Las iniciativas como las que ejerce FAQ Record al proporcionar espacios de calidad para el Metal nacional se compensan con la calidad desplegada sobre el escenario, dejando en claro el profesionalismo con que sus protagonistas sacan a relucir su artillería. Command Army fue la ocasión perfecta para apreciar el estado de salud del cual goza el género, abarcando diversos puntos cardinales geográficos, con cada exponente mostrando sus credenciales y entablando el feedback necesario con un público que responde y valora como debe ser: dejando que la música fluya y rindiéndose ante la entrega que emana con fuerza desde el escenario.
Cerca de las 22 horas abriría los fuegos Tower Of Silence, agrupación originaria del puerto de San Antonio y cuyo LP debut "The Psychopath" se coronó como una de las revelaciones que marcó la temporada pasada a nivel de lanzamientos. Una puesta en escena intimidante, a la altura de su propuesta arraigada en el Death Metal con matices tan retorcidos como 'carniceros'. Es cierto, hubo un momento en que los problemas de sonido denotaron cierta incomodidad con la que hubo que lidiar, pero aquello poco y nada empañó la muestra de oficio con que el quinteto cumplió con su tarea asesina, dejando en alto el nombre de una Quinta Región que no para de sorprendernos con tamaña muestra de calidad cuando hablamos de Metal de exportación.
Poco después llegaría el turno de los argentinos de Chakal, cultores de un sonido extremo a la usanza de los años '90 y cuya gran virtud, tanto en vivo como en estudio, reside en la naturalidad con que desarrollan su set, sin que nada pueda impedir el eventual baño de sangre. La personalidad con que el cuarteto se para sobre el escenario resulta llamativa, más aún tratándose de una agrupación que proviene del underground del otro lado de la cordillera, a lo que se suma el hecho de que su disco "Agonía Eterna" ha tenido una positiva recepción respecto al presente del género en su país. Imposible no evocar, en cuanto a sonido y puesta escénica, los comienzos de nuestros Criminal por su pegajoso groove, aunque más enfocados en el Death Metal más putrefacto, muy al estilo de Obituary y los primeros Cannibal Corpse. Influencias mencionadas que es necesario recalcar en una agrupación que derriba, en un santiamén, el mito de que en Argentina no es un país metalero como el nuestro. Chakal demuestra lo contrario y sin transar nada.
Luego del recorrido fugaz por el Puerto y Argentina, volvemos a la capital gracias al sonido demoledor de Metal Command, una de las mayores revelaciones que nos dio el Metal nacional durante este último lustro de la década en curso. Con un promedio de edad que no supera los 18 años, el cuarteto no para de foguearse cuando se trata de forjar su sonido y personificarlo, aunque hubo momentos en los que el entusiasmo sobre el escenario se traspapelaba con el de los fans que respondieron con el headbanging desde el inicio. Un hecho a remarcar respecto al nivel que les ha valido un nombre de respeto en el circuito local: Kevin Ibañez sufriendo la pérdida de una cuerda de su guitarra, ante lo cual el trío "rellena" con una improvisación tan pulcra como enérgica en su ejecución -gran recurso la intro de "My Friend Of Misery" de Metallica y complementando con un solo de batería que bordeó lo descomunal, por parte de Josué Guerrero-, sin dar espacio a ningún tipo de dudas sobre lo que hay que hacer ante cualquier percance. Es ese tipo de momentos el que define qué tan compenetrada está una banda como equipo y Metal Command, en ese aspecto, puso de manifiesto un profesionalismo que da cuenta de algo que apunta hacia arriba.
Culminando la jornada, Nunca Seremos Dichosos no solo se encargó de cerrar el cartel, sino también de recordarnos el cómo el trabajo duro y la dedicación a lo importante son fundamentales al momento de darle a su propuesta ese toque de actitud y compromiso que permite erigir un espectáculo que sobrepasa todo tipo de barreras. Desde el inicio con "Las Venas Abiertas" hasta el remate incendiario con "Eternidad", es un deleite para el público en general el poder apreciar tamaña muestra de integridad artística, donde el Metal y las raíces ancestrales de esta parte del mundo se fusionan en un mismo sentimiento. Es indudable que la experticia técnica de cada componente provoca escalofríos de inmediato, pero también podemos ser testigos de cómo el dominio instrumental es canalizado en favor de una identidad aferrada a sus principios como personas y artistas. Una vez terminado el show, el público pide otra canción con fervor religioso, dando cuenta de un arrastre ganado en base a profesionalismo y un despliegue escénico con claros tintes de ritual y homenaje a las divinidades de una Tierra vapuleada desde hace cinco siglos.
Sería ideal que este tipo de eventos apunte a lo alto y siempre sacando lecciones, pues la voluntad de mejorar y fomentar estas iniciativas en favor del Rock/Metal chileno está ahí, presente y traducida en el escenario. De paso, agradecer a FAQ Record por el espacio que le brinda a la música nacional es menester cuando la experiencia y la juventud van de la mano en favor de un objetivo en común, y dan prioridad a lo que realmente importa cuando la sangre se renueva sin perder su naturaleza.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Darwin Contreras
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