Cerca de cien estudiantes de música tuvieron el honor de compartir junto a dos de las estrellas que ayer protagonizaron el festival que vio la despedida de Slayer. La charla estuvo a cargo nada más ni nada menos que del líder de Pentagram y Criminal, Anton Reisenegger, y de Charlie Benante, baterista de los neoyorkinos Anthrax, quien se dio el tiempo, entre otras cosas, de tocar junto a uno de los jóvenes estudiantes.
Pasadas las 11 am, los músicos subieron a la tarima de la Cúpula del Parque Ohiggins. La jornada inició con una conversación muy relajada que contextualizó la historia de ambas bandas a las que pertenecen, además de sus colaboraciones y participaciones en paralelo junto a otras agrupaciones.
Dentro de las declaraciones que pueden tener mayor relevancia, Charlie afirmó que sin The Beattles el heavy metal no existiría, teniéndolos a ellos como máxima influencia de todo el movimiento rockero que nació desde los 60 en adelante.
Posterior a ello, los maestros de ceremonia comenzaron a responder una ronda de preguntas elaboradas por los estudiantes que asistieron al evento organizado por la Fundación Lotus, las cuales fueron amablemente respondidas por estos, quienes brindaron, además de consejos técnicos, mensajes de motivación a todos quienes se inician en el mundo de la música, y principalmente en una banda.
Para el cierre, Charlie tomó las baquetas y comenzó a mostrar sus dotes y enseñó un par de tips. La jornada finalizó con el músico invitando a alguno de los asistentes a tomar la guitarra e interpretar algún tema con él. Junto al afortunado estudiante, ambos interpretaron parte de "Its a Long Way to The Top" de AC/DC y "Master of Puppets" y "One" de Metallica.
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Escrito por: Bastián Gómez
Fotos por: Antonia Bisso
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