La escena del metal chilena no deja de crecer, donde cada día las bandas buscan conquistar a los auditores de metal con trabajos que ofrezcan eso que buscan en los grupos de afuera, pero que también muestren algo nunca antes visto.
En esta ocasión Desire Of Pain regresa del estudio luego de un largo tiempo de ocho años, para ofrecer su nuevo trabajo "Immensity". Un nombre ambicioso para un trabajo que es bastante acotado con seis canciones y dos de ellas son instrumentales. Sin embargo, hay 40 minutos de trabajo que escuchar y eso es lo que se debe evaluar.
El inicio es ofrecido por su introducción "Everything" que crea un ambiente de inmersión perfecto y que va subiendo poco a poco la intensidad para dar inicio al primer corte con "Ascension". Un single que se desempeña bien y que ofrece un buen balance entre partes instrumentales como cantadas, donde cada una cuenta con sus respectivas variantes para dar diversos matices, todo con un motivo y un porqué justificado en el desarrollo del track.
"Vértigo" por su parte entra con violencia y agresividad, dejando en claro la raíz Death de la banda, pero que no te engañe, porque el conjunto sabe jugar con esos matices, pudiendo romperte el cuello con riffs de headbang y luego llevarte a un coro sin guturales con gran talento. Cabe destacar el intervalo que la banda realiza con los bronces y que se suma a genialidades realizadas por bandas como Ghost y Amorphis, sublime.
Con la mitad del disco transcurrido pasamos al segundo tiempo con el instrumental "Eternal" una pista acústica con un sencillo y preciso lead de guitarra que abre para "Trascendence". Tal como su nombre avisa, este single en sí es un viaje y la banda lo logra de forma magistral apoyado del backing track, además de una sutiliza en cada sonido para que este no suene saturado en algún punto.
Finalmente el disco cierra con "Aeon", un tema que toma lo desarrollado en la pista anterior, lo sigue trabajando y moldeando para dar con todo un despegue de agresividad para cerrar el disco de la forma que empezó. Es un tema extenso, de hecho es el más largo del LP, pero que da este elemento cíclico y te reafirma todo lo que escuchaste desde el principio, mostrándote las distintas caras de la misma moneda.
Desire Of Pain trae su segundo LP, con mucho más aprendizaje que el primero y se nota en lo que es, un trabajo preciso, conciso y sumamente bien ejecutado.
Lo que la banda logra más allá de ser un Death/Progresive Metal es un estilo propio que les permite oscilar entre diversos tempos, matices y emociones. Un disco complejo tanto en su música y sus letras, lo que hacen un trabajo completo y redondo que puede acordar a bandas como Opeth o Porcupine Tree.
Se trata de un disco excelente, pero que flaquea en un elemento y es que la mayoría de los temas (que técnicamente son cuatro) dan un pequeño descanso en a la mitad de la pista, lo que puede ser repetitivo y que se nota más en un trabajo tan conciso como este.
A ocho años de su primer disco, Desire Of Pain vuelve con experiencia y con una tremenda joya que sacaron del estudio, eso promete un gran futuro por delante y pone el desafío de superarse en todo lo nuevo que vendrá.
Por Felipe Pino Guerrero
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