Mucho se habla de la accidentada
primera visita de una banda de thrash de gran envergadura a Chile. Aun así, son
pocos los antecedentes y datos que existen sobre ello. De igual forma,
recabamos todos los antecedentes disponibles para elaborar una nota sobre el
primer concierto de Kreator en Chile, el cual contó con la participación de
Criminal como banda soporte en lo que hoy es el Estadio Víctor Jara.
Al evento asistieron cerca de
4000 personas. Un gran marco de público considerando la época. Pleno 1992, un
Chile dividido post dictadura y que, poco a poco comenzaba a levantarse. Pese a
ello, los fanáticos se acercaron a la tienda Rock Shop del paseo las palmas,
epicentro de la escena thrash por ese entonces, para comprar los tickets para
el concierto. El precio de una platea alta aquella vez era de $3.500. Según el
INE (Instituto Nacional de Estadísticas) dicho valor hoy serían unos $11.500.
Barato, considerando que hoy los tickets sobrepasan los $30.000 siendo de los
más costosos en Latinoamérica.
Lo curioso de este show, fue que,
a quienes asistían a comprar su ticket, se les registraba con nombre y rut. Todos
fichados, puesto que, se temía que algo malo pudiese llegar a ocurrir. Llegado
el día del concierto, los miles de asistentes colmaron la estación de metro
Unión Latinoamericana. Todos con sus chaquetas de cuero, jeans rasgados y
zapatillas blancas muy al estilo thrasher de la época y que aún se logra ver en
algunos. Los más osados usaban cadenas y puntas en sus vestimentas, similar al
estilo Mad Max.
Los encargados de abrir la velada
fueron los locales Criminal. Anton Reisenegger siempre fue la eminencia del
metal chileno. Por ello no es menor, ni sorpresivo, que haya sido él junto a su
agrupación quienes tuvieron el honor de acompañar a Kreator en su primera
visita a Chile. Además, no era sólo la primera visita de los teutones, sino que
era primera vez que un concierto de tal magnitud se realizaba en estas tierras.
Iron Maiden pudo haber sido otro, pero ya sabemos lo que la iglesia y sus
amigos santos hicieron para que esto no ocurriera, en fin.
Al iniciar el show de Kreator,
los fanáticos que asistieron a la velada, cuentan que el mosh fue algo insano.
Todo iba bien en cosa de minutos, hasta que algunos tuvieron la osadía de subir
al escenario. Uno incluso se atrevió a besar a Mille en su mejilla. Mal. Los
alemanes continuaron tocando. Lo que se recuerda de ese set fue “Toxic Trace”, “Betrayer”
y “Pleasure To Kill”.
Mientras se desarrollaba el espectáculo,
otro grupo de fans subió al escenario y comenzó a poner en riesgo la integridad
de los músicos. Peor aún, algún descerebrado comenzó a lanzar objetos
contundentes a los músicos, entre ellos un palo. Por fortuna Mille lo esquivó,
pero el show ya no podría continuar desarrollándose de forma “normal” por lo
que los alemanes tuvieron que poner fin abruptamente y retirarse tras sólo 25
minutos de presentación. Sí. 25 minutos. Ni una banda local toca tan poco.
Acá un breve registro de la jornada:
Pareciera que la tónica en los años 90 era esta. El show de
Kreator no fue el único espectáculo accidentado. También se recuerdan los de
Faith No More, Deep Purple, Guns And Roses, y los mismisimos Iron Maiden en 1996.
Luego de su accidentado primer show, los alemanes no
tuvieron problemas en regresar en gran cantidad de ocasiones a nuestro país,
siendo parte de importantes festivales y también siendo cabeza de cartel de
algunos o simplemente en solitario.
Esta vez los teutones llegan a presentarse por partida
doble. Una el 5 de octubre en el Teatro La Cúpula, y la otra al día siguiente
para formar parte del festival Santiago Gets Louder junto a Pentagram, Anthrax
y Slayer.
Las entradas para el evento a realizarse el día 5 las puedes
conseguir en el siguiente enlace https://www.puntoticket.com/kreator
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Algunas apreciaciones adicionales: El acceso fue más accidentado que cualquier otra cosa, la fila daba la vuelta hasta el portal Edwards, por Alameda, por lo que al momento de entrar al callejón donde está el acceso todos los asistentes se desesperamos y empezamos a correr hacia la puerta cuando se abrió, una hora antes mas o menos, del show, ahí quedó la kagá y media, recuerdo haber quedado atrapado en las rejas de acceso, tipo barrotes de carcel, y todo el mundo aplastando, si no es por mis amigos que me sacaron de ahí...no alcanzo ni a entrar. En fin. Una vez adentro ya se sentía el ambiente chakal con olor a violencia y a felicidad por ver una banda de tanto renombre tocando para nosotros, de hecho venían en la gira del Coma of Soul, álbum que generó mucho ruido por su refinado y potente sonido, por eso queriamos escuchar que tal en vivo. Por lo demás recuerdo que tocaron más de 50 minutos, no 25, ya que pasaron por varios clásicos antes de que al pastel se le ocurriera tirar el palo y quedara la debacle. https://www.youtube.com/watch?v=jda6qK04RtU
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