Las cosas como son: Fates Warning nunca obtuvo el éxito mediático de sus colegas más aventajados, en especial Dream Theater. Y mientras su compañeros de generación Queensrÿche trascendían como estrellas y referentes del denominado "Metal Pensante" promediando la década del '80, la única opción viable era destacar en un plano secundario respecto a las luminarias que inscribían su nombre en el mapa de los grandes. No obstante, el inmenso aporte de los de Connecticut al género durante más de tres décadas es innegable, por lo que el status de "artistas de culto" encaja a la perfección. Más aún tomando en cuenta que su debut en nuestro país se dio en el marco de la gira promocional del reciente LP "Theories Of Flight" (2016), un trabajo que da cuenta de cómo el combo liderado por Jim Matheos se ha mantenido en la brecha, tan vigentes como en su "era dorada" y con sus facultades en pleno. Todo aquello pudo apreciarse anoche en el Club Subterráneo de la capital, con una asistencia a la altura de lo que califica como una de las visitas internacionales más rutilantes de la temporada y, por qué no, de la década en curso.
Poco antes de las 19:30, la jornada partía de la mano de los peruanos de Fallen Symmetry, agrupación cultora de un Metal con orientación progresiva, donde el peso de los riffs, el virtuosismo y los matices sinfónicos se intercalan de manera equilibrada y certera. Sin embargo, y pese a la actitud desplegada en el escenario, el sonido jugó en contra durante gran parte de la presentación, perjudicando en gran parte el trabajo de las guitarras como representantes de la identidad sonora de la agrupación de los del Rímac. Correcta presentación, que pudo ser más con un sonido acorde a su propuesta.
Pasadas las 20 horas, llegaría el turno de los chilenos de Nimrod B.C., por lejos una de las agrupaciones más longevas del Metal nacional y cuyo repertorio, pese a lo limitado del tiempo, se concentró en una selección de lo mejor de sus dos LPs en estudio, en especial el más reciente "God of War and Chaos" (2017). Un Metal que reúne la brutalidad del Thrash con la fuerza del Heavy Metal en su faceta más purista y cuyo poder destructor no cesa en absoluto, sino todo lo contrario. Comandados por su histórico guitarrista y fundador Christian Irarrázaval, el Metal de viejo cuño con que el quinteto sale a atacar desde el comienzo surte efecto en un público compuesto, en su mayoría, por quienes fueron adolescentes en los lejanos '80, cuando el género se encontraba en su amanecer a nivel local. Y tal como los anfitriones, el culto en torno a esta agrupación resulta tan hermético como interesante al momento de descubrir los orígenes del Metal chileno.
El reloj ya había pasado las 21 horas cuando "Batcat", de los escoceses Mogwai, suena como una señal de alerta ante el momento más esperado por los fans del Heavy Metal y el progresivo luego de más de tres décadas, culminando en la ovación total hacia el quinteto de Connectitcut que aparecía sobre el escenario e iniciaba su primera presentación en nuestro país de la mano de "From The Rooftops". Fates Warning en un escenario local, no solo se volvió un sueño hecho realidad, sino también una muestra irrefutable de cuán fresca se mantiene su propuesta durante la década en curso, al mismo tiempo que la siguiente "Life In Still Water", original del excelso "Parallels" (1991), entabló con fluidez la unión entre el esplendor presente y un pasado marcado por la vanguardia en un género intransigente por naturaleza.
Una hora y media bastó para recorrer lo mejor de un catálogo que comprende desde el más antiguo "No Exit" (1988) hasta el mencionado "Theories Of Flight", excluyendo todo rastro de los primeros tres trabajos. Y es que el aporte del cantante Ray Alder, quien debutó en el nombrado "No Exit" en reemplazo del renunciado John Arch, se siente hasta hoy como parte de la identidad plasmada en la evolución del Heavy Metal primigenio a la complejidad con que Fates Warning barrió con la rigidez del género, todo aquello con el respaldo de Jim Matheos, el cerebro y corazón de la veterana agrupación originaria de Connecticut.
"One", "A Pleasant Shade Of Gray (Pt III", "Seven Stars", "SOS", "Pieces Of Me" y "Firefly", una por una desfilaron para exponer el despliegue con que el quinteto impone sus términos ante la euforia de los fans que repletaron el recinto, y con bastante razón. Una devoción a la altura del excelente estado de salud del que goza Fates Warning luego de más de 35 años de carrera y traducida en un catálogo discográfico interesante y sin puntos bajos. También debemos sumar un setlist enfocado, en gran parte, en sus trabajos editados durante los últimos 20 años, dejando en claro que, si bien los clásicos rigen -una máxima que se aplica aquí y "en la quebrá' del ají"-, sus presentaciones no son aptas para nostálgicos ni fundamentalistas. Vanguardia y transgresión llevadas a la práctica como saben hacerlo los experimentados. De otra forma, no se explica la calurosa recepción hacia "The Light and Shade of Things", incluida en su placa más reciente y coreada como un himno de toda la vida.
Así como el presente vibra y flamea como si se tratara de una banda compuesta por veinteañeros, también hubo espacio reservado para los clásicos, en especial esa obra maestra del Metal conceptual llamada "No Exit", de la cual salieron a relucir "Silent Cries" y "The Ivory Gate Of Dreams: VII Acquiescence". Momento de ensueño para los seguidores de la Vieja Escuela, Metal progresivo en su estado seminal, al igual que la otra dupleta que culminaría el set regular. Hablamos de "The Eleventh Hour", y "Point Of View", ambas originales del angustiante "Parallels" y llegando como regalo para los seguidores de su etapa más clásica, sin decaer en los absoluto la vocación vanguardista con que Fates Warning se mantiene en la primera línea del Metal mundial.
Al momento de analizar las individualidades, imposible no impresionarse ante el desempeño de Ray Alder, un tipo cuya presencia y desempeño vocal bastan para darnos cuenta de la categoría con que cada pasaje adquiere su propia atmósfera. Mención similar para el 'jefe' Jim Matheos, concentrado en su tarea como responsable del sonido y peso con que la máquina de Fates Warning se mueve con autoridad en sus propios terrenos y más allá, al mismo tiempo que comparte, magistralmente, labores en las seis cuerdas con el guitarrista de sesión Mike Abdow. En tanto, la dupla rítmica compuesta por el entrañable bajista Joey Vera -se repite el plato en estos rumbos un par de meses de su visita como componente de Armored Saint-, y el eximio baterista Craig Anderson, dio cuenta de la solidez con que los de Connecticut construye su fortaleza sin fisura alguna y con la clase propia de quienes ponen su experticia técnica al servicio de la música. Como tiene que ser.
Rematando esta primera presentación en suelo nacional, otro regalo de aquellos: "Through Different Eyes" -del fundamental "Perfect Symmetry" (1989)- y "Monument" -de otro trabajo de primer nivel como lo es "Inside Out" (1994)-, marcando el final para una presentación breve en cuanto a tiempo, pero rica y memorable en cuanto a lo que ofrece Fates Warning tanto en estudio como en vivo. Puede que para otra ocasión -pensar en una próxima visita, ¿por qué no?- podamos disfrutar de "Parallels" o "Perfect Symmetry" de manera íntegra, pero se ve "complicado" viniendo de una agrupación que suele mirar constantemente hacia adelante, y solo retrocede en el tiempo para exponer sus credenciales como pioneros de una combinación de estilos cuya influencia es tan perenne como omnipresente. Una cátedra de simetría perfecta entre la complejidad de la música y las teorías con que ésta recorre el firmamento con sus propias alas.
Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Diego Pino
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