Es el trabajo más reciente de la legendaria banda sueca, pero también es el motivo de su regreso a Latinoamérica y es que In Cauda Venenum es un trabajo que no ha dejado indiferente a nadie, lo que hace obligatorio su análisis.
Mikael Akerfeldt y compañia regresan en una nueva y extensa entrega, que busca mantener el éxito que lograron con su último trabajo en 2016 y que también busca volver a las raíces, no sólo de la banda, sino que del progresivo en general.
A diferencia de su predecesor Sorceress acá vemos el regreso de los suizos a sus raíces, volviendo a la complejidad del progresivo con ese ambiente tétrico, pero sin dejar fuera los sonidos más psicodélicos que han incluido desde la época de Heritage.
"Dignity" y "Heart In Hand" dan el arranque a este nuevo trabajo, que logra ir materializando esta mezcla, en extensas pistas que sacan a lucir lo mejor de la banda. No obstante, a medida que los minutos avanzas los sonidos más oscuros comienzan a tomar protagonismo y con ello los arreglos corales, como se ve de gran manera en "Next Of Kin".
Si bien esta es sólo la primera parte del disco, las baladas están presentes con "Lovelorn Crime". Una canción lenta pero que tiene elementos muy clásicos, y es que simplemente se dedican a seguir melodías cuando no hay letras, un tarareo que queda preciso y que llena de forma sencilla el track.
Retomando la senda de lo extremo comienza "Charlatan", que incluso a momentos acuerda a clásicos como Rush, pero que logra brillar con luces propias en un muy buen trabajo de los suecos y que da un cierre estilo gospel inesperado. Este ritmo que pasa entre momentos de alegría y tristeza repentina es el gran sello del trabajo y que se mantiene con "Universal Truth" y "The Garroter".
El cierre está en manos de "Continuum" y "All Things Will Pass", dos sencillos muy distintos entre sí, pero que ponen como broche de oro ese sonido clásico de Opeth y que perfectamente encaja con trabajos como Blackwater Park.
El cierre está en manos de "Continuum" y "All Things Will Pass", dos sencillos muy distintos entre sí, pero que ponen como broche de oro ese sonido clásico de Opeth y que perfectamente encaja con trabajos como Blackwater Park.
Hay que comprender algo, no se trata de un disco sencillo de escuchar o analizar y es que además de ser bastante largo (con más de una hora), es un trabajo complejo en muchos sentidos.
Opeth no se puso limitantes ni etiquetas para este trabajo y si bien Sorceress podía ser un disco más rockero, e incluso más fácil de asimilar fuera del concepto psicodélico que se le dio a la imagen, este trabajo no pierde la identidad de los liderados por Akerfeldt, quienes mueven su oscuridad en diversos colores.
Hay que destacar que este es un sólo disco, pero que tiene una versión en inglés y otra en sueco. Si bien se ha dicho que el trabajo se pensó completamente en su idioma nativo, ambos trabajos resultan de forma positiva, por lo que no importa el viaje, la genialidad está ahí muy al estilo de Rayuela de Julio Cortázar.
Hay que destacar que este es un sólo disco, pero que tiene una versión en inglés y otra en sueco. Si bien se ha dicho que el trabajo se pensó completamente en su idioma nativo, ambos trabajos resultan de forma positiva, por lo que no importa el viaje, la genialidad está ahí muy al estilo de Rayuela de Julio Cortázar.
Gospel, blues, jazz, rock y metal son los sonidos que encontrarás acá, como nos dejó en claro la portada este disco es toda una casa llena de puerta distintas a las que querrás entrar. Un trabajo de primer nivel y que mantiene la vara arriba, porque Opeth sigue dejando en claro que tienen veneno de sobra para salpicar.
Un trabajo que dejará conforme a los nuevos seguidores y que dejará a varios fanáticos de su primera etapa más que felices. Un disco que tiene harto para analizar, harto para escuchar y un obligatorio para los bateristas de progresivo.
Un trabajo que dejará conforme a los nuevos seguidores y que dejará a varios fanáticos de su primera etapa más que felices. Un disco que tiene harto para analizar, harto para escuchar y un obligatorio para los bateristas de progresivo.
Por Felipe Pino Guerrero
Recuerda que Opeth se presentará este 7 de mayo en el Teatro Caupolicán y las entradas están a la venta en el sistema Puntoticket.
Precios:
Preventa (hasta el 29 de febrero o agotar stock)
Preventa (hasta el 29 de febrero o agotar stock)
Platea: $30.000
Cancha: $36.000
Palco: $48.000
Venta general:
Platea: $32.000
Cancha: $38.000
Palco: $50.000
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