Los debuts últimamente han sido la tónica de los conciertos que se han realizado en suelo local. No dominan en cantidad, pero sí en calidad. Innumerables bandas consolidadas llegan con sus giras a Latinoamérica y no logran llenar recintos. Tal parece que la cosa ha cambiado, y así lo demostró Monuments junto a Periphery, en un debut por partida doble con una Blondie totalmente llena. Desde Jinjer que ese local no estaba atestado de gente. Y ojo: Jinjer también era debutante.
Monuments fue la banda soporte del show principal, pero eso ni se notó, ¿por qué? porque antes de que empezaran su show, la Blondie ya estaba llena, colmada a más no poder. ¿El público? pura gente joven, tanto como las agrupaciones que estos iban a ver, quedando así demostrado que el metal ha evolucionado; que las chascas, las distorsiones y los guturales muchas veces inentendibles no son más que una pequeña parte de lo versátil que puede llegar a ser el género macro.
"A.W.O.L" fue el tema que dio el puntapie inicial al show. Enérgicos desde un principio, los británicos mostraron su prupuesta que oscila entre el djent, el prog y el nu metal. A ratos la banda sonaba similar a Slipknot y emulaba muchas cosas de esta. Destacable desde todo punto de vista su capacidad para extraer buenas ideas y llevarlas a otro nivel. Luego con "I, The Creator" los músicos dejaron fluir su talento y más nada. John Browne y Olly Steele son dos tipos capaces de sacar fuego de sus guitarras y así lo demostraron también en "Leviathan", en donde el público sólo se dignó a entregarse a la música y no dejó de saltar en todo momento.
Luego fue el turno de los moshpits, aunque estos no fueron tan bélicos como en otros shows, y es que la intensidad y velocidad del asunto no daban para tal cosa. Aún así el público no dejó de moverse, ni de saltar, ni disfrutar el show. "Stygian Blue" y "Mirror Image"fueron dos cortes que sirvieron como antesala a la sorpresa de la noche, y es que el vocalista Chris Barreto (Ex Periphery) motivó a los fans a realizar constantemente surfing crowds.
No contento con ello, también motivó a los asistentes a agacharse y luego saltar con todo hacia al frente. Al más puro estilo de los gringos Slipknot. La sorpresa: "Empy Vessels Make the Most Noise" y Barreto se lanzó sobre el público, dándose una vuelta completa por todo el recinto sobre los asistentes (incluso pasando por sobre quien les escribe) dejando a todos atónitos con tremenda performance y desplante del melenudo cantante.
Ya para el final con "Regenerate" llegaron los deleites para los fans acérrimos. Los coros y los gritos incesantes por parte de estos hicieron que la jornada tuviera más de un momento especial. Igual cosa con "Origin of Escape" y el corte final "Degenerate", dando cuenta del enorme fiato que existe entre la banda y sus seguidores. Desplante, potencia, calidad técnica y más. De eso estpa hecho Monuments, y tienen mucho más por entregar aún.
Pequeño lapso de tiempo para ir a refrescarse luego del intenso show de Monuments. La vara estaba altísima y la Blondie más llena aún. Increíblemente los sectores que nunca se utilizan en esta, estaban incluso colapsados. Esa fue sólo la antesala de Periphery, porque apenas partió, todos se agolparon donde pudieron, y espacios de sobra no habían.
La senda fue similar a la anterior. Y es que ambas bandas son líderes mundiales en lo que a metal moderno y djent respecta. Periphery partió su show paradójicamente con "The Bad Thing", y la cosa no era para nada mala, por el contrario, empezó tan potente como sus antecesores. La banda gringa llegaba a su primera cita con sus fans chilenos con una nueva placa lanzada en abril pasado. Sin embargo, el set no estuvo centrado en este.
"Remain Indoors", "Garden in The Bones" y "Graveless" son muestra de lo oscilante del set. La calidad vocal de Spencer Sotelo fue impresionante de principio a fin, cumpliendo con las altas exigencias que Barreto había impuesto de forma tácita. Mismo caso con los guitarras Misha Mansoor, Mark Holcomb y Jake Bowen. En esta pasada no hubo bajistas, y sinceramente, casi pasa desapercibido, debido al desplante y correcta ejecución de los gringos, opacando y supliendo cualquier cosa que pudiera echarse de menos.
Al igual que en Monuments, los coreos de estadio no se hicieron esperar, y en "Marigold" fue el momento perfecto para ello. Tampoco faltaron los "Ole Ole" característicos ya de las fanaticadas criollas, por lo que la banda acompañó a los fans a su manera con el batero apañando los ensordecedores gritos. "Blood Eagle" fue a su vez uno de los cortes más esperados del nuevo álbum. Al igual que "Reptile". Sin embargo, esta última se habría llevado un cuarto del tiempo del show, ya que dura poco más de 17 minutos, por lo que no fue considerada esta vez para el set.
La sorpresa? también hubo una: Barreto tocando junto a su ex banda. "Icarus Lives!" fue un momento más que mágico. Todos quedaron atónitos tras la aparición del melenundo, quien además nuevamente se avalanzó sobre el público, dándose otra vuelta larga por sobre todos los asistentes de la Blondie.
Ya para el final con "Masamune" parecía que esa sería la guinda de la torta, pero no fue así, sino que todo finalizó con "Lune" y sus casi ocho minutos de magia musical. Perfecto a más no poder y no es una percepción personal. Es que la ejecución y el sonido, más la calidez del recinto y el recibimiento de los asistentes, hicieron de este show un evento de todo gusto: agradable, correcto e intenso, tal cual funciona hoy la nueva escuela del metal, de la que bandas como Monuments y Periphery, de seguro serán pronto dos de los dueños absolutos del asunto.
Escrito por: Bastián Gómez
Fotos por: Diego Pino
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