#CdReview: Triboulet - "Quest For Hope"


Son una banda que con su disco debut lograron llamar rápidamente la atención de los fanáticos, pero que lamentablemente los cambios de formación los tuvieron alejados por bastante. Ahora regresan, tras haberse tomado un tiempo que fue muy bien invertido y que trae un nuevo disco bajo el brazo.

Triboulet regresa con "Quest For Hope" su nuevo material de estudio y que también tiene a una nueva formación de la banda. Un trabajo que han preparado con bastante tiempo y que promete un gran futuro para los nacionales.

Un inicio que recae en los teclados es lo que podemos escuchar con "Earthlings", que nos ambienta rápidamente en este concepto espacial que la banda ha presentado en el arte de este nuevo trabajo y dando el primer golpe con su single "New Horizon". Potente inicio y que saca a relucir rápidamente a su nuevo vocalista, Paulo Domic, quien trae un estilo vocal distinto, pero que no se siente ajeno a lo que Triboulet había presentado en "The March Of The Fallen".

Este primer reencuentro con la banda no es extraño, son los mismos del primer disco, pero claramente hay nuevas historias que contar y "Hope" continua con esto. Si el estilo del primer disco era un Power o Melodic Metal más clásico o noventero, este es mucho más actual y con un potente trabajo en la ambientación y base a manos de Nicolás Sáez y América Paz.

Sin embargo, no creas que por ser Power o Melodic la banda se limita a eso y es que con "Outlaws" la banda pone riff pesados en sus guitarristas, dando espacio para el headbang garantizado de los fanáticos y llevando a Domic a destacar con su potente voz. "The Awakening" sorprenderá a varios con sus tempos y complejos compases, un trabajo que lleva a la banda, a nivel instrumental, al plano del ProgPower y con una muy buena incursión. 

"Nowhere To Nowhere" entra como balada en el disco, dando un descanso y una nueva tonalidad a esta propuesta de Triboulet, una que toma su tiempo en despegar y logra atrapar a su auditor, en poco más de tres minutos de duración. Lo que continua de mano de "The Day The Earth Stood Still" y "Ignorance Is Bliss" es un deleite en velocidad y solos (sobre todo en las guitarras de Bello y Jaque), dos sencillos que están muy bien posicionados, dando un reimpulso a un disco que es extenso y que se niega a dar aires de flaqueza, sino que a cada momento está sorprendiendo con algo nuevo.

El trabajo continua con "White Canvas", un excelente trabajo a nivel de letras que da la banda, y con "To The End". Este dúo de canciones (y que es tónica en el grupo) da un perfecto balance entre los lead de guitarra y teclado, pero sin opacar en ningún momento a algún músico, donde todos destacan por igual y donde Domic se va guardando varias sorpresas con su voz que te harán aplaudirlo estés donde estés.

Abriendo la parte final del disco tenemos "Last Goodbye", la segunda balada de este disco, y que es guiada a dúo por Domic y el lead de la guitarra. Un sencillo que va en aumento hasta el coro, con un gran apoyo de las voces de fondo y que baja sutilmente para volver a empezar. Pero, todos sabemos que a Triboulet le gustan los cierres épicos y extensos, y si "The March Of The Fallen" cerró su primer trabajo, este será con "Disclosure". Un sello característico de la banda y que les resulta tan bien, que este viaje de nueve minutos es ideal para cerrar con broche de oro este excelente trabajo.

No sé si este concepto espacial perdurará en la banda, pero hay algo que me queda claro al escuchar este segundo trabajo, la banda está apuntando a las alturas y el trabajo da cuenta de ello. 

Mientras más elementos o canciones pones en un disco, aumenta la probabilidad de que alguna no sea la indicada o que no se sienta parte del trabajo, pero acá la banda da cuenta de que el tiempo que estuvieron fuera lo aprovecharon y que este regreso no sería con las manos vacías, sino que darían un salto al vacío del espacio y se aventurarían en un viaje a lo desconocido.

Triboulet es una banda que tiene mucho que decir en la escena nacional, tanto desde el Power, Heavy y Progresive Metal, donde la banda se reorganiza y vuelve con nuevos elementos y músicos al estudio, dándole un segundo aire y uno que tiene largo aliento para seguir en este camino.

El trabajo que musicalmente logran, en ambientación, composición y técnica es destacable, permitiendo a cada uno sacar a lucir lo mejor de su arsenal (no habíamos mencionado antes a Miguel Quiroga y hay que destacar su tremenda versatilidad para adaptarse a cada canción de este álbum). No es el trabajo definitivo de Triboulet, creo que eso vendrá en ese futuro que la banda está buscando y apuntando, pero no me cabe duda de que este es el regreso que sus seguidores esperaban y un claro llamado de atención a quienes aún no los escuchan.

Por Felipe Pino Guerrero





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