#DeCulto: Symphony X y su propia odisea por consagrarse en el metal


¿Cuánto debe una persona aguantar para llegar a un lugar seguro? es una buena pregunta si lo asociamos con la historia de Ulises, o mejor conocida como "La Odisea", donde el héroe griego emprende un duro y cruel viaje para regresar a casa con su esposa e hijo.

Si bien la mitología griega puede ser fascinante para algunos, es bastante lejana a la música, al menos hasta que una banda lo tome como una bandera de lucha.

Symphony X es un conjunto que está más que consagrado en la escena del metal progresivo, power o incluso el prog/power (término para asociar ambos estilos en uno), pero para llegar a dicho triunfo el camino fue mucho más que largo, donde debieron sufrir por ir contra la corriente en más de una ocasión.

Los liderados por Russel Allen no siempre empezaron con el pie derecho, y es que su debut musical en 1994 fue muy mal recibido por la prensa, quienes en plena época del rock alternativo no comprendían la idea de buscar melodías tan complejas. 

Lo que pudo ser un factor de desmotivación para los estadounidenses fue sólo una prueba más y cómo Odiseo continuaron con su viaje, uno donde tuvieron que sufrir por los errores, pero del que lograron aprender bastante. "The Divine Wings Of Tragedy" de 1996 probablemente fue su primer gran acierto, uno que remeció toda la industria musical del metal y que puso a Symphony X en ruta.

Si bien lo que siguió en estudio no fue lo mejor, el grupo se dio cuenta que no debían buscar encajar en el power o el progresivo, gran disputa que generan con sus discos, sino que podían buscar su propio camino, su propio camino a casa unificando estos dos mundos y consolidándolo en discos como "V: The New Mythology Suite" y "The Odissey".

Siempre inspirados por la cultura helénica, e incluso la mitología, Symphony X continuó nadando contra la corriente, y luego de intentarlo una y otra vez, como el héroe griego, lo lograron llegaron a casa.

Symphony X logró posicionarse como una banda clave para ambos estilos y con un sello propio, que ahora nadie les pudo discutir vino la consolidación de la propuesta. "Paradise Lost" e "Iconlast" fueron sus entregas posteriores, y para sorpresa de muchos lograron entrar en los éxitos de ventas del ranking Billboard.

¿Qué fue lo que pasó?, que la constancia de la banda nunca se acabo, donde se dan el lujo de homenajear a una figura que representa la lucha contra el destino como es Odiseo.

Symphony X siempre fue un renegado, que era muy power para el progresivo y viceversa, pero más allá de rendirse continuaron remando. Impusieron su estilo, llegaron a casa y una vez que estuvieron ahí atacaron a sus enemigos (referenciando al texto de Homero), donde con la misma música salieron a competir y a establecerse en cada ranking musical que había en esos años. 

Si bien la disputa fue más equilibrada con "Underworld", Symphony X logró tomar un sitial de héroe en esta tragedia, superando cada obstáculo que tuvieron en frente y demostrando que sólo los mejores pueden llegar al final. 

Progresivo, Power o Neoclásico (concepto algo ambicioso propuesto por algunos teóricos), lo que Symphony X logró es simplemente decir que tiene las pelotas de estar en ambos bandos, pero no sólo eso, sino que pueden fusionarlo como nadie lo ha hecho antes. Hoy son uno de los grandes íconos de la música metal y es que con un camino así, más que merecido es el reconocimiento.




Recuerda que Symphony X se presenta en nuestro país este 31 de Julio, en el Club Blondie de la capital. !Puedes adquirir tus tickets en este enlace Sin cargo en Tiendas RockMusic de Eurocentro y Portal Lyon.

General: $25.000
Día del show: $30.000
*Valores no consideran cargo por servicio
*Evento para mayores de 14 años

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