#DeCulto - The Sisters Of Mercy, héroes ocultos en las tinieblas del dolor


  La historia no suele ser benevolente con los héroes olvidados y The Sisters Of Mercy es una institución que merece un reconocimiento mayor al obtenido durante más de 30 años de carrera. Junto a The Cure, Alien Sex Fiend y Bauhaus, tomaron la antorcha portada a fines de los '70 por Joy Division y forjaron una oleada de oscuridad y depresión se volvería un estilo de vida para toda una generación. La psicodelia de los '60 volvía en forma de penumbra y a nivel musical, el Rock tomaba una que lo alejaba radicalmente de los "clásicos". El negro, la ausencia total de color y luz, surgía como señal de identidad para una juventud reticente a lo convencional de la época, con la tristeza y la desesperanza abarcadas de manera honesta, a veces de manera simbólica, otras vez con la crudeza suficiente como para sumirnos en un vacío existencial de nunca acabar.

  Yendo de plano a los de Leeds, quienes debutan la próxima semana en nuestro país, imposible no omitir la figura del cantante y fundador Andrew Eldritch, la mente y voz de esta criatura que, en otras palabras, no es más que un proyecto solista en toda su extensión. Por otro lado, tampoco podemos omitir el aporte de los nombres presentes en el escaso pero potente catálogo de los ingleses, sobretodo en los días del fundamental "First and Last and Always" (1985), debut en estudio que remeció el circuito underground en aquella época, dando cuenta de una propuesta que seducía en base a su encanto oscuro y un semblante musical que, como es sabido, distaba mucho de lograr un alcance masivo.



Entre los nombres que acompañaron a Andrew Eldritch en sus primeras correrías, figura por ejemplo el de guitarrista Wayne Hussey, quien protagonizó junto a Gary Marx una dupla guitarrera de primer nivel y ambos responsables de generar el sonido con que los ingleses esparcieron de entrada su halo musical de miseria y engaño, mientras la grave voz de Eldritch pregonaba la muerte y la pérdida como componentes de una filosofía viculada al fin de toda forma de vida. Sin embargo, el temperamento de Eldritch desembocaba en cualquier conflicto, muchas veces arreglando sus diferencias a golpes, por lo que ambos guitarristas mencionados y el bajista Craig Adams terminan dejando la banda. Hussey y Adams la tienen clara respecto a su futuro y un año después de que The Sisters Of Mercy editara su primer LP, hacen lo propio e inician su nuevo proyecto bajo el nombre de The Mission.



   Volviendo a la figura de Andrew Eldritch, su caso recuerda bastante al de Brian Wilson, el genio artístico de The Beach Boys, otro genio que, pese a su legado creativo, se sumió en las tinieblas de su personalidad complicada, sumando sus problemas mentales que le impidieron entablar relaciones humanas con normalidad. Fue después de ver "McCabe & Mrs. Miller" -película dirigida por el maestro Robert Altman- cuando Eldritch se reúne con Gary Marx para bautizar a la banda con el nombre que los hizo inmortales, allá en 1980 y con la cual ya llevaban un buen tiempo ensayando y componiendo sus primeras maquetas. La inclusión de "Sisters of Mercy", del legendario Leonard Cohen -la canción que cierra el lado A de "Songs of Leonard Cohen" (1967), la imponente Opera Prima del desaparecido cantautor canadiense-hace click y basta para jugársela por hacer de este proyecto una idea concreta.

   Tanto "First and Last and Always" como el siguiente "Floodland" (1987) descuellan en toda colección como documentos de vital importancia para los seguidores de la oleada gótica y sus derivados. La crudeza mortuoria del primero y la categoría escalofriante del segundo convergen en un universo donde la muerte y la oscuridad conforman un estandarte que se resiste a la idea del amanecer. La portada de "Floodland", con la Luna llena rociando con su luz la superficie del mar el ecuador de la noche, y las caras de Eldritch y la bajista-cantante Patricia Morrison -esta última con una mirada tan enigmática como penetrante, no tardó en pasar a la posteridad como una seña decidora de esta música que no dudaba en abrazar la muerte a ojos cerrados, al mismo tiempos que su groove hipnótico hace de cada viaje sonoro un encuentro cercano con el dolor humano sin perder el control. Por supuesto, nada de lo anterior sería posible sin la "presencia" de 'Doktor Avalanche', nombre que el propio Eldritch le dio a la caja de ritmos con que la percusión de los Sisters se convirtió en marca registrada.



   Pese al poco reconocimiento obtenido respecto a sus colegas aventajados de The Cure, la influencia de The Sisters Of Mercy alcanza ribetes universales, sobretodo en el Metal. Tom G. Warrior, por ejemplo, suele citarlos como referencia al momento de explicar evolución con que Celtic Frost se consagró como institución máxima del Metal europeo y mundial sin caer en  ninguna etiqueta ajena a sus principios. Paradise Lost, en los '90, no solo declaran su fanatismo por los de Leeds; los nombran como influencia vital en su ADN sonoro y hasta editan una versión magistral de "Walk Away". Al mismo tiempo, Kreator en su etapa experimental -y no lejos de la controversia, antes del regreso al Thrash- se despacha un machacante cover de "Lucretia My Reflection", suficiente para que los amantes del Metal Extremo manifiesten su interés por tamaño nombre de culto. Por cierto, Andrew Eldrtich es un fan acérrimo de Motörhead, a quienes menciona como influencia decisiva -la "monotonía" de su propuesta le debe en gran parte a la pandilla del eterno Lemmy, sin perder una pizca de su coherencia- , a la altura de Leonard Cohen, The Stooges, Lou Reed y David Bowie. Casi nada.

  Analizando el gran alcance de The Sisters Of Mercy como referentes sin distinción de ningún tipo, entendemos a Andrew Eldritch cuando se refiere a su banda como un conjunto de Rock, al punto de desechar la etiqueta "gótico" por muy insólito que parezca. Y es que, a pesar de lo llamativo de aquel detalle, también nos permite corroborar la integridad de una agrupación que, con apenas dos discos -tres, sumando el vilipendiado "Vision Thing" (1990) y enfocada desde hace más de dos décadas en girar y tocar en todo el orbe, se puede jactar de tener un legado que parece no envejecer. Y si lo hace, lo hace de maravilla, como la buena música.


Recuerda que The Sisters Of Mercy debuta en nuestro país el próximo jueves 14 de Noviembre, en el Club Blondie de la capital. Puedes adquirir tus tickets en este enlace!

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