#DeCulto: Jesus Christ Superstar y su legado de rock


Es semana santa y si bien las películas con historias de la Biblia se toman el protagonismo en la televisión hay un clásico que es obligatorio para todo amante de la música y sobretodo del rock, estamos hablando de la mítica ópera rock de Jesucristo Superstar.

Si bien para algunos rockeros esta temática bíblica no tiene nada de rock, déjenme decirles que están bastante equivocados y es que este trabajo tiene todo de rock, siendo una producción de altísimo nivel y que sigue marcando pauta en materia de musicales hasta el día de hoy.

Para entender el fenómeno de este musical hay que ambientarse en sus orígenes, que están en 1970, justo en pleno auge de la época del rock psicodélico con artistas como: The Doors, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Santana, Creedence Clearwater Revival y Pink Floyd.

Fue un periodo de los grandes virtuosos de la guitarra, de la paz y amor, pero también un momento de cambio social en medio de la guerra fría y que creaba una nueva generación de jóvenes, motivado principalmente por el movimiento hippie. Con estos antecedentes fue que Andrew Lloyd y Tim Rice se unieron para crear un relato musical sobre los últimos siete días de Jesús previos a su crucifixión, todo desde la perspectiva de Judas.

Si bien la obra fue pensada para realizarse en Broadway, su aspiración no quedó ahí, debido a que se tomaron el desafió musical muy en serio, creando una banda sonora que no sólo quería ambientar el relato bíblico, sino que desafío lo propuesto dentro de este estilo de teatro.

Si bien desde lo escrito los requerimientos ya exigían músicos de gran rango vocal (principalmente el caso de Jesús), la composición no se quedó atrás. Comenzando con "Heaven On Their Minds" queda claro el estilo desafiante, con un lead base bastante rockero (e incluso funky) y la complejidad de líricas rápidas en los modernos outfits que lucen sus cantantes.



Así es como este musical fue pensado, pero ahora necesitabas plasmarlo y concretar la apuesta, para ello reclutaron a un desconocido Ian Gillan, quien en esos años estaría sumándose a Deep Purple para grabar el mítico In Rock. El estilo vocal de este musical ya estaba marcado por una de las voces más legendarias del rock y metal (que con los años se consolidaría), quien aportó el particular estilo de cantar que ya todos conocemos tiene el musical.

Si bien Gillan no pudo estar para el lanzamiento de Broadway, debido a que Deep Purple comenzó con un gran éxito a nivel internacional, sentó las bases para los que vendrían y que lograron su mayor reconocimiento con la versión de 1973 en la película y que tuvo a Ted Neeley en la voz principal.

Pero no creas que todo esto quedó ahí, porque el desafío que implica hacer Jesucristo Superstar no es fácil y en más de una ocasión han recurrido a figuras de este mundo para algún personaje. Ejemplos clásicos son el de Sebastian Bach como Jesús o Alice Cooper como Herodes.





Jesucristo Superstar no es sólo un musical, probablemente es uno de los discos de rock conceptual más importantes que hay en la música y es que no se puede omitir el gran impacto que logró este trabajo en 1970. Incluso puedes escucharlo hoy y seguir sorprendiéndote con la excelente musicalización y la dificultad que tiene cada una de sus canciones.

Tal es el éxito tras este trabajo que es uno de los musicales más exitosos en el mundo, siendo adaptado en diversos países e idiomas, una de las más destacadas es la versión con Camilo Sesto y Ángela Carrasco para el español. Sin embargo, otras versiones también han sido destacadas y reconocidas a nivel internacional, incluida la versión nacional en música metal conocida como Jesucristo Metalstar.





No importa el año o el momento, Jesus Christ Superstar (nombre original)  es a prueba del tiempo, porque por más que pasen los años este musical no envejece mal, por el contrario es una muestra de que un buen disco puede resistir el tiempo.

No sólo quedará para siempre en la historia de los musicales de Broadway, sino que también es una clave en el mundo del rock que ayudó a acercar a los grandes públicos los registros altos, el rock y que incluso dio tribuna a un Ian Gillan previo a lo que sería Deep Purple.

Jesucristo Superstar es una creación de su época, una donde las guitarras, los colores y las canciones sobre amor y paz se tomaban las calles del mundo. Quien mejor para dar ese mensaje que Jesús en persona, pese a que muchos lo tildaron de blasfemo en su momento (refiriéndonos al musical) fue el fenómeno pop que ayudó a cerrar los años de la "paz y amor" en un mundo que vivía una Guerra Fría así como Roma vivía en una guerra con todo lo que era diferente.

Por Felipe Pino Guerrero

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