Anoche fue una reunión obligatoria para los amantes del metal progresivo y es que Dream Theater regresaba por 7ma vez al país, pero esta vez para presentar uno de sus trabajos más icónicos de forma completa, "Scenes From A Memory".
Una noche que traía un espectáculo extenso y un nuevo disco, que si bien tiene opiniones diversas, era gran parte del material a presentar durante la jornada.
Cerca de las 20:10 la agrupación salió a escena para sorprender a los seguidores con su nuevo single "Untethered Angel", que fue muy bien recibida y coreada por los presentes, pero para arrancar con buen pie no guardaron recursos y sin pausas irrumpen con "A Nightmare To Remember".
Un épico comienzo que tiene a todos aplaudiendo luego de los más de 20 minutos de apertura que tuvo el show. James LaBrie toma el micrófono y comenta sobre lo emocionante que es ver el recinto lleno y compararlo con como fue la primera visita en el país en 2005.
La presentación continúa para que John Petrucci y Jordan Rudess comienzan a tomar mayor protagonismo con sus solos en canciones como "Fall Into The Light", "Barstool Warriors", "In The Presence Of Enemy Pt 1" y "Pale Blue Dot".
Estas canciones sonaron por casi una hora de espectáculo, con una muy buena recepción de la fanaticada y un Dream Theater dejándolo todo en el escenario como es habitual. Un trabajo que muestra la vigencia de la banda y que sólo demando unos 15 minutos de descanso para preparar el gran acto de la noche.
Acabado el interludio y comienza uno de los momentos más esperados por los seguidores del conjunto norteamericano, la ejecución íntegra de "Metropolis pt2: Scenes From a Memory" uno de los trabajos claves del metal progresivo.
Describir pista por pista seria algo inutil, debido a que la interpretación fue impecable, sonando igual al disco y sólo tomando sólo un pequeño break para introducir "Home".
Un trabajo impecable por LaBrie y compañía, quienes se nota como disfrutan con este trabajo, uno que no sólo llegó al corazón de los fanáticos, sino que al de la misma banda. Es tan íntimo y puro lo que se genera, que logra crear una atmósfera melancólica y de festejo en torno a cada himno, que fueron cantados de principio a fin por los seguidores de la banda.
Si bien James dijo, y se sabe hace unos años, que su voz no está en las mejores condiciones eso no le quitó potencia a su actuación, que dejo el corazón y la garganta en cada track, incluso las más difíciles como "Spirit Carries On".
Si tuviéramos que destacar algún momento por sobre otro estos serían "Dance Of Eternity", "Home" y "Throught Her Eyes" con el Movistar Arena iluminado por los fanáticos. Además, hay que reconocer el refuerzo visual usado por la banda, mostrando piezas de la historia como si de un cómic se tratara. Una excelente jugada.
La despedida pudo haber sido ahí, pero las energías aún permiten una pieza más y es con "At Wit's End" que terminan un espectáculo de 2 horas 50 minutos. Hay que señalar que existieron detalles con el sonido, principalmente que siempre había algo muy fuerte que opacaba al resto de la banda (podía ser la distorsión de Petrucci o la Voz de LaBrie), pero eso no sacó a nadie de la experiencia.
Sin duda fue un show para reafirmar que "Scenes From A Memory" es uno de los trabajos más importantes del metal progresivo, junto a clásicos como "Operation: Mindcrime", "Lateralus" o "Blackwater Park". Sin embargo, lo más importante de todo es que Dream se reencontró con su alma y su sonido.
Es imposible negar que la salida de Mike Portnoy afecta fuertemente a la banda, algo que se ve en su discografía e incluso en vivo, pero anoche (y con esta gira) es primera vez que se les ve tan cómodos y entregados de nuevo en su música, simplemente fluyendo con las canciones e incluso haciendo algunos solos sin mirar. Ese es el Dream Theater que queremos, ese que viene del corazón y del alma, ese que anoche nos sorprendió con un tremendo concierto.
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