Nunca ha sido fácil hacer música. AC/DC fueron los primeros en anunciar que "es un difícil camino a la cima si quieres rockanrollear" y Stone Temple Pilots tiene esa frase más que memorizada, con un difícil camino de vida como banda y amigos.
Y es que nada puede ser fácil, para una banda que no sólo ha tenido que reinventarse con el paso del tiempo, sino que ha tenido que sobreponerse a las adversidades del destino, la vida y la muerte.
Para contextualizar, Stone Temple Pilots es la banda de los hermanos DeLeo, quienes han estado desde la fundación de la banda de grunge acompañados del baterista Eric Kretz. Un trio que se complementó con la voz del mítico Scott Weiland, una de las voces inconfundibles de los 90's y fiel a su estilo de vida.
Si bien la generación de los 90's tenía sus propios problemas, Weiland lidiaba con más demonios que todo el resto. La adicción a las drogas, principalmente la cocaína y unos incidentes con crack, le dieron esa voz gastada y rasposa que fue evolucionando desde "Core" a sus otros discos. Un vicio que le dio su sello distintivo y también la firma final a su carrera.
Los problemas de adicción y de salud de Weiland hicieron que el futuro de Stone Temple Pilots fuera inestable, teniendo una pausa de seis años, pero que fue más que nada ignorada por el vocalista quien siguió su vida en tour junto a otros proyectos como Velvet Revolver, Art Of Anarchy y su carrera solista.
Los excesos finalmente terminaron con la salida del músico de la banda en el 2013 y con su muerte en el 2015. Un suceso que pese a estar fuera de la banda, significó un duro golpe a sus compañeros, quienes perdían a su icónica voz para siempre. Esto estaba siendo apaleado gracias a la ayuda de Chester Bennington, quien entró en el 2013 tomando el relevo de Weiland y dándole un segundo aire a la banda con el EP "High Rise".
Sin embargo, el paso de Bennington fue breve y al poco tiempo abandonó la banda para seguir con su trabajo en Linkin Park y de lidiar con sus problemas personales, que con el tiempo serian revelados tras el suicidio del artista en el 2017.
Solo en el paso de unos años la banda se enfrentaba probablemente a uno de sus peores escenarios, sus dos ex vocalista habían fallecido en distintas circunstancia, pero con un fuerte impacto en ellos como en los fanáticos.
Si bien ha esa altura la banda ya había firmado con su nuevo vocalista y actual integrante, Jeff Gutt, es difícil continuar en el camino y ver como sus ex compañeros han dejado este viaje, quizás más pronto de lo que debían.
Es en esos momentos cuando los músicos podrían preguntarse ¿Vale la pena continuar? No es una pregunta fácil, y si bien la muerte los ha encontrado cuando sus músicos han estado fuera de sus filas, no deja de ser un gran impacto la muerte de leyendas de la música que siempre se vieron tan vivas.
El trabajo realizado por Stone Temple Pilots no sólo marcó a la generación de los 90's, sino que es el legado de este trio, el legado de sus amigos, de Weiland y de Bennington. Dos vocalistas que vivieron y disfrutaron de la música en todo momento y que dejaron su vida plasmada en cada una de sus letras. Piezas que son honradas noche tras noche en los shows de Stone Temple Pilots.
La entereza de los hermanos DeLeo y Kretz es sorprendente, buscando mantener viva la llama de una banda a la que el viento le ha soplado fuerte. Pero también cuentan con el apoyo de un Jeff Gutt que no sólo destaca con su voz y sus nuevos temas, sino que también contribuye con el respeto y admiración al trabajo realizado por los que usaron el micrófono antes que él.
Stone Temple Pilots es un gigante del grunge que se niega a morir, que resiste como roca ante lo que el destino le arroje y que deja en claro que no tienen miedo en mirar a la muerte y cantarle una canción para enfrentarla.
Por Felipe Pino Guerrero
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