#CDReview - Indomia: "Indomia"


 "Son tiempos difíciles para el planeta Tierra, devastado y consumido por seres ocultos bajo piel humana...", reza una voz solemne en "Ultimatum", el track que ejerce como apertura para el disco homónimo de los chilenos de Indomia, power-trío originario de Punta Arenas y cuya propuesta radica en la fuerza de los riffs que bebe directamente del Heavy Metal de viejo cuño, complementado por conceptos líricos que retratan la naturaleza humana mediante metáforas relacionadas con la búsqueda de nuevos mundos, la crítica social y la introspección individual. Todo aquello enfocado en una mirada urgente, con la sangre ardiendo en cada nota y acorde como si en ello se nos fuera la vida.

   Bajo la supervisión del productor nacional Daniel Gómez, "Indomia" nos presenta a una agrupación que se caracteriza por un sonido derechamente crudo, con las guitarras construyendo murallas y atacando en el momento indicado, mientras la base rítmica proporciona la fuerza necesaria para que la música adquiera una fuerza a prueba de cualquier contrapeso ajeno a sus principios. Iron Maiden, Diamond Head, Rainbow, Dio, el Rush de los '70, Triumph, Megadeth... Todas influencias notorias en un trabajo concebido y producido a la antigua: honesto, directo, aplastante en su ejecución y supremo en la vibra que proyecta en cada surco.

  Tras la mencionada inquietante intro que inaugura el disco, llega el primer estallido con "Indomia", un corte que resume en todas sus líneas las virtudes interpretativas y conceptuales de un trío que no duda en presentarnos su propio universo hasta el último de sus cimientos. riffs de alto octanaje, guitarras crujientes y en plan de ataque sin sacrificar un ápice de su identidad sombría. Una dupla rítmica que contribuye enormemente al groove con que Indomia se levanta como una criatura metamórfica que asume el rol de guardián de un mundo desconocido al cual solo unos pocos pueden acceder. La siguiente "Cenizas", en tanto, sube la velocidad pero mantiene el fuego con que Indomia defiende su integridad y hace gala de una coherencia a la misma altura.

  La neblina sonora con que abre "Factor Humano" muta en una explosión guitarrera que, a la vez, da paso a un corte con aires al Accept del "Restless & Wild" pero siempre imponiendo su sello introspectivo e incendiario a la vez. Una experticia técnica al servicio de la música y que hace ver simple lo complejo, nada más decidor respecto al propósito que lleva a cabo Indomia como agrupación exponente del Metal de corte clásico pero impertérrito ante cualquier influencia que no sea la que obedezca la necesidad de sus creadores.

  El groove reptante con que "Nación Reptil" se mueve sigilosamente en la placa, es una virtud a reparar cuando se trata de tocar Rock duro en su forma más pura, al mismo tiempo que la letra alude metafóricamente al mundo real en toda su dimensión. Una señal de peligro respecto al funesto destino que nos espera como raza y sociedad, dejando en claro que la amenaza es real y está presente en todos sus recovecos. Musicalmente, el daño que producen las guitarras genera secuelas irreparables por su ejecución, tal como ocurre en la siguiente "Oscura Torre", un track en clave marcial con que el trío expone sus cualidades al momento de incursionar en terrenos ligados a lo épico, sin sacrificar un ápice de su coherencia.

  El Heavy Metal puñetero de "Piel En Trance" y el groove mala leche de "Replicantes" grafican la hermandad con que los 11 cortes de la placa se distribuyen durante más de 60' minutos de música, a la vez que recrean una atmósfera única en base a solo tres instrumentos y una voz dotada de fuerza y pasión proyectadas en su desempeño interpretativo. De igual forma, el inicio berreante de "Poder en las Sombras" -con la batería de Francisco Nuñez creando y destruyendo en cada golpe-da paso a uno de los cortes más destacados del álbum, en gran parte gracias a un trabajo de guitarras que construye atmósferas y recurre a la paleta de colores con que Indomia establece sus reglas. Por cierto, gran mención al trabajo de Sebastián Muñoz en las seis cuerdas, no solo a nivel de técnica, sino también como responsable de la identidad con que Indomia se presenta en sociedad: Heavy Metal a la antigua usanza pero dejando de lado los clichés en favor de su utilidad como canal de expresión artística.

  Llegando al final, nos encontramos con la melodía pegajosa de "Títeres y Máquinas" y, cerrando la placa con la más progresiva "Tecnodistantes", donde la influencia del Iron Maiden de "Powerslave" y el Rainbow de los '70 convergen en un pasaje soberbio a nivel de composición.  Imposible no sumergirnos en el mundo descrito por sus creadores, uno que, por cierto, poco y nada dista del mundo que habitamos, donde la humanidad parece estar entregada al régimen tecnológico y la comunicación deja de ser como lo fue en un principio.

   Es necesario destacar, por supuesto, la unión de fuerzas por parte de sus componentes, todos dotados de un dominio técnico de primer nivel. Ricardo Palma, además de su sólido rol en el bajo, sobresale como el hombre que le da forma y vida a los conceptos expuestos en las letras, al mismo tiempo que su desempeño como cantante emula la fuerza del Heavy Metal en su esencia más pura. En las guitarras, el trabajo de Sebastián Muñoz da cuenta de lo que debe ser el Heavy Metal más allá de toda norma, mientras que la batería de Francisco Nuñez se manifiesta como un bestia que pisa fuerte y remece los cimientos de la tierra. Mención aparte para la portada a cargo de Danny Perich, un reflejo del futuro al cual podemos optar entre un lugar mejor para nuestros hijos y un legado de desolación y pérdida. Una humanidad que transita entre la razón y la duda en el recorrido de la vida.

   "Indomia" nos muestra dos visiones: la de una agrupación que se presenta a su manera y la de un sonido que rescata los mejores momentos del Heavy Metal de vieja escuela pero llevándolo al plano real, sobretodo en estos tiempos de duda y revolución. Y de eso se trata todo esto: de romper prejuicios y construir visiones sobre un género que supera todas las barreras existentes y por haber. "Sin un rumbo fijo vamos a explorar/Un nuevo mundo vamos a encontrar", reza el track que titula al disco y a misma la banda, suficiente como para entender el futuro al cual apuntar.



Escrito por: Claudio Miranda

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