca el gran año de Massacre (1988); Derecha: Massacre en diario La
Cuarta, anunciando el cierre del Teatro Caupolicán (1991).
Para ir cerrando la idea inicial de que la
música tiene que ser más que sólo emociones, más que sólo sonido, y que en ese
sentido Massacre va en esa línea y los hechos están pero además están las
palabras de Yerko que dedica a la banda y a su hermano en el marco de los 30
años de trayectoria de la banda, sólo un extracto de esas palabras que
reafirman todo lo anterior: “Venimos aquí, esta noche de 6 de junio, a celebrar
entre tantas bandas y amigos del Rock, los 30 años de Massakre. Banda que se
define entre el año 1983 y 1984 como una banda de Thrash Metal y que Yanko, ha
sabido comandar entre tantas tinieblas, aciertos y desventuras, por más de tres
décadas. La primera banda con vocación de violenta ruptura con la música
melódica, el Pop y otras manifestaciones que se rendían a los predicamentos del
mercado de la música de la época. Una banda que inicia sus primeros ensayos y
tocatas en un Chile en plena Dictadura Militar, donde la Central Nacional de
Inteligencia, CNI, desataba sus violentas maniobras y periplos desde la
oscuridad. Cuando la tortura se transforma en el más fino arte del dolor y la
humillación humana para aquellos felices y bien pagados funcionarios del
régimen militar. Momentos en que las Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile
irrumpían con las últimas técnicas y tecnologías de la época para reprimir y
apagar la protesta popular…Massakre que invocará los más oscuros laberintos de
las músicas del Rock internacional, los sonidos más estridentes, la lirica más
sanguinaria, el vértigo de la aceleración, ritmos y secuencias que levantan
cráneos, criptas y cruces invertidas. Clara convocatoria oscura a destrozar
nuestros cerebros, nuestras falsas conciencias, en una espeluznante misa negra,
donde la velocidad en la ejecución de los fraseos musicales de guitarras y
percusiones se combinan con una interpretación vocal brutal y desgarrada, donde
los solos y superposiciones de las guitarras dejan escapar la luminosa melodía
de un hammer, como el grito de un ángel envuelto en llamas, como alegoría del
eterno sufrimiento humano al que han sido condenados los sin alma, los otros,
los nadie, los sin tierra, los sin agua, los sin historia, los desposeídos de
siempre. El poder levanta sus catedrales en medio de la ciudad de los muertos.
Luego, “Las violentas Calles de Santiago”, “Masacrando al Feto”, Pissing Into
the Mass Grave”, “Altazor”, “Psychotic Redemption”, “Crematorium” y tantas
otras producciones, grabadas y no grabadas, nos hablan de ese inexorable retorno
de los muertos, del grito de los que se resisten a morir en medio de las llamas
del olvido”.
Podría generarse cierta duda en una primera
instancia, al decir que el libro nos cuenta lo justo y necesario sobre la
historia de Yanko y su banda Massacre ya que este tiene la no despreciable
cantidad de 418 páginas, por lejos el libro más grande de heavy metal nacional
en términos de páginas, y si bien los márgenes y la letra son algo grandes y la
cantidad de material visual es muy abundante y por lo mismo es que el libro termina
con ese grosor algo exagerado, no es menos cierto que la cantidad de historias,
personas e hitos por las que ha pasado Yanko y por ende Massacre son para
llenar harto más que 418 páginas sólo de
texto.
Imagen extraída del libro. Massacre en sus 30
años.
En lo que respecta al libro, si bien tiene
muchos errores ortográficos que para algunos puede transformarse en una
molestia, y sí, molesta un poco… es que son muchos!!!, es igualmente un libro
simplemente imprescindible para conocer la historia, la génesis del metal
nacional a través de una banda trascendente como lo es Massacre. Hace falta
haber acentuado, agregado y profundizado puntos de reflexión relevantes sobre
ese cuestionamiento al contexto de la época, ya que si bien Massacre muestra elementos distintos en lo ideológico, en lo esencial al metal no son tan prolongados de hecho son más bien esporádicos dentro de la historia de la banda, aunque se entiende que el objetivo
del libro es el rescate histórico más que un análisis
crítico-reflexivo del contexto de la época. Por lo tanto asociar la idea de Bertolt Brecht con Massacre puede ser algo exagerado según lo que está plasmado en el libro.
El libro fue escrito por Maximiliano Sánchez
-Thrash Metal: del sonido al contenido-, fue publicado en Noviembre de 2016 por
Ajiaco Ediciones y recibió el apoyo
del Fondo para el Fomento de la Música Nacional.
Escrito por: Exequiel Cifuentes R.
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