Cuando nos acercamos a Helloween Night repasamos la carrera de la calabaza en la siguiente nota.
En el inicio, Dios creó el cielo, la tierra y a Helloween. Quizás la banda que menos anticuerpos genera dentro de este mundo tan dispar como lo es el metal, pero al mismo la banda que recibe las opiniones más extremas dependiendo de que época de la banda te refieras.
En algunos días más recibiremos la visita de la calabaza a nuestro país y es por eso que conmemorando ese hecho, es que escribimos este artículo. En esta nota nos enfocaremos específicamente en 3 personas, Andi Deris, Kai Hansen y Michael Kiske.
Todos dando su propio sello y estilo a canciones que hoy en día son emblemas dentro de la música, la controversia se provoca en el sonido y en interpretación de cada uno en lo que, para oídos de fans, debería sonar Helloween. Aunque eso es más una aseveración personal que objetiva.
Entre las opiniones que más se escuchan a través de los años con respecto a sus frontman es la disparidad y extremo en ellas, desde "Deris salvó a Helloween de una muerte segura" hasta "Helloween murió en los Keepers". Y otras menos extremistas que dan cuenta más que nada de la diversidad de opiniones que genera un mismo hecho.
Pero en esta eterna discusión, siempre hubo alguien que salió ileso y sin rasguño alguno, y ese es Kai Hansen. De hecho, la baja que sufrió la calabaza a principios de los 90 coincide con la salida de Hansen, el inicio de Gamma Ray y que Weikath en su afán de explorar y Kiske tomando el control de las ideas compositivas, hicieron que mucho del éxito logrado con Walls Of Jericho y los Keepers, se perdiera.
Entre las "malas canciones" (que a mí no me lo parecen en absoluto), de Pink Bubbles y Chameleon, mucha de la fanaticada comenzó a escuchar Gamma Ray, que en esa misma época tenía los discazos Heading For Tomorrow y Sigh No More. Kai estaba haciendo el trabajo de oro.Si bien, Hansen solo cantó en un disco, fue suficiente para demostrarle al mundo que había nacido un nuevo género de Metal, el Speed Metal, con las guitarras crudas de Hansen y Weikath y la desgarradora voz de Kai llenando de rabia y realidad canciones insignes como "How Many Tears", "Starlight" y "Ride The Sky", por mencionar algunas.
Pero todos sabemos que la influencia de Hansen siguió más vigente pero esa vez en las voces del, en ese entonces, joven Michael Kiske, quienes nos regalaban, quizás, los discos más trascendentales en la historia del Power Metal, Keepers Of The Seven Keys 1 y 2, y canciones como "Future World", "Dr. Stein", "Halloween", "A Little Time", "Eagle Fly Free", "Rise And Fall" o "Twilight Of The Gods", pasarían a convertirse en himnos al mando de una de las mejores voces que conocía la humanidad.
Cuando todo parecía ir viento en popa, con el mundo a sus pies, y con una inesperada fama mundial, comenzaron las diferencias, que quizás, simples en su momento, pero que terminaron cobrando una real importancia en un momento clave de la banda, en 1989, y durante la gira del Keepers 2, Kai Hansen deja la banda apelando diferencias musicales. En ese momento, las diferencias musicales eran, el curso que tomaría la banda en su siguiente disco, Kai quería seguir haciendo Heavy Metal, pero los Michael querían variar su sonido y realizar otro estilo. Para ese momento, la fuerte alianza de los Michael hizo que juntos se pusieran en campaña donde ellos serían las principales cabezas pensantes en lo que sería Helloween en su nueva faceta.
Aquí precisamente en la historia comienza un periodo que lo llamaremos "transición". En esta época Helloween comienza recibir algo que a lo largo de su carrera no habían recibido jamás, críticas negativas. Eso sumado también a las fricciones que comenzaron a crearse en la pareja creativa, todo iba de mal en peor.Finalmente todos sabemos el resultado, Kiske deja la banda y Weikath con ganas de volver al glorioso happy happy Helloween. Ya sin opciones de traer de vuelta a Hansen y con la obligación de darle vida o matar definitivamente a la calabaza, es donde quizás se tomó una de las mejores o peores decisiones para su nueva voz, el cantante Andi Deris.
Con la incorporación de su nuevo frontman, se evalúan y toman algunas decisiones que cambiarían el curso de la calabaza para siempre, las tonalidades de las nuevas canciones, el estilo menos "happy" (a pesar que su música lo sigue siendo), el adaptar todo al registro de su nuevo cantante, y decidir sonar así desde ese entonces, fue lo que que logró la separación definitiva entre los que aún esperaban al Helloween de los Keepers y los que se re encantaban con la banda alemana. Deris dando su propio sello y coronando canciones que a la postre se volverían emblemas, como "Power", "Escalation 666", "Falling Higher" o "If I Could Fly", por mencionar algunas.
Prácticamente todos tenemos una época favorita de Helloween, donde ciertas canciones o interpretaciones las sentimos como propias. Algunos pasajes amados, otros odiados, otros tal vez sin llamar mayormente la atención. Pero lo único cierto acá, es que Helloween nunca pasa desapercibido para nadie que ame el metal.
Si tuviera que dar mi opinión personal sobre que época me gusta más, siempre he sido claro en lo mismo, los Keepers son mis discos de cabecera, mi amor definitivo por el metal melódico fue gracias a ellos, pero cuando tengo que componer yo una canción, trato que suene más como un Walls Of Jericho e incluso un Better Than Raw. Las contradicciones en gustos que sólo Helloween podría regalarnos.
Escrito por: Fernando Molinet
Cancha, $35 mil
Platea Baja Numerada, $39 mil
Platea Alta, $32 mil
Tribuna $16 mil
Tribuna, $19 mil
Recuerda que las entradas están disponibles en Puntoticket y puntos habilitados en Hites y Cinemark que puedes revisar aquí: https://goo.gl/SahbQE sin cargo por servicio pagando en efectivo en The Knife Music Eurocentro y Rockmusic Tienda Portal Lyon
Valores venta general:
Cancha, $44 mil
Platea Baja Numerada $49 mil
Platea Alta, $39 mil
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