Curioso resulta el caso de Raven, banda seminal dentro del
fenómeno metalero que surgió en Gran Bretaña en los albores de la década del
'80. Contemporáneos de Judas Priest, Iron Maiden, Saxon y Def Leppard, la banda liderada por
los hermanos Gallagher -no confundir con otros hermanos del mismo apellido y que de Rock tienen poco y nada-
inscribió su nombre como referente para toda una generación ávida de guitarras
flameantes y otras sensaciones que pudieran ir más allá de lo que sembró la trinidad
sagrada Zep-Purple-Sabs, proporcionando al Heavy Metal una fuerza sin
contrapeso alguno, como ocurrió durante la primera mitad de la que, para
muchos, fue la era dorada de un género que se consagró como parte de la cultura
popular de los últimos 50 años.
Que Metallica girara como teloneros de los de
Newcastle en plena promoción del seminal "KIll Em' All" no fue
casual. El lugar que ocupa Raven al lado de Motörhead, Venom y Diamond Head,
tiene razón de ser como parte de la camada inglesa que incubó las semillas del
naciente Thrash Metal al otro lado del Atlántico. El mismo año en que el debut de
los californianos vio la luz, allá en 1983, "All For One" llegaba a
las estanterías como la obra cumbre de los británicos, el detonante perfecto
para una generación que integraría la revolución sónica con que la NWOBHM
encontraba a su inmediato relevo.
Los orígenes de
Raven se remontan a 1974, cuando John y Mark Gallagher iniciaron su aventura
musical, completando la formación inicial el baterista Paul Bowden. Antes del
debut en el estudio, el trío ya forjaba en los escenarios su reputación como
acto en vivo de primer nivel, tanto por la experticia técnica de sus
componentes como la energía desplegada en sus directos. La influencia del viejo
Hard Rock británico vio su complemento en el despliegue físico con que los de
Newcastle arrasaban cada noche a nivel local. Heavy Metal con agresividad punk
y una condición física que permitía apreciar un espectáculo pletórico e
incombustible. Lo que ellos denominaban como "Athletic Rock",
concepto que titularía uno de los tracks que componen el posteriormente aclamado
“All For One”.
El estreno del
single "Don't Need Your Money" en 1981 implicó en un éxito inmediato,
capitalizado con el LP debut "Rock Until You Drop", editado en
octubre de ese mismo año y cuyo título no era más que el fiel reflejo de una
agrupación que echaba fuego sin consumirse. John Gallagher se inscribía de
entrada como un eximio bajista y cantante, dueño de un timbre inconfundible. Le
secundaba su hermano Mark en la guitarra y los coros, un virtuoso cuya destreza
en las seis cuerdas destilaba sudor y calle sin caer en lo banal. Paul Bowden,
en tanto, no alcanzó a debutar en el estudio, pero su lugar lo tomó el
entrañable Rob "Wacko" Hunter, una bestia en los tarros y cuya
estampa de casco y uniforme de fútbol americano lo convertiría en un ícono para los amantes del Heavy Metal de los '80.
La trilogía
compuesta por "Rock Until You Drop", "Wiped Out" (1982) y el
supremo "All For One" (1983), a estas alturas resulta un deber para
todo "metalhead" declarado. Raven se podía jactar, y con todo
derecho, de brindar un show cuya exigencia apenas era comparado con el de los
primigenios Iron Maiden. Un testimonio de aquella época, o al menos lo más
cercano, es el que recoge el segundo volumen del clásico VHS "Combat Tour" (1989),
con los británicos exponiendo sus credenciales como espectáculo repleto de
adrenalina y vértigo. Un excelente documento audiovisual, donde comparten escenario con
revelaciones de la talla de Death, Forbidden y Dark Angel, sus discípulos más
aventajados. Por supuesto, los Gallagher no se quedan atrás y se adueñan del
escenario a pura categoría sentimiento metálico, a pesar de que para esa época,
el declive era evidente. Salvajismo y calidad yendo de la mano, como sólo los grandes saben hacerlo.
Así como los
primeros tres trabajos y el directo “Live At The Inferno” (1984) le permitieron
a Raven alcanzar la gloria, también hubo desaciertos que derivaron en la caída. “Stay
Hard” (1985) se estrenaba como símbolo del (supuesto) triunfo definitivo en USA y el single “On And On” le dio el pase a los ingleses para llegar al público masivo gracias a su pegajoso coro y un videoclip de
culto que reflejaba todo lo 'kitsch' de los '80. Todo mal: las inevitables -y odiosas- comparaciones con Def Leppard, un sonido marcadamente “americano”, el rechazo de sus seguidores más duros y una
dirección cada vez más “suave” en sus trabajos posteriores, culminando en la tirante relación sostenida con el sello Atlantic, con el cual los ingleses firmaron luego de rescindir su vínculo con Neat (un error que terminó costando caro). Recuperarían parte
de su agresión inicial en “Life’s A Bitch” (1987), pero la situación financiera
y el declive en ventas y popularidad rematan en una baja sensible; Rob Hunter
renuncia y se retira de la música para dedicarle tiempo a su familia. En desfavorables circunstancias, John y Mark Gallagher se encuentran ante dos opciones: el retiro o
seguir adelante hasta lo que aguante el cuerpo. La segunda opción es la elegida
y adquiere mayor sentido con el ingreso en 1988 del actual baterista Joe
Hasselvander (reconocido también por su presente labor en los Pentagram de Bobby
Liejbling.
Si bien se suele
hablar de Raven como una banda de culto asociada a un fenómeno y una era específicos, sus
primeros tres discos son un tesoro que, al menos quien escribe esta nota, se
mantienen guardados bajo siete llaves, a pesar de que aún estoy en busca de alguna copia original de “Live At The Inferno”, uno de los trabajos en vivo más apabullantes de la
historia del Rock, en mi humilde opinión, y testimonio indeleble de una era en
que el Heavy Metal era una pasión que superaba todo lo razonable, así como de
la clase con que los de Newcastle campeonaron como institución máxima para toda
una generación que rockeó en su momento hasta caer, para levantarse una y otra vez
hasta hoy. Mente Heavy y cuerpo Metal; con eso basta para entender y vivir el
Rock a la usanza de uno de los power-tríos más subvalorados y fundamentales de
todos los tiempos.
Recuerda que Raven se presenta en nuestro país junto a Leather y Exxocet, el próximo viernes 14 de Junio en el Club Rock & Guitarras de la capital, a las 21 horas. ¡Puedes adquirir tus tickets en este enlace!
Escrito por: Claudio Miranda
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