#DeCulto: Cuatro sagas comiqueras para acompañar la cuarentena



En tiempos en que no sabemos que nos depara el futuro ni que hacer con la libertad que la cuarentena nos ha dado, bienvenidos son los pasatiempos que podemos realizar completamente solos mientras escuchamos la banda sonora del apocalipsis preferida de cada uno.

La siguiente es una lista casi aleatoria que nos llevará por diferentes mundos que el noveno arte nos regala. Quizás algunas nos sean demasiadas reales para los tiempos que nos toca vivir y otra simplemente nos llevaran lejos, en un escape de la realidad hacia otras dimensiones.
 
Watchmen:

Durante el año 1985 se fundaban Majesty (luego conocidos como Dream Theater), Neurosis y White Zombie, por nombrar algunas bandas y en los kioscos de USA se lanzaba la serie limitada que llevó al estrellato a Alan Moore y su compañero Dave Gibbons.

Situado en “el” mundo real, vemos como los superhéroes nos han acompañado desde la segunda guerra mundial y después de muchos años, prohibiciones, protestas de la policía y un Richard Nixon demacrado, pero igual de peligroso, un héroe decide salvar al mundo y pone en marcha una serie de asesinatos para conseguir su objetivo. Si vieron la película y no han leído el cómic, este el momento de pegarse un viaje hacia la vida del súper héroe americano y descubrir que pueden ser igual de maquiavélicos que ciertos políticos actuales.

Décadas antes de The Boys y Kick-Ass, esta serie de 12 números se catapultaba como la obra culmine del mundillo del comic book.
 
Crisis On Infinite Earths:

Casi a la par de Watchmen, la misma editorial, DC Comics, se lanzó con la reestructuración de su multiverso en la famosa saga Crisis (si, la misma que inspiró el crossover del Arrowverse actual) pero, para que seamos justos, la primera aparición del Causante de todo fue el mismo año en que X-Japan y Voivod comenzaban sus carreras, 1982. Pensada como la manera de unificar los criterios editoriales de la gigante de New York y coincidentemente, celebrando sus 50 años, fue escrita por Marv Wolfman y dibujada por el tremendo George Pérez.

La historia nos presenta a un desconocido Pariah quien lleva consigo la maldición de ver morir todos los universos. Desde ahí, los eventos acompañados por cielos rojos, nos lleva a la reunión de los súper héroes en una estación al borde de todos los universos y la llegada del mismísimo Anti Monitor y la destrucción de todas las Tierras (léase Uno, Dos, Prime), la icónica muerte de Supergirl y la más recordada por muchos años, en todo el universo que nació después, la de Barry Allen.

Una serie que sentó las bases, hasta ahora, del universo DC y que siempre será citada al momento de hablar de grandes sagas con crossovers, muerte y destrucción.
 
1602:

2003, año en que los nacientes Communic en Noruega y Wintersun en Finlandia comenzaban sus carreras, Neil Gaiman, uno de los grandes guionistas que surgieron en la llamada Invasión Británica de los 1980 y 1990 escribe su primer cómic para Marvel y el resultado es la épica 1602. En los lápices un cuidadoso Andy Kubert que deleita con su interpretación de héroes y vilanos a la par.

En la Inglaterra del naciente siglo XVII, el reino de la isla está con tensas relaciones con el reino de España y la Inquisición. A esto súmenle un aborigen indio rubio que acompaña a Virginia Dare, la primera inglesa nacida en los nuevos territorios de la Corona de la Reina Isabel I. En este contexto es que un grupo de estudiantes con habilidades especiales debe luchar por sobrevivir. Se les unen un grupo de navegantes de un barco y un ser súper fuerte que ha sido enterrado bajo tierra y la presencia de magia y ciencia en la corte inglesa.

Una vuelta de tuerca a los héroes máximos de la "Casa de la Ideas" que tuvo tres secuelas oficiales y varios guiños dentro del universo Marvel.

Marvels:

Año 1994, Devin Townsend formaba Strapping Yuung Lad y unos desconocidos Burn the Priest comenzaban a tocar para luego cambiar su nombre a Lamb of God. Ese mismo año, Kurt Busiek escribía para la Casa de las Ideas la fabulosa serie Marvels, que, con las pinturas de Alex Ross, pasaría a la historia como una de las series definitivas de la editorial.

En un relato llevado por un “hombre de a pie”, un fotógrafo con el que vemos la evolución de los héroes y su impacto en el mundo. Desde la aparición del primer Human Torch, relatos protagonizados por el Capitán América, equipos de súper héroes con nombres rimbombantes como Avengers o Fantastic Four, la llegada de unos nuevos seres llamados mutantes y su Gen X, y así,  durante cuatro décadas, hasta el enfrentamiento entre Spider Man y Green Goblin. Todo a la par de las emociones que va viviendo nuestro protagonista.

Tanto como en relato como en la calidad del arte, esta debería estar en el estante de cada comiquero que guste de los lujos que a veces nos regala el noveno arte.

Por Remigio Olivares

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